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Columnas y artículos de opinión
Al Pie de la Letra
Medellín
Raymundo Jiménez
23 de abril de 2013
alcalorpolitico.com
El escándalo mediático activado por el PAN a través de videos y grabaciones clandestinas de funcionarios federales, estatales y municipales de Boca del Río que presuntamente estarían operando con recursos de la Sedesol una red electoral a favor de los candidatos del PRI, ha obligado a la cúpula del partido tricolor en Veracruz a reconsiderar algunas candidaturas priistas en varios municipios del estado donde se pretendían imponer por capricho, amistad, vínculo sentimental o intereses económicos a los aspirantes menos competitivos.
 
Uno de estos casos pareciera ser el de Medellín, cuya importancia política y económica estriba en ser un estratégico polo de desarrollo para la pujante zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
 
Medellín comparte varios proyectos metropolitanos con los municipios vecinos, pero una de sus participaciones más relevantes es en el Órgano de Gobierno del Sistema de Agua y Saneamiento (SAS), cuya presidencia se van rotando los alcaldes de esa conurbación, los cuales designan al Director General de este organismo creado en el año 2002 al transferirles el gobierno del estado a dichos ayuntamientos la prestación de los servicios de agua potable y alcantarillado, así como el tratamiento y reciclamiento de las aguas residuales.
 

El agua que proporciona SAS a los más de 170 mil usuarios contratados de la zona metropolitana la toma del río Jamapa en un 50 por ciento; la otra mitad restante la obtiene del subsuelo a través de pozos profundos distribuidos en los tres municipios.
 
En este trienio no ha habido mayores conflictos para aprobar acuerdos, gastos y proyectos porque los tres ediles –la porteña Carolina Gudiño; Marcos Isleño, de Medellín, y Salvador Manzur, quien acaba de ser sustituido por su suplente Anselmo Estandía en el palacio boqueño– son de extracción priista. ¿Pero qué pasaría si el 7 de julio próximo ganaran las alcaldías del puerto de Veracruz y Boca del Río los candidatos del PAN, Rafael Acosta Croda y Miguel Ángel Yunes Márquez, quienes traen la espada desenvainada contra los ediles priistas y el ex diputado local del PRI, José Ricardo Ruiz Carmona, aspirante a la alcaldía jarocha que hace dos semanas solicitó permiso para separarse de la Dirección General de SAS por 30 días?
 
En el puerto de Veracruz y Boca del Río las candidaturas de los empresarios Ramón Poo Gil y Sergio Pazos Navarrete son inamovibles, pero en Medellín el PRI todavía está a tiempo de reconsiderar, pues pretenden imponer como candidato a Cipriano Hernández Romero, ampliamente conocido porque el sexenio pasado concursó en un programa de canto de Televisa. Sin embargo, su desempeño como director de Fomento Agropecuario en el actual ayuntamiento fue muy pobre y cuestionado por su escasa preparación profesional y desconocimiento de la administración pública municipal.
 

El cantante nativo de la localidad de El Tejar es incondicional del alcalde Marcos Isleño, quien primero trató de imponer a su “cuñado” Pedro Delgado Luna, ex titular de Protección Civil del ayuntamiento, y presume tener también el apoyo del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán y del munícipe boqueño con licencia, Salvador Manzur, flamante secretario de Finanzas y Planeación del estado, el cual ha quedado política y legalmente vulnerable por la denuncia que sus adversarios del PAN interpusieron en su contra ante la Procuraduría General de la República por presuntos delitos electorales.
 
En Medellín, el Comité Directivo Estatal del PRI midió con encuestas a otros cuatro aspirantes, entre ellos a la señora Leticia Martínez Reyes, esposa del líder sindical de TAMSA, Pascual Lagunes, la cual radica en Boca del Río; de todos, el mejor posicionado en las preferencias electorales resultó ser el empresario Secundino Ramón Lara, ex dirigente local priista y actual delegado distrital de la agrupación México Nuevo, quien en 2010 fue disciplinado y dejó pasar a Isleño, entonces tesorero municipal.
 
El posicionamiento de Ramón Lara no es fortuito, pues desde hace tres años ha continuado trabajando políticamente en su municipio, a cuyos simpatizantes ha convencido con ambiciosos proyectos de desarrollo comercial y de infraestructura urbana y vial para Medellín.
 

BIEN LIBRADO
 
Contrario a lo que esperaban sus detractores, el gobernador Javier Duarte de Ochoa salió bastante bien librado en la cuarta visita que el presidente Enrique Peña Nieto realizó a Veracruz en medio de la polémica de una presunta red de funcionarios estatales y la Secretaría de Desarrollo Social que pretendía, según el PAN, usar programas sociales en las elecciones locales del 7 de julio próximo.
 
Y es que de acuerdo a las crónicas periodísticas, cuando llegó el Primer Mandatario ya lo esperaba casi la totalidad de su gabinete presidencial, y, en primera fila, ubicó casi junto a él en el estrado, a la titular de la Sedesol, Rosario Robles, y al gobernador Duarte.
 

En público Peña no hizo alusión a la acusación panista.
 
Previamente, el mandatario veracruzano recibió en la Base Naval al Presidente y voló en su helicóptero a la Escuela Naval, además de que estuvieron juntos alrededor de dos horas en la comida privada que ofreció la Marina.
 
A su regreso de Veracruz, relatan que Peña Nieto se sonrojó cuando, en el Hangar Presidencial, los reporteros le preguntaron qué le informó Duarte sobre el tema de la supuesta red electoral priista y qué acciones vienen. Pero el jefe del Ejecutivo federal les afirmó que no tocaron ese tema. “Nos comprometimos a trabajar”, dicen que respondió el Presidente, quien detalló que en su lugar platicó sobre la importancia de la Escuela Naval y que en la comida el Mariachi de la Marina tocó una pieza dedicada a Atlacomulco, su tierra natal.