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Columnas y artículos de opinión
Hacia una tecnología propia
Guillermo H. Zúñiga Martínez
6 de abril de 2013
alcalorpolitico.com
Existen temas cuyo desarrollo debe estar a cargo de especialistas. En mi caso, me ha atraído mucho la utilización de los ordenadores en la mayoría de las actividades creativas del hombre, principalmente en sus necesidades prácticas, porque no es concebible ser testigo del funcionamiento sin la utilización de la cibernética de, por ejemplo, los bancos y tampoco la conducción de transporte aéreo o marítimo y mucho menos espacial.

Creo que nuestro país ha llegado tarde a muchos tópicos y los ha dejado al margen de las preocupaciones políticas, por lo que considero que el Gobierno Federal o los estatales, deberían preocuparse cada día más no tan sólo por adquirir computadoras o Ipads, sino lo que se impone es financiar a las instituciones educativas para que busquen, por sí mismas, cómo se construyen estos aparatos modernos, para estar a la par del desarrollo mundial.

Si usted utiliza una computadora, un Ipad o un teléfono celular, no me dejará mentir si expreso que todo fue hecho en el extranjero; en el trabajo cotidiano su utilización es ya indispensable, es más, han transformado la conducta de los niños y los jóvenes, de tal forma que se dan escenas donde están en una mesa para cuatro personas y, en lugar de dialogar de frente y personalmente, lo hacen a través de sus teléfonos celulares.


Bienvenido todo esfuerzo que conlleve hacia la especialización en el manejo de las computadoras y también el aprendizaje para navegar por el ciberespacio y localizar los saberes, conocimientos, fechas y datos que se requieren de acuerdo con la curiosidad cultural, técnica o científica del usuario, pero creo que nos hemos tardado muchos años en tomar decisiones más trascendentales, debido a que somos observadores del progreso de los demás, lo que nos impacta y sorprende cada día con mayor frecuencia, en virtud de que la utilización de la tecnología es más sencilla y eficaz.

En las charlas que tengo la oportunidad de sostener con alumnos de la Universidad Popular y a veces ante audiencias de composición diversa, siempre he dicho que lo que se debe estimular es la iniciativa personal, observar y detectar las capacidades distintas de los seres humanos, porque en el caso del descubridor de las computadoras Macintosh, del Ipad y de los teléfonos celulares, que es el prototipo de genio autodidacta que llevó el nombre de Steve Jobs, despertó su capacidad y dio forma a su imaginación con base en recursos económicos bastante precarios. No puedo olvidar que su invento preliminar, lo vendió en apenas 200 dólares y después tuvo la inteligencia para coordinar un grupo numeroso de técnicos e investigadores que enriquecieron y perfeccionaron la técnica, al grado que ahora se hace de consulta necesaria y obligatoria.

Observamos constantemente que el Gobierno Federal con dinero del pueblo compra aparatos -como lo hizo el Presidente Vicente Fox Quezada-, los manda a planteles escolares y después se leen notas periodísticas en el sentido de que las licitaciones permitieron el enriquecimiento ilegal de quienes operaron los programas administrativos. Con el tiempo nos enteramos de que ya no funcionan, se echaron a perder y hasta allí quedó una inversión millonaria que favoreció a los inventores de la enciclomedia y a aquéllos que tuvieron la responsabilidad de adquirirla para llevarla a los colegios.


Hemos estado frente a una política totalmente errática, llena de intereses económicos, egoísmo y prevaricaciones; ese camino se debe abandonar totalmente para incentivar, con los recursos del pueblo, la inteligencia y la capacidad de los mexicanos, para llegar a ser dueños de una tecnología propia.

No cabe duda que existen esfuerzos aislados que son poco conocidos, como los que se están dando en la Universidad Autónoma de México, el Instituto Politécnico Nacional y otras instituciones, pero ha faltado una política pensada con meditación y cálculos hacia lo que queremos y deseamos lograr.

Lo que se propone hoy desde estas líneas provincianas, es que haya un interés muy especial en cómo estimular el talento de nuestros compatriotas y darles las posibilidades para que escalen el conocimiento y logren obsequiarnos una realización que permita a la sociedad desarrollarse por sí misma en la utilización del saber, hoy prendido en el ciberespacio y en espera de que alguien lo estimule para utilizarlo.


La palabra la tienen quienes son dueños de las acciones y los responsables de una política innovadora que nos conduzca hacia un mejor destino.

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