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Columnas y artículos de opinión
¿Son los maestros los únicos responsables?
Helí Herrera Hernández
8 de abril de 2013
alcalorpolitico.com
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Twitter: HELIHERRERA.es
 
Nadie en su sano juicio está en contra de mejorar la calidad de la educación en México. El quid es, sin embargo, cómo lograrlo dado que los partidos políticos que impulsan la reforma educativa cuando han sido gobierno, en lugar de aportar mayores recursos para la educación, los han recortado, es decir, son una negación a su pretensión.
 
Expliquémoslo pues: Los Partidos (de) Acción Nacional, Revolucionario Institucional y el de la Revolución Democrática son los promotores, junto con el presidente Enrique Peña Nieto, de la Reforma Educativa que la mayoría de los mexicanos ya conocemos. Todos ellos afirman que solo con ella el país fincará las bases del desarrollo sustentable que haga que la economía nacional crezca por encima de la poblacional y coinciden, como premisa primaria, en la evaluación de los maestros para que éstos sigan frente a grupo.
 
Independientemente que el gobierno, como patrón de éstos, vaya o no a despedir a los reprobados (situación laboral que no tocaremos en este artículo), lo cierto es que el Estado es el responsable del atraso en que se encuentra el Sistema Educativo Nacional primero, porque los planes de estudio con que se forman a los mentores él los diseña y aprueba; segundo, porque en las normales públicas y privadas solo ingresan los alumnos que previamente aprobaron los exámenes de admisión diseñados por las autoridades educativas; tercero, porque al terminar sus estudios para accesar a una plaza de maestros tienen que pasar el examen que el mismo sistema tiene para otorgarles una plaza y cuarto, porque al estar dando clases el catedrático se ajusta a los objetivos que la Secretaría de Educación tiene como ejes rectores de la formación académica de los educandos.
 
Ahora bien. Si ha sido el Estado el responsable de diseñar todo este andamiaje, el Estado mismo es el responsable de sus magros resultados, y quienes han estado al frente de los dos poderes encargados de crear las condiciones para mejorar la educación, han sido las autoridades emanadas del PRI y del PAN que, desde la Presidencia de la República y el Congreso de la Unión no han implementado, de manera integral, los planes de estudio formativos para docentes que rindan lo que hoy Peña Nieto y los partidos firmantes del Pacto buscan.
 
El maestro de aula y sus directivos tienen que apegarse a los planes de estudio que las autoridades educativas les dan para enseñárselos a los alumnos, en principio, pero si los rendimientos esperados en ellos no se están dando, el Gobierno federal tendría que haber examinado que eslabón no estaba funcionando, de manera responsable, y no simplemente echarle la culpa al maestro, que solo es una de las cuatro partes que se requieren para la optimización de buenos resultados académicos
 
Si los alumnos y los maestros están, entonces habría que ver si la infraestructura educacional está, es decir, si los planteles cuentan con todo lo necesario para que los primeros reciban e impartan la educación de calidad que deduzco, está plasmada en papel, dado que el gobierno federal y los partidos firmantes no han criticado los planes y objetivos educacionales. ¿Está pues la infraestructura de las escuelas bien? ¿Cuentan con todo lo necesario para brindar una educación de calidad? ¿Los planteles son de primer orden? ¿Tienen laboratorios, talleres de computación, baños, aulas techadas, pupitres, cañones, pantallas, pintarrones, material didáctico etc,? Por mencionar solo lo que me viene en mente en este momento.
 
Y lo otro que es lo más criticado por una sociedad desinformada: ¿Los maestros de kinder, primaria, secundaria y preparatoria, es decir, de educación básica, media y media superior están regularmente, para no decir bien pagados?
 
Porque si así fuera el gobierno federal tendría toda la razón en señalar a los maestros como los directamente responsables de lo mal que está la educación en México, pero si el Estado no cumple con otorgarle a la educación el porcentaje que la Organización de la Naciones Unidas exige a los gobiernos que es del 8% del Producto Interno Bruto, entonces las cosas no son solamente responsabilidad de los maestros sino de su patrón: el gobierno.
 
En el caso de México, según el INEGI entre 1920 y 1990 solo en cinco años, de 1977 a 1982 (gobierno de Luis Echeverría Álvarez), se programó un porcentaje ligeramente superior al 3 por ciento del PIB; en el resto, en promedio, no llegaron ni al 2.7%, ¡5.3% por debajo del que la ONU recomienda a todos los gobiernos del mundo!
 
A partir de que llegaron los presidentes de la república impulsores de la doctrina económica-política neoliberal del Partido Revolucionario Institucional Miguel de la Madrid Hurtado, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León, y los del PAN Vicente Fox y Felipe Calderón, en lugar de aumentar esos porcentajes disminuyeron por los recortes que ordenaban los ejecutivos al gasto programable para la educación, mejor conocido como recortes presupuestales que afectaron no solo a la educación, sino también al sector salud.
 
Con ello le dejaron el campo libre a la educación privada en México para que se consolidara como forjadora de estudiantes de alto rendimiento, dado que mediante becas atrajeron a los cerebros de las universidades-normales públicas (robándoselos prácticamente), y con jóvenes ricos, bien alimentados, sin ninguna preocupación, subieran sus porcentajes de eficiencia académica terminal.
 
Hoy el presupuesto federal para la educación pública en México no lega al 2.7% muy por debajo de países como Grecia, Irlanda, Japón, España, Países Bajos, Alemania, Italia, Reino Unido, Austria, Portugal, Canadá, Suecia, Dinamarca, Estados Unidos y Corea.
 
Por eso afirmo que nadie, en su sano juicio está en contra de mejorar la calidad de la educación en México, porque para lograrlo se requiere que los que acusan a los maestros asuman su papel de agentes sociales promotores del desarrollo nacional, y para lograrlo tienen la obligación de aumentar los recursos para la educación en México, gradualmente, hasta alcanzar las cifras que exige la ONU que es del 8% del PIB.
 
Del PAN es entendible porque desde que nacieron, estuvieron en contra de la educación socialista que impulsó el general Lázaro Cárdenas que tantos beneficios trajo al país. Los azules son amantes de la educación privada. De los del PRI diré que los neoliberales llegaron a despojarlos de su nacionalismo revolucionario que defendía la educación pública en México, pero que los del PRD hayan firmado y defiendan esa reforma educativa que es instrumento para reprimir al magisterio empobrecido nacional, eso si que es una perogrullada. Por eso andan como andan.