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Columnas y artículos de opinión
Economía y sociedad
El crecimiento de la economía estatal no disminuye la pobreza
Hilario Barcelata Chávez
15 de abril de 2013
alcalorpolitico.com
El crecimiento económico en Veracruz no tiene ningún impacto ni en el empleo y en el bienestar de la población. En general, se considera que la expansión del Producto Interno Bruto Estatal (PIBE) debe propiciar una mejoría en la cantidad de puestos de trabajo que se ofrecen en la economía y en la calidad de los mismos, sin embargo, las cosas no han sido asé en Veracruz.
 
En los últimos dos años, el PIBE creció 9.6% a pesar de lo cual la población desocupada en lugar de disminuir, aumentó 11.9% mientras que la población ocupada apenas creció un 3.7%. Estos indicadores expresan la falta de relación entre la expansión de la producción estatal y cantidad de puestos de ocupación existente. De igual modo, hay que observar que, en el mismo período 2010-2012, la población ocupada en las grandes empresas cayó un -16.6%, la ubicada en pequeñas empresas se redujo -0.8%, la de los micronegocios con establecimiento disminuyó -5.3% y la población ocupada en el sector gobierno se redujo en -20.7%. En contraste, la población ocupada en micronegocios sin establecimiento (economía informal) creció un 14.8%.
 

En cuanto a los indicadores de calidad de la ocupación, se puede observar que la población ocupada con contrato escrito sólo creció 1.8%, en cambio la población sin contrato escrito (muy probablemente empleo informal) creció 16.1%. Asimismo la población ocupada con prestaciones cayó -5.4%, en tanto que la que no recibe prestaciones aumentó un 24%.
 

En cuanto a la ocupación según su ingreso, puede observarse que el crecimiento de la población ocupada se da primordialmente en los segmentos de trabajadores con bajos ingresos, así, la población ocupada que recibe como pago no más de tres salarios mínimos creció un 15.1%, en tanto que los ocupados con remuneraciones superiores a 3 salarios mínimos, disminuyeron en -11.6% en el mismo período de análisis.
 
La falta de vinculación entre lo que pasa con el volumen de la producción y la ocupación, se corrobora al calcular los coeficientes de correlación “R” entre el desempeño del PIBE y los indicadores de empleo.
 
Este coeficiene permite identificar si dos variables están relacionados de alguna forma, de manera que se pueda suponer que pudiera existir una relación de dependencia entre una y otra. En este sentido, al medir el coeficiente, lo que se pretende encontrar es si el desempeño del PIBE está propiciando algún efecto en el volumen de la ocupación o en su calidad. El valor del coeficiente va del 0 al 1, y para considerar que existe relación el valor debe ser al menos de 0.6000.
 


Al realizar el cálculo, resulta que el coeficiente entre la tasa de crecimiento del PIBE y la de la ocupación es de RtcaPIBE/tcaPO = 0.2940, lo cual es un valor que expresa una insignificante relación entre ambas variables. Lo mismo sucede al comparar el desempeño del PIBE y la ocupación de calidad, es decir, la población ocupada con más de tres salarios mínimos: el coeficiente RtcaPIBE/tcaPO3sm = -0.2787 es decir, insignificante y además inverso. De igual modo, al compararlo con el comportamiento de la población con prestaciones, el coeficiente es RtcaPIBE/tcaPOconP = 0.1549608 y si se compara con la población con contrato escrito, el coeficiente es aún más bajo RtcaPIBE/tcaPOconC = 0.03229.
 
De hecho en el cálculo de los coeficientes para medir la relación entre la expansión productiva y el incremento de la ocupación y el mejoramiento de su calidad, resulta que en ningún caso, el coeficiente da un valor significativo, pues en ningún caso es superior al 0.3100.
 
En conclusión, la expansión de la economía veracruzana no aumenta la ocupación ni mejora su calidad. De manera que de nada vale presumir que hay crecimiento económico, que la inversión aumenta y que cada día hay más empresas, porque eso, de nada sirve para propiciar el desarrollo económico del estado, pues crecimiento y desarrollo, ahora se ve muy claro, son dos cosas distintas. Ahora, la pregunta es por qué sucede esto y que hay que hacer para que el esfuerzo productivo beneficie a todos.
 

Seguiré con este tema en la próxima colaboración.
 
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