La verdad es que no tiene nada que ver, pero como dice la canción de Silvio Rodríguez: “Y cómo pasa el tiempo, que de pronto son años…”. O como canta su cuate trovador Pablo Milanés: “El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos y el amor no lo reflejo, como ayer…” Bueno, sin ponernos melancólicos ni mucho menos, el caso es que ha pasado el tiempo y este 15 de mayo se cumplió un año de la muerte de Carlos Fuentes. (Y hace tres, el rockero argentino Gustavo Cerati cayó en coma). ¡Pa’ su suerte! Como dicen por ahí: ni se sintió.
 
El 1º de enero de 2003, Carlos Fuentes escribió en la revista Nexos, el artículo “Felicidad”, y como no hay mejor manera de extrañarlo y entrañarlo que volver a sus palabras, él se preguntó: “¿Hay felicidad que no se vea empañada, más tarde o más temprano, por la muerte del ser querido, la ruptura de la relación amatoria, la fidelidad traicionada, la amistad quebrada?”

Quien quiera saber la respuesta, que se acerque al artículo citado.
Bueno, ya saben que Fuentes dijo que no existe la libertad, sino la búsqueda de la libertad, y esa búsqueda es la que nos hace libres. También escribió: “Comencé a escribir para vivir y ahora escribo para no morir”.

 
En fin, ahí están sus libros, ahí está Carlos Fuentes en su tinta, sólo léanlo. Por cierto, él expresó que para crear debes estar consciente de las tradiciones, pero para mantener las tradiciones debes de crear algo nuevo.
Ah, el músico Leo García dijo de Cerati: “Su manera de tocar, de cantar, es muy avasallante; es imposible querer tocar o cantar como él. Gustavo es como el sol, una guía que uno intenta seguir”. No dejen de escucharlo; a Soda Stereo tampoco.
 
Los días y los temas
 

Dicen los que estuvieron en días pasados en el Zócalo de la Ciudad de México, que al final de su concierto Miguel Bosé pidió a los mexicanos cantar fuerte y amar la libertad, y luego expresó. “¡Que nunca te la quiten, México!”, o algo por el estilo. Lo haya dicho como la haya dicho, ¿a qué se refería realmente? ¿El que tanga oídos que oiga? Ya tenemos tarea…
 
Por cierto, la cantante, actriz, bailarina, pintora y compositora alemana Ute Lemper, en la ciudad de Puebla donde rindió un concierto el pasado sábado 4 de mayo, dijo que estamos viviendo un progreso inhumano, obsesionado con el poder, “no podemos hacer nada en un mundo de privilegios para unos cuantos”. ¿A poco?
 
En entrevista, sostuvo: “La situación económica es complicada, el concepto de la Europa unida con diferentes culturas e ideologías es muy problemático. Es una idea buena, pero la realidad es complicada y ahora veo las consecuencias de la unión europea. Los problemas a nivel mundial son el sistema económico, la política, el dinero, la deshonestidad, la no transparencia, el poder para unos cuantos, fenómenos que se dan en todo el planeta. Los bancos, las petroleras, todo el sistema económico está basado en dinero y poder, y ese síntoma es internacional”.
Ah, entonces, ¿cuidemos nuestra libertad? ¿Por ahí va el asunto?

 
De cinismo y anexas
 
Andando por estos rumbos, el filósofo cubano Enrique Ubieta Gómez dijo, otra vez toda proporción guardada, que aquí en México “pueden haber muchos partidos en el poder mientras se conserve en sistema capitalista. Por eso, las expectativas que creó la ausencia del PRI en el gobierno fue una falsa ilusión, porque todo sigue igual, el PAN hizo lo mismo que el PRI, y lo haría otro partido. La alternabilidad de partidos en la sociedad mexicana es pura ficción, pues sólo se trata de cómo hacer más eficiente la entrega del país a los intereses trasnacionales”. O sea, ¿estamos fritos? ¡Gulp!

Por lo pronto, ahí se ven.

 
Hasta la próxima
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