10 de mayo de 2013
alcalorpolitico.com
No es nativo de Xalapa ni cuenta con una vecindad muy antigua y tampoco es el militante del PAN más conocido o popular en la capital veracruzana, sin embargo el ex delegado estatal de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Abel Cuevas Melo, se empecinó y logró ser el candidato del partido blanquiazul a la alcaldía xalapeña.
¿Por qué el ex diputado local y federal por Coatepec decidió apostarle a esta aventura política si sabe que en las tendencias electorales está muy por abajo no sólo del priista Américo Zúñiga Martínez sino hasta de la señora Dulce María Dauzón, del partido Movimiento Ciudadano (MC), la cual ha tapizado toda la ciudad con anuncios espectaculares?
Una primera explicación, quizá la más simplista, podría ser que Abel no se le quiso cruzar a su hermano Andrés Cuevas en su aspiración por la candidatura de Acción Nacional a la presidencia municipal de Coatepec.
Pero, ¿por qué buscar la alcaldía de Xalapa a sabiendas de que sólo dispondrá de 34 días efectivos de campaña para tratar de revertir la amplia ventaja que le sacan los virtuales candidatos del PRI y MC?
¿Cuáles serán las cartas que esconderá bajo la manga el audaz ex delegado estatal de la Sedesol?
Una posible respuesta, aparentemente la de mayor lógica, estaría sustentada en el último saldo electoral del PAN en el municipio de Xalapa, donde hace diez meses, en julio de 2012, el partido blanquiazul logró en la elección de diputados federales una sorprendente votación ya que obtuvo más de 40 mil sufragios con una candidata totalmente desconocida y desarraigada de la capital veracruzana, la cual de última hora tuvo que ser impuesta por la dirigencia panista para ocupar el lugar de Ulises Chama, pues Acción Nacional debía cumplir con la cuota de género que la ley exige para evitar también la sanción que estaba por infringirle el Instituto Federal Electoral (IFE).
Rosa Hilda Llamas González, ex regidora del PAN en el municipio de Poza Rica, obtuvo todavía más votos que el candidato de la alianza PRI-PVEM, Reynaldo Escobar Pérez, ex alcalde xalapeño, ex secretario de Gobierno y ex procurador general de Justicia del estado, quien fue relegado hasta el tercer lugar de la votación distrital.
¿Cómo fue posible que en sólo tres meses de campaña la panista pozarricense fuera la segunda opción más votada por el electorado xalapeño?
Una explicación sería que en Xalapa una parte del voto antipriista no fue para la candidata Rosy Llamas sino para su partido. A ello habría que sumar también el llamado “voto duro” de Acción Nacional, que independientemente de quién sea el candidato siempre va a ser a favor del blanquiazul. Pero éste no es muy abultado.
Otro factor pudo haber sido el efecto Josefina Vázquez Mota, la candidata presidencial del PAN, pero en Xalapa arrolló el ex perredista Andrés Manuel López Obrador, quien a su vez detonó el apabullante triunfo del diputado federal del PRD, Uriel Flores Aguayo, quien sumó más de 70 mil votos.
¿Cómo fue entonces que el PAN, con una candidata totalmente desconocida y sin arraigo en la capital veracruzana sacó todavía unos miles de votos por encima del candidato del PRI?
No hay que ser brujo para adivinar que el apoyo a los candidatos del PAN provino de la estructura burocrática del gobierno federal que hasta noviembre de 2012 estuvo en manos de Acción Nacional.
Y uno de los principales operadores electorales fue Abel Cuevas desde la delegación estatal de la Sedesol; igual que Miguel Ángel Yunes Márquez lo hizo también como coordinador estatal del programa Oportunidades.
A ello parece apostarle Cuevas Melo como candidato del PAN a la alcaldía de Xalapa, y a ello le habría apostado también Yunes Márquez en su intento por volver a gobernar el municipio de Boca del Río.
No es casual –en política nada es producto de la casualidad– que precisamente el escándalo de los audios y videos activado por los Yunes sobre los operadores priistas que pretendían usar electoralmente los programas de la Sedesol se haya dado en el territorio boqueño, donde los panistas dejaron una estructura de beneficiarios que apoyan y trabajan para el partido blanquiazul.
Precisamente anteayer, miércoles 8 –al día siguiente de la firma del adéndum que los dirigentes nacionales del PAN y PRD exigieron que se añadiera al Pacto por México para evitar el uso electoral de los programas sociales–, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, adelantó a miembros del Congreso de la Unión algunos de los “candados” que se propondrán para la designación de los futuros delegados de las dependencias federales en las entidades federativas.
Durante una reunión con diputados que integran la Comisión Especial de Programas Sociales, el titular de la Segob explicó que justamente una de las propuestas que se perfilan es que un delegado estará impedido de ser candidato a algún cargo de elección popular uno o dos años después de dejar dicho cargo.
También detalló que para ser delegado se deberá cumplir con el requisito de no haber sido legislador, servidor público, alcalde o haber tenido un cargo de dirección en partido político, pues con ello, según explicó Osorio Chong a los diputados, se buscará evitar la manipulación política de los programas sociales.
Es más, en este encuentro, el secretario de Gobernación habría resaltado el compromiso del presidente Enrique Peña Nieto para crear una figura que llamó Registro Nacional de Beneficiarios de Programas Sociales, el cual incorporará los nombres de todos los beneficiarios de los programas sociales a nivel federal, estatal y municipal, tanto para evitar duplicar apoyos como para asegurar que éstos lleguen a la gente que realmente los necesita.
EN ASCUAS
Si no hubo cambio de última hora, este jueves 9 de mayo debieron oficializarse alrededor de 15 nombramientos de nuevos delegados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para igual número de entidades del país.
Pero, según trascendió, entre esa camada de representantes estatales del IMSS no se habrían incluido todavía los de las delegaciones Veracruz Norte y Veracruz Sur.
¿Seguirán firmes el ex diputado federal de Cosoleacaque, Antonio Benítez Lucho, y el ex alcalde porteño Jon Rementería Sempé?
¿Por qué el ex diputado local y federal por Coatepec decidió apostarle a esta aventura política si sabe que en las tendencias electorales está muy por abajo no sólo del priista Américo Zúñiga Martínez sino hasta de la señora Dulce María Dauzón, del partido Movimiento Ciudadano (MC), la cual ha tapizado toda la ciudad con anuncios espectaculares?
Una primera explicación, quizá la más simplista, podría ser que Abel no se le quiso cruzar a su hermano Andrés Cuevas en su aspiración por la candidatura de Acción Nacional a la presidencia municipal de Coatepec.
Pero, ¿por qué buscar la alcaldía de Xalapa a sabiendas de que sólo dispondrá de 34 días efectivos de campaña para tratar de revertir la amplia ventaja que le sacan los virtuales candidatos del PRI y MC?
¿Cuáles serán las cartas que esconderá bajo la manga el audaz ex delegado estatal de la Sedesol?
Una posible respuesta, aparentemente la de mayor lógica, estaría sustentada en el último saldo electoral del PAN en el municipio de Xalapa, donde hace diez meses, en julio de 2012, el partido blanquiazul logró en la elección de diputados federales una sorprendente votación ya que obtuvo más de 40 mil sufragios con una candidata totalmente desconocida y desarraigada de la capital veracruzana, la cual de última hora tuvo que ser impuesta por la dirigencia panista para ocupar el lugar de Ulises Chama, pues Acción Nacional debía cumplir con la cuota de género que la ley exige para evitar también la sanción que estaba por infringirle el Instituto Federal Electoral (IFE).
Rosa Hilda Llamas González, ex regidora del PAN en el municipio de Poza Rica, obtuvo todavía más votos que el candidato de la alianza PRI-PVEM, Reynaldo Escobar Pérez, ex alcalde xalapeño, ex secretario de Gobierno y ex procurador general de Justicia del estado, quien fue relegado hasta el tercer lugar de la votación distrital.
¿Cómo fue posible que en sólo tres meses de campaña la panista pozarricense fuera la segunda opción más votada por el electorado xalapeño?
Una explicación sería que en Xalapa una parte del voto antipriista no fue para la candidata Rosy Llamas sino para su partido. A ello habría que sumar también el llamado “voto duro” de Acción Nacional, que independientemente de quién sea el candidato siempre va a ser a favor del blanquiazul. Pero éste no es muy abultado.
Otro factor pudo haber sido el efecto Josefina Vázquez Mota, la candidata presidencial del PAN, pero en Xalapa arrolló el ex perredista Andrés Manuel López Obrador, quien a su vez detonó el apabullante triunfo del diputado federal del PRD, Uriel Flores Aguayo, quien sumó más de 70 mil votos.
¿Cómo fue entonces que el PAN, con una candidata totalmente desconocida y sin arraigo en la capital veracruzana sacó todavía unos miles de votos por encima del candidato del PRI?
No hay que ser brujo para adivinar que el apoyo a los candidatos del PAN provino de la estructura burocrática del gobierno federal que hasta noviembre de 2012 estuvo en manos de Acción Nacional.
Y uno de los principales operadores electorales fue Abel Cuevas desde la delegación estatal de la Sedesol; igual que Miguel Ángel Yunes Márquez lo hizo también como coordinador estatal del programa Oportunidades.
A ello parece apostarle Cuevas Melo como candidato del PAN a la alcaldía de Xalapa, y a ello le habría apostado también Yunes Márquez en su intento por volver a gobernar el municipio de Boca del Río.
No es casual –en política nada es producto de la casualidad– que precisamente el escándalo de los audios y videos activado por los Yunes sobre los operadores priistas que pretendían usar electoralmente los programas de la Sedesol se haya dado en el territorio boqueño, donde los panistas dejaron una estructura de beneficiarios que apoyan y trabajan para el partido blanquiazul.
Precisamente anteayer, miércoles 8 –al día siguiente de la firma del adéndum que los dirigentes nacionales del PAN y PRD exigieron que se añadiera al Pacto por México para evitar el uso electoral de los programas sociales–, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, adelantó a miembros del Congreso de la Unión algunos de los “candados” que se propondrán para la designación de los futuros delegados de las dependencias federales en las entidades federativas.
Durante una reunión con diputados que integran la Comisión Especial de Programas Sociales, el titular de la Segob explicó que justamente una de las propuestas que se perfilan es que un delegado estará impedido de ser candidato a algún cargo de elección popular uno o dos años después de dejar dicho cargo.
También detalló que para ser delegado se deberá cumplir con el requisito de no haber sido legislador, servidor público, alcalde o haber tenido un cargo de dirección en partido político, pues con ello, según explicó Osorio Chong a los diputados, se buscará evitar la manipulación política de los programas sociales.
Es más, en este encuentro, el secretario de Gobernación habría resaltado el compromiso del presidente Enrique Peña Nieto para crear una figura que llamó Registro Nacional de Beneficiarios de Programas Sociales, el cual incorporará los nombres de todos los beneficiarios de los programas sociales a nivel federal, estatal y municipal, tanto para evitar duplicar apoyos como para asegurar que éstos lleguen a la gente que realmente los necesita.
EN ASCUAS
Si no hubo cambio de última hora, este jueves 9 de mayo debieron oficializarse alrededor de 15 nombramientos de nuevos delegados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para igual número de entidades del país.
Pero, según trascendió, entre esa camada de representantes estatales del IMSS no se habrían incluido todavía los de las delegaciones Veracruz Norte y Veracruz Sur.
¿Seguirán firmes el ex diputado federal de Cosoleacaque, Antonio Benítez Lucho, y el ex alcalde porteño Jon Rementería Sempé?