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Columnas y artículos de opinión
Prosa Aprisa
El cierre de un ciclo político
Arturo Reyes Isidoro
2 de mayo de 2013
alcalorpolitico.com
El 17 de agosto del 2012, publiqué: “Recién había asumido el cargo, en un prolongadísimo desayuno Enrique (Ampudia Mello) me comentó, o así le entendí, que su pretensión no era venir a echar raíces a Xalapa, a Veracruz, a quedarse a vivir para siempre, sino a servir por el tiempo que fuera necesario; tampoco estaba –o está– entre sus pretensiones venir a ocupar el cargo de otro (me habló muy bien del Secretario de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón), a desplazar a nadie, sino sólo a responder, a ofrecer resultados y a servir al gobernador Duarte de Ochoa, a quien le está agradecido y reconocido por la confianza que le otorgó”.
 
Si la información es correcta y no hay cambio de aquí a la fecha, todo indica que el Subsecretario de Gobierno, Enrique Ampudia Mello, cerrará su ciclo de su vida pública en Veracruz en dos meses más. Estaría haciendo, o ya tiene hechas, maletas para regresar al Distrito Federal apenas pasen las elecciones del 7 de julio. Se reincorporaría al equipo de trabajo de su jefe y amigo, Miguel Osorio Chong, secretario de Gobernación, de cuyo lado salió durante la transición de gobierno en julio del año pasado para venir a Veracruz atendiendo una indicación que le dieron.
 
En realidad, que se sepa, Ampudia nunca ha perdido contacto con su base y cuando es necesario viaja al D. F., pero siempre cuidando mucho las formas: no lo hace sin informar de ello a su superior, el Ejecutivo del estado, así como el motivo de su desplazamiento.
 

(La versión es que en desde meses atrás habría pretendido irse, pero le pidieron que aguantara –“Aguanta Rosario”, le dijo Peña Nieto a la titular la Sedesol, en ya célebre frase. Además de que ahora ya hay un representante oficial de la Secretaría de Gobernación en el estado, Alberto Amador Leal.)
 
El pasado 11 de marzo, el periodista Raymundo Jiménez comentó en su columna Al Pie de la Letra (“Los idus de marzo”) que había caído como “bomba” entre algunos altos funcionarios del gabinete duartista el sorpresivo retorno político del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán.
 
Aquel retorno ocurrió la tarde del miércoles 6 de febrero, en una comida privada en la Casa Veracruz “donde departió con su sucesor Javier Duarte de Ochoa, el grupo de diputados locales del PRI y el dirigente estatal priista Erick Lagos Hernández”.
 

El bombazo fue porque, explicó el colega, esos altos funcionarios, el secretario y el subsecretario de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón y Enrique Ampudia Mello, “ignoraban el motivo de dicha reunión… quienes se enteraron de la presencia del ex mandatario por una fotografía que circuló unas horas después en algunos portales de internet”.
 
“Posteriormente trascendería que en esa reunión el ex gobernador habría sido invitado para participar en la elección local de julio próximo como candidato de representación proporcional a la diputación local. Es de suponerse que Herrera vendrá a hacer también campaña electoral con el resto de los candidatos de su partido y que operará políticamente de manera coordinada con el gobernador Duarte de Ochoa y el dirigente priista Lagos Hernández”.
 
Una versión más completa de aquella “bomba” es que, en efecto, Ampudia Mello comía con algunos periodistas cuando le fue mostrada la fotografía de la reunión en la Casa Veracruz. Repuesto de la sorpresa, apenas terminado su convivio, se fue directo a la Secretaría de Gobierno y entró saludando con un “Gerardo (Buganza Salmerón), ¿sabías tú algo de esto? ¿Te informaron de esta reunión?”. También, sorprendido, Buganza habría dicho que no, que era la primera noticia que tenía de ello. Se encerraron y quién sabe qué comentaron.
 

Pero se sabe que no fue la única reunión de la que no se les informó ni se les convocó y se les excluyó: también de las de Boca del Río, que han sido motivo de un escándalo mayúsculo porque fueron videograbadas durante seis meses para Miguel Ángel Yunes Linares, según publicó Sergio Aguayo en Reforma el pasado 24 de abril, en un artículo que tituló “Preocupémonos”.
 
Lo que son las circunstancias políticas y del tiempo: hoy, el hecho de que se hiciera a un lado a los titulares de las oficinas operadoras políticas del Gobierno (el “dos” y el “tres” se les llama en el argot político), no sólo los ha puesto a salvo del escándalo y todas sus consecuencias, sino que los posiciona para operar con toda solvencia y autoridad a favor del gobierno de Javier Duarte de Ochoa cuando éste más los necesita y lo necesita.
 
Esto es, en pleno proceso electoral y ante un grave problema de tipo electoral, no verse involucrados en una estructura operativa paralela, ajenos a toda sospecha, les permite la aprobación del altiplano, pero ser también interlocutores válidos con los actores políticos de todas las formaciones y participar en la vida pública del estado cubriendo a su jefe el Gobernador sin temor al acoso de la prensa ni a algún reclamo o reproche ciudadano o de alguien de la oposición, que es lo que han estado haciendo.
 

El viernes pasado por la tarde pude observar a Ampudia actuar con toda tranquilidad, con mucha seguridad, representar con toda autoridad y dignidad al gobernador Javier Duarte de Ochoa en la inauguración de la Feria Internacional del Libro Universitario (me gustó el párrafo de su intervención cuando dijo: “En una sociedad lectora se respeta y propicia la autonomía, la diversidad y la pluralidad, que no quiere decir únicamente la proliferación de voces diferentes, sino que haya diálogos fructíferos entre ellas, siempre privilegiando ideas, principios y valores por sobre intereses y conveniencias particulares”).
 
Ese día, el Subsecretario –lo estuve observando durante la ceremonia–, mientras en la administración estatal enfrentaban un vendaval político, él se veía relajado y durante toda la ceremonia sonrió, proyectó la imagen de un gobierno no en crisis sino en pleno trabajo y en comunión con todas las expresiones de la vida pública del estado, algo importante sobre todo ante una comunidad exigente como es la académica y universitaria, de lectores.
 
Ahora, parece ser que su ciclo en Veracruz está por concluir, o él ha decido que debe concluir ya.