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Columnas y artículos de opinión
Al Pie de la Letra
Ser y parecer
Raymundo Jiménez
9 de abril de 2013
alcalorpolitico.com
El gobernador de Veracruz más respetuoso de los medios de comunicación ha sido don Fernando Gutiérrez Barrios (1986-1988), a quien no le temblaba la mano para cesar a un funcionario del aparato administrativo del gobierno estatal o del propio comité directivo del PRI que hubiese agredido física o verbalmente a un comunicador, como por ejemplo sucedió con un subdirector de Seguridad Pública y un titular del Instituto de Capacitación Política del partido tricolor; a uno por reprimir la labor periodística de un reportero gráfico que cubría una cuerda de reos en el penal de Perote, y al otro por tildar públicamente de “aldeano” en una conferencia de prensa a un columnista político que frecuentemente lo criticaba.

El respeto que Gutiérrez Barrios cultivó con los representantes de los medios informativos no se inició en la gubernatura de Veracruz sino desde que en el nivel federal dirigió la policía política en la década de los sesentas y luego cuando estuvo a cargo, durante dos sexenios presidenciales consecutivos (1970-1976 y 1976-1982), de la seguridad nacional que operó desde la Subsecretaría de Gobernación.

En el Palacio de Gobierno de Xalapa continuó cuidando escrupulosamente su imagen porque aún tenía aspiraciones políticas en el plano nacional. Primero pretendía colaborar en la administración del presidente Carlos Salinas de Gortari como secretario de Gobernación –nombramiento que logró en diciembre de 1988– para más tarde intentar sucederlo en el poder, lo que ya no pudo conseguir.


Quién sabe si ahora el gobernador Javier Duarte de Ochoa aspire a seguir haciendo carrera política fuera de Veracruz cuando concluya su sexenio. Pero tenga o no pretensiones transexenales, el joven mandatario estatal debería preocuparse por dejar al menos una buena imagen ante el pueblo veracruzano que gobierna. Y para ello no basta sólo con sus buenos deseos y esfuerzo personal sino que requiere también del apoyo y respaldo a su discurso y acciones de su equipo de colaboradores de todos los niveles: desde los secretarios de despacho hasta de los policías de cuadra y agentes de tránsito que dirigen el tráfico vehicular en cada crucero de las ciudades del estado.

Y es que después de que el pasado martes 2 de abril la Asociación Mexicana de Editores de Periódicos A. C. le entregara en Boca del Río un reconocimiento por su tenaz defensa de la libertad de expresión en Veracruz que durante los dos primeros años de su administración se vio seriamente amenazada por los atentados que grupos de la delincuencia organizada perpetraron en contra de varios comunicadores que perdieron la vida o tuvieron que salir de la entidad, las descalificaciones en contra del régimen del gobernador Duarte de Ochoa han arreciado a raíz de las agresiones físicas y verbales que han menudeado en contra de reporteros gráficos por parte de altos funcionarios y elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado.

A mediados de marzo, el propio titular de la SSP, Arturo Bermúdez Zurita, se vio implicado en una incómoda situación al reprobar el trabajo del fotorreportero Félix Márquez, de la agencia Cuartoscuro, quien difundió imágenes de un supuesto grupo de autodefensa civil.


En desagravio, Bermúdez tuvo que convocar a un desayuno en el Cuartel San José a los reporteros gráficos de Xalapa que había protestado por la agresión a su camarada. Ahí, el secretario duartista les refrendó su compromiso con la seguridad de todos los veracruzanos y les reiteró la determinación del gobierno del estado de garantizar la libertad de expresión e impulsar el trabajo con los medios de comunicación, así como brindarles todas las garantías para el libre ejercicio de sus funciones como informadores.

Sin embargo, dos semanas después, uno de sus más cercanos colaboradores, Roberto López Santoyo, director general de Tránsito, fue cómplice de la agresión física y verbal que uno de sus subordinados propinó al fotógrafo de “Diario de Xalapa”, David Bello Taboada, quien en un evento del Ayuntamiento local celebrado en un el Parque Juárez pretendió tomar imágenes al subdirector de Ingeniería Vial de la Dirección de Tránsito del estado José Miguel Torres Cházaro, quien había sufrido un infarto.

Según versión del agraviado, después López Santoyo se disculpó con él vía telefónica; pero en una imagen difundida por el diario digital “Alcalorpolitico.com”, se observa al director de Tránsito en una actitud totalmente indiferente ante la violenta discusión que a un par de metros sostiene uno de sus agentes con el fotógrafo Bello Taboada.


Cuatro días después de este suceso que provocó nuevamente el malestar gremial, la doctora Namiko Matzumoto Benítez, secretaria ejecutiva de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas –el principal motivo por el que la Asociación Mexicana de Editores de Periódicos A.C. le hizo el reconocimiento al gobernador Javier Duarte– le envió una misiva a López Santoyo en la que además de recordarle que el Gobierno del Estado de Veracruz “ha sido pionero en medidas específicas de garantía de la libertad de expresión”, como la Comisión que ella dirige, le exige también “que se actúe en consecuencia de dichos principios, y que los responsables de dicha agresión encuentren una respuesta enérgica por parte del Gobierno del Estado”.

“Es inaceptable que las personas que deben garantizar la prevalencia del Estado Constitucional de Derecho, sean los que atenten contra derechos fundamentales.

“Por este medio, le exhortamos a que esas reprobables acciones sean sancionadas, sujetando a los participantes en la agresión del periodista a las consecuencias y responsabilidades establecidas en las leyes”, concluye la doctora Matzumoto, quien reprobó la violencia ejercida contra el fotógrafo Bello porque “el haberle impedido la cobertura de un hecho noticioso representa una restricción ilegítima a su derecho a buscar y difundir información, así como un agravio a la sociedad veracruzana en su conjunto de estar plenamente informada.”


Sin embargo, los exhortos de la doctora Matzumoto no parecen tener mayor efecto, pues las agresiones continúan reproduciéndose en todos lados. Y es que a los casos de Félix Márquez y de David Bello se han sumado las agresiones a Víctor Fuentes, de la agencia Multigráfica; al jefe de Información de “El Mundo de Córdoba” en Huatusco, Enrique Zamora Díaz; de la reportera de ese mismo diario, Juliana Rincón Córdoba, y el domingo pasado a un fotorreportero del portal Alcalorpolitico.com, detenido por la policía… ¡por tomar imágenes de un conato de incendio en una casa abandonada en el centro histórico de Xalapa!

El 6 de abril, un día después de que el director de Tránsito López Santoyo prometió que acataría las recomendaciones que emitió la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas y que además daría capacitación en materia de derechos humanos y de garantías constitucionales a sus elementos para que mejoraran su labor respecto a la función social que desempeñan los comunicadores, en Martínez de la Torre elementos municipales agredieron a los reporteros René Izaguirre Huesca, corresponsal del periódico Expresión de Veracruz y director del periódico Tu Denuncia, y Edgar Juárez Gómez, reportero de nota policiaca de La Opinión de Poza Rica, quienes cubrían la detención de cuatro elementos de Tránsito del Estado en el municipio de San Rafael, por incurrir en una supuesta extorsión.

Según denunciaron los comunicadores agredidos, recibieron amenazas de muerte por hacer su labor informativa.


Con estos colaboradores, el gobernador Javier Duarte difícilmente le va quitar a su administración el estigma de “represora” de periodistas.