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Columnas y artículos de opinión
Tierra de Babel
¡Salud, madre…!
Jorge Arturo Rodríguez
9 de mayo de 2013
alcalorpolitico.com
De sobra sabemos los mexicanos el significado que tiene para nosotros la palabra “madre”, escritas así en minúsculas, aunque hay quienes la pronuncian y la escriben con mayúscula, “Madre”, y hasta con mayúsculas todas, “MADRE”. Es, sin duda, la idiosincrasia del mero mero mexicano, ahí justamente donde se incrusta todo lo que es, todo lo que constituye, lo que simboliza; y es ahí mismito donde disfrutamos, sufrimos y lloramos, vaya, donde nos insultamos y nos mandamos a chingar a nuestra madre. ¡Chin! ¡Ojalá la censura no sepa de esta ultima expresión, o venga a joder la Suprema Corte de Justicia.
 
En fin, que ahí están las estadísticas, pa’ que vaya y se entere de cómo la están pasando las madres mexicanas, cada día peor, pos no alcanza ni pal huevo que anda volando altísimo; ni qué decir de las tortillas y de los chiles pa’ la salsa; eso en cuanto a las madres que aún pueden comprar alguito con lo raquítico que dejan los padres o cualquier otro miembro de la familia. Porque para qué hablar de las madres solteras, de las madres que sufren violencia intrafamiliar, de las madres desempleadas, de las madres con empleos mal pagados, de las madres enfermas, vaya, de las madres que en estos momentos la están pasando de la madre… ¡En este México lindo y querido! Aquí donde las promesas afloran a cada esquina, y eso en tiempos no electorales, porque ya verán como nos inundamos de tantos ofrecimientos y palabrerías en las próximas semanas.
 
Cierto, la más bella palabra en labios de un hombre es la palabra madre, y la llamada más dulce: madre mía, dijera Khalil Gibran. Y como dijo José Martí, hay un solo niño bello en el mundo y cada madre lo tiene. Feliz Día de la Madre.
 

Pero ojo, mucho ojo, acuérdense que la desconfianza es madre de la seguridad, y en estos tiempos esas palabras de Aristófanes resultan hoy más que ciertas y con mucho sentido para que no nos lleve la madre.
 
Los trabajos y los días
 
Da gusto enterarse de buenas noticias y que éstas, sobre todo, resulten ciertas. O mínimo que lo anunciado se vaya concretando. Por eso celebro que hace unos días mi gobernador Javier Duarte de Ochoa presentara 39 acciones del programa Salud para todos los Veracruzanos.
 

Según que se trata de una estrategia enfocada a prevenir las enfermedades, promover la salud, las prácticas de vida saludable y procurar el bienestar de todas las familias veracruzanas en una visión integral. ¡Chido!
Y la cosa no queda ahí, el mandatario estatal anunció una inversión de casi 300 millones de pesos anuales para la nivelación salarial de los trabajadores de los Servicios de Salud de Veracruz (Sesver). ¡Chido, Chido!
 
Eso está güeno, sin duda, porque dad al hombre salud y metas a alcanzar y no se detendrá a pensar sobre si es o no feliz, ¿o no, George Bernard Shaw?
 
Pero, sinceramente, nosotros, todos juntos o no, debemos de cuidarnos y no andar comiendo ni bebiendo chingadera y media que con el tiempo vienen a transformarse en chingadera completa, y luego ahí vamos al servicio médico pa’ que nos curen. Hay que prevenir, no lamentar, dicen… Seamos conscientes, y cuidemos nosotros mismos nuestra salud…. ¿Es mucho pedir?

 
De cinismo y anexas
 
Hablando de estos menesteres, Blaise Pascal planteó alguna vez: “Por muchas riquezas que el hombre posea y por grandes que sean la salud y las comodidades que disfrute, no se siente satisfecho si no cuenta con la estimación de los demás”. ¿Será?
 
Por lo pronto, ¡SALUD, MADRE!, y ahí se ven.

 
Hasta la próxima
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