25 de mayo de 2013
alcalorpolitico.com
Tuve el privilegio de conversar con los directores solidarios de licenciaturas y grados superiores de la UPAV, del municipio de Minatitlán, que son coordinados por el sobresaliente profesional Luis Prudencio Almanza Estrada.
Mi amigo Luis Prudencio tuvo la gentileza de hacerme llegar la propuesta de los asesores con verdadero y auténtico sentido histórico, porque el interés de ellos consistió en que ese campus lleve el nombre de Luis Arturo Ramos Zamudio, novelista que ha tenido grandes éxitos en la docencia, la investigación y fundamentalmente en la creación literaria.
Me satisface saber que un hombre que ha descollado desde estudiante en primaria, secundaria, preparatoria y que además despuntó en la Universidad Veracruzana como editor, haya sido seleccionado para que se sume al campus de la institución creada por el Gobernador Javier Duarte de Ochoa. Desde el día 25 de mayo esta designación fue aceptada por el cúmulo de directores, maestros y también por los estudiantes que hacen posible la vida didáctica, científica y de desarrollo cultural de esta nueva casa de estudios en Veracruz.
Cuando me informaron sobre su decisión, me dio mucho gusto, porque a Luis Arturo lo conozco por su obra, desde hace mucho tiempo. Excelente literato, desde joven escogió cursar la carrera de Letras Españolas en la Universidad Veracruzana; allí destacó de manera muy objetiva como intelectual dedicado a estudiar, escribir, desarrollar historias y poner su imaginación al servicio de la cultura. Posteriormente, fue catedrático y gran elemento como forjador de nuevas generaciones; se constituyó en un paradigma que pide a los jóvenes cultivarse, investigar, utilizar su tiempo para crear valores no tan sólo en las aulas, sino fuera de ellas, con el propósito de brillar dentro de las familias y en la sociedad.
Ramos Zamudio ha sido un excepcional escritor; dirigió la revista La Palabra y el Hombre, publicación espléndida que registra lo más connotado de la literatura local y nacional; igualmente se debe subrayar que fue jefe de publicaciones en su misma Alma Mater.
Lo que más me agrada es que siempre lo distinguió Sergio Galindo, ese formidable creador veracruzano, quien fue el primer Jefe del Departamento Editorial de la UV en el año de 1953. Además, conjugó su autoría en novelas con la actividad universitaria; es un personaje estimado por los paisanos, y a quien nadie olvida porque publicó por vez primera, en 1962, Los Funerales de la Mamá Grande, cuyo autor es el colombiano Gabriel García Márquez, actualmente premio nobel de literatura por su libro Cien Años de Soledad.
El investigador al que los estudiantes y catedráticos de la UPAV en Minatitlán hoy proyectan y admiran con gran respeto y reconocimiento, fue coordinador del Taller Literario del Instituto Nacional de Bellas Artes, en Orizaba, Ver., lugar donde realizó una labor resplandeciente, extraordinaria que sirvió de ejemplo y de antecedente para muchos universitarios veracruzanos; por su preparación ha sido invitado para dirigir suplementos culturales de periódicos y revistas, a fin de dar a conocer no tan sólo su calidad como prosista, sino su imaginación, prestigio y enormes deseos por difundir la cultura; de la misma manera, ha participado de manera destacada en los diarios La Nación y El Dictamen.
Los investigadores e intelectuales aprecian que Luis Arturo es el autor de Crónicas del País Vecino, La Señora de la Fuente y Otras Parábolas de Fin de Siglo, La Casa del Ahorcado, Este Era un Gato, Domingo Junto al Paisaje, Intramuros y otros muy importantes literariamente hablando.
También aceptó ser un trabajador y colaborador en los Estados Unidos de Norteamérica, porque fue profesor invitado primero en la Universidad de Missouri, allá por el año de 1986, y luego tuvo el privilegio de ser Coordinador en la Maestría de Creación Literaria de la Universidad de Texas, en El Paso.
Como usted observa, aquilata y juzga, maestros y estudiantes de Minatitlán han querido dejar constancia de que el hombre más destacado en el ejercicio de las letras que ha nacido en esa tierra, siempre sea motivo de reconocimiento impecable, no tan sólo entre ellos, sino en cada una de las cátedras, por lo cual han acordado que la Universidad Popular en ese municipio tenga a bien organizar, a partir del mes de julio, conferencias sistemáticas sobre la labor literaria de Luis Arturo Ramos, para que lo conozcan en las colonias, comunidades y fundamentalmente en las escuelas, ya que en verdad representa uno de los más distinguidos talentos oriundos de esa gloriosa ciudad.
[email protected]
Mi amigo Luis Prudencio tuvo la gentileza de hacerme llegar la propuesta de los asesores con verdadero y auténtico sentido histórico, porque el interés de ellos consistió en que ese campus lleve el nombre de Luis Arturo Ramos Zamudio, novelista que ha tenido grandes éxitos en la docencia, la investigación y fundamentalmente en la creación literaria.
Me satisface saber que un hombre que ha descollado desde estudiante en primaria, secundaria, preparatoria y que además despuntó en la Universidad Veracruzana como editor, haya sido seleccionado para que se sume al campus de la institución creada por el Gobernador Javier Duarte de Ochoa. Desde el día 25 de mayo esta designación fue aceptada por el cúmulo de directores, maestros y también por los estudiantes que hacen posible la vida didáctica, científica y de desarrollo cultural de esta nueva casa de estudios en Veracruz.
Cuando me informaron sobre su decisión, me dio mucho gusto, porque a Luis Arturo lo conozco por su obra, desde hace mucho tiempo. Excelente literato, desde joven escogió cursar la carrera de Letras Españolas en la Universidad Veracruzana; allí destacó de manera muy objetiva como intelectual dedicado a estudiar, escribir, desarrollar historias y poner su imaginación al servicio de la cultura. Posteriormente, fue catedrático y gran elemento como forjador de nuevas generaciones; se constituyó en un paradigma que pide a los jóvenes cultivarse, investigar, utilizar su tiempo para crear valores no tan sólo en las aulas, sino fuera de ellas, con el propósito de brillar dentro de las familias y en la sociedad.
Ramos Zamudio ha sido un excepcional escritor; dirigió la revista La Palabra y el Hombre, publicación espléndida que registra lo más connotado de la literatura local y nacional; igualmente se debe subrayar que fue jefe de publicaciones en su misma Alma Mater.
Lo que más me agrada es que siempre lo distinguió Sergio Galindo, ese formidable creador veracruzano, quien fue el primer Jefe del Departamento Editorial de la UV en el año de 1953. Además, conjugó su autoría en novelas con la actividad universitaria; es un personaje estimado por los paisanos, y a quien nadie olvida porque publicó por vez primera, en 1962, Los Funerales de la Mamá Grande, cuyo autor es el colombiano Gabriel García Márquez, actualmente premio nobel de literatura por su libro Cien Años de Soledad.
El investigador al que los estudiantes y catedráticos de la UPAV en Minatitlán hoy proyectan y admiran con gran respeto y reconocimiento, fue coordinador del Taller Literario del Instituto Nacional de Bellas Artes, en Orizaba, Ver., lugar donde realizó una labor resplandeciente, extraordinaria que sirvió de ejemplo y de antecedente para muchos universitarios veracruzanos; por su preparación ha sido invitado para dirigir suplementos culturales de periódicos y revistas, a fin de dar a conocer no tan sólo su calidad como prosista, sino su imaginación, prestigio y enormes deseos por difundir la cultura; de la misma manera, ha participado de manera destacada en los diarios La Nación y El Dictamen.
Los investigadores e intelectuales aprecian que Luis Arturo es el autor de Crónicas del País Vecino, La Señora de la Fuente y Otras Parábolas de Fin de Siglo, La Casa del Ahorcado, Este Era un Gato, Domingo Junto al Paisaje, Intramuros y otros muy importantes literariamente hablando.
También aceptó ser un trabajador y colaborador en los Estados Unidos de Norteamérica, porque fue profesor invitado primero en la Universidad de Missouri, allá por el año de 1986, y luego tuvo el privilegio de ser Coordinador en la Maestría de Creación Literaria de la Universidad de Texas, en El Paso.
Como usted observa, aquilata y juzga, maestros y estudiantes de Minatitlán han querido dejar constancia de que el hombre más destacado en el ejercicio de las letras que ha nacido en esa tierra, siempre sea motivo de reconocimiento impecable, no tan sólo entre ellos, sino en cada una de las cátedras, por lo cual han acordado que la Universidad Popular en ese municipio tenga a bien organizar, a partir del mes de julio, conferencias sistemáticas sobre la labor literaria de Luis Arturo Ramos, para que lo conozcan en las colonias, comunidades y fundamentalmente en las escuelas, ya que en verdad representa uno de los más distinguidos talentos oriundos de esa gloriosa ciudad.
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