28 de mayo de 2013
alcalorpolitico.com
Quienes hace un par de meses decidieron sacar a Salvador Manzur Díaz del palacio municipal de Boca del Río para que sustituyera a Tomás Ruiz en la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), hoy deben estar dándose de topes en la pared.
Y es que luego del escándalo mediático, político y judicial detonado por el PAN, cuyos dirigentes exhibieron audios y videos que muestran a funcionarios priistas de los tres niveles de gobierno dando instrucciones a sus operadores electorales sobre cómo manejar a favor de su partido los programas sociales de la Federación, Manzur tuvo que separarse hace tres semanas de la Sefiplan pero tampoco regresó al Ayuntamiento boqueño donde su suplente, Anselmo Estandía Colom, ha resultado un verdadero chivo en cristalería cuyo cuestionado desempeño en nada está abonando al candidato del PRI a la alcaldía, Sergio Pazos Navarrete, que está por iniciar su campaña con una clara desventaja en las encuestas.
El domingo antepasado, por ejemplo, día en que concluyó el tercer Festival Internacional de la Salsa –un evento popular y gra-tui-to que en 2011 instituyó Manzur con el apoyo del gobernador Javier Duarte precisamente para promover a Boca del Río, apoyar a los prestadores de servicios turísticos y reactivar la economía regional–, se presentó un serio problema en uno de los accesos a la zona VIP que a punto estuvo de terminar en tragedia por el justificado malestar de una enardecida turba de aproximadamente tres mil asistentes a los cuales, después de más de dos horas de larga espera, no se les permitía el acceso pese a que habían comprado pulseras de 400 y hasta 700 pesos para ver la presentación del cantautor portorriqueño Marc Anthony en las áreas más cercanas al escenario que el edil priista concesionó a particulares y que desde media tarde ya estaban saturadas porque vendieron espacios de más.
Finalmente, faltando 30 minutos para que empezara el espectáculo musical, las vallas de seguridad fueron derribadas por los fans del salsero boricua que a tropel ingresaron al salsódromo por la parte trasera del escenario. Los que se atrevieron a reclamar sus mesas y sillas fueron instalados de manera improvisada sobre la arena, a orilla de la playa, junto a los sanitarios portátiles y con nula visibilidad al estrado principal. El resto decidió tirarse a pie el show del salsero boricua, y otros, los menos –entre ellos algunos funcionarios federales–, decidieron regresarse a sus casas, no sin antes dedicarle un recordatorio maternal a la negligente autoridad municipal, quien en esta ocasión concesionó hasta la mitad del palco oficial, donde los “invitados especiales” eran obligados a consumir una botella mínimo de alcohol, a precios que iban de 1 mil 500 a 3 mil 500 pesos.
Ahora, a escasos 40 días de las elecciones locales, Estandía Colom ha protagonizado un nuevo escándalo al proponer al Cabildo de Boca del Río “encarcelar a todas aquellas personas que soliciten dádivas o dinero, o realicen cualquier actividad comercial en la vía pública, porque pone en riesgo su propia seguridad así como la del resto de las ciudadanos”.
Esta propuesta del suplente de Salvador Manzur obviamente ha sido descalificada por representantes de organismos civiles y activistas de los derechos humanos que han tildado la ocurrencia del edil boqueño de “fascista” y “racista”.
Ayer, por ejemplo, el Movimiento de Apoyo a Niños Trabajadores y de la Calle, A. C. (Matraca) y otras siete organizaciones civiles adherentes difundieron un comunicado para pronunciarse en contra de estas medidas aprobadas por el Ayuntamiento de Boca del Río, las cuales consideran “criminalizantes” y “discriminatorias”, aparte de que en su opinión atentan contra algunas garantías constitucionales.
Por su parte, el ex dirigente estatal y ex diputado local del desaparecido Partido Popular Socialista (PPS), Helí Herrera Hernández, en un artículo periodístico advierte precisamente que “sin una exposición de motivos que fundamente y justifique su propuesta, el alcalde logró ya que la iniciativa sea apoyada por la mayoría de los ediles de ese Ayuntamiento, de extracción priista y panista, por lo que a partir de la firma y publicación del decreto los franeleros, limpiaparabrisas, vendedores ambulantes, malabaristas, indigentes, limosneros y niños y niñas que se apostan en las grandes avenidas para, aprovechando el rojo de los semáforos, oferten a los automovilistas refrescos, aguas, dulces o chicles irán a parar a la cárcel, por afear no sólo su centro histórico sino la ciudad entera.”
Herrera Hernández expuso sin tapujos una situación que seguramente ha de preocupar también a los candidatos y operadores electorales del Revolucionario Institucional: “Estos gobernantes méndigos, que ni siquiera tacto político tienen para hacer decretos sus instintos racistas, nunca vieron que Veracruz vive un proceso electoral donde se renovará el Poder Legislativo así como los 212 ayuntamientos, y que semejantes acciones les repercutirán a sus partidos PRI y PAN, porque fueron ediles de ambos partidos los que lo aprobaron.”
Con estas ayudaditas del alcalde Estandía, el candidato del partido tricolor a ocupar la silla municipal de Boca del Río debe estar sintiendo Pazos en la azotea.
CARRILLO
Interesante el llamado del secretario Académico de la Universidad Veracruzana, Porfirio Carrillo Castilla, a los aspirantes a la Rectoría de la UV para que se lleve a cabo un proceso ejemplar, porque “los espacios universitarios están llenos de esperanza” con más de 85 mil personas que lo mismo estudian que trabajan o investigan.
Carrillo, académico serio y comprometido –uno de los primeros, si no es que el primero que ha promovido fehacientemente la divulgación científica, entre otros muchos logros–, dijo hace unos días que en la UV no se debe dar cabida a la irresponsabilidad y se tiene que vigilar que el proceso de elección del nuevo Rector sea ejemplo de madurez, de propuestas y de respeto a los universitarios.
“No le faltemos el respeto a la comunidad universitaria, porque la comunidad sabe quiénes son sus líderes, la comunidad sabe quién ha trabajado con ella”, expresó.
El secretario Académico también dijo esta boca es mía, porque tiene su corazón y sus aspiraciones legítimas, pero pidió a sus compañeros aspirantes “a esperar los tiempos de la convocatoria y construir un proyecto en el cual todos los universitarios se vean reflejados para que lo impulsen y lo trabajen”.
“No creo sinceramente que se trate de construir solamente un proyecto con aspiraciones rectorales, se trata de sumar a la comunidad a que construya el proyecto”, puntualizó.
Y es que luego del escándalo mediático, político y judicial detonado por el PAN, cuyos dirigentes exhibieron audios y videos que muestran a funcionarios priistas de los tres niveles de gobierno dando instrucciones a sus operadores electorales sobre cómo manejar a favor de su partido los programas sociales de la Federación, Manzur tuvo que separarse hace tres semanas de la Sefiplan pero tampoco regresó al Ayuntamiento boqueño donde su suplente, Anselmo Estandía Colom, ha resultado un verdadero chivo en cristalería cuyo cuestionado desempeño en nada está abonando al candidato del PRI a la alcaldía, Sergio Pazos Navarrete, que está por iniciar su campaña con una clara desventaja en las encuestas.
El domingo antepasado, por ejemplo, día en que concluyó el tercer Festival Internacional de la Salsa –un evento popular y gra-tui-to que en 2011 instituyó Manzur con el apoyo del gobernador Javier Duarte precisamente para promover a Boca del Río, apoyar a los prestadores de servicios turísticos y reactivar la economía regional–, se presentó un serio problema en uno de los accesos a la zona VIP que a punto estuvo de terminar en tragedia por el justificado malestar de una enardecida turba de aproximadamente tres mil asistentes a los cuales, después de más de dos horas de larga espera, no se les permitía el acceso pese a que habían comprado pulseras de 400 y hasta 700 pesos para ver la presentación del cantautor portorriqueño Marc Anthony en las áreas más cercanas al escenario que el edil priista concesionó a particulares y que desde media tarde ya estaban saturadas porque vendieron espacios de más.
Finalmente, faltando 30 minutos para que empezara el espectáculo musical, las vallas de seguridad fueron derribadas por los fans del salsero boricua que a tropel ingresaron al salsódromo por la parte trasera del escenario. Los que se atrevieron a reclamar sus mesas y sillas fueron instalados de manera improvisada sobre la arena, a orilla de la playa, junto a los sanitarios portátiles y con nula visibilidad al estrado principal. El resto decidió tirarse a pie el show del salsero boricua, y otros, los menos –entre ellos algunos funcionarios federales–, decidieron regresarse a sus casas, no sin antes dedicarle un recordatorio maternal a la negligente autoridad municipal, quien en esta ocasión concesionó hasta la mitad del palco oficial, donde los “invitados especiales” eran obligados a consumir una botella mínimo de alcohol, a precios que iban de 1 mil 500 a 3 mil 500 pesos.
Ahora, a escasos 40 días de las elecciones locales, Estandía Colom ha protagonizado un nuevo escándalo al proponer al Cabildo de Boca del Río “encarcelar a todas aquellas personas que soliciten dádivas o dinero, o realicen cualquier actividad comercial en la vía pública, porque pone en riesgo su propia seguridad así como la del resto de las ciudadanos”.
Esta propuesta del suplente de Salvador Manzur obviamente ha sido descalificada por representantes de organismos civiles y activistas de los derechos humanos que han tildado la ocurrencia del edil boqueño de “fascista” y “racista”.
Ayer, por ejemplo, el Movimiento de Apoyo a Niños Trabajadores y de la Calle, A. C. (Matraca) y otras siete organizaciones civiles adherentes difundieron un comunicado para pronunciarse en contra de estas medidas aprobadas por el Ayuntamiento de Boca del Río, las cuales consideran “criminalizantes” y “discriminatorias”, aparte de que en su opinión atentan contra algunas garantías constitucionales.
Por su parte, el ex dirigente estatal y ex diputado local del desaparecido Partido Popular Socialista (PPS), Helí Herrera Hernández, en un artículo periodístico advierte precisamente que “sin una exposición de motivos que fundamente y justifique su propuesta, el alcalde logró ya que la iniciativa sea apoyada por la mayoría de los ediles de ese Ayuntamiento, de extracción priista y panista, por lo que a partir de la firma y publicación del decreto los franeleros, limpiaparabrisas, vendedores ambulantes, malabaristas, indigentes, limosneros y niños y niñas que se apostan en las grandes avenidas para, aprovechando el rojo de los semáforos, oferten a los automovilistas refrescos, aguas, dulces o chicles irán a parar a la cárcel, por afear no sólo su centro histórico sino la ciudad entera.”
Herrera Hernández expuso sin tapujos una situación que seguramente ha de preocupar también a los candidatos y operadores electorales del Revolucionario Institucional: “Estos gobernantes méndigos, que ni siquiera tacto político tienen para hacer decretos sus instintos racistas, nunca vieron que Veracruz vive un proceso electoral donde se renovará el Poder Legislativo así como los 212 ayuntamientos, y que semejantes acciones les repercutirán a sus partidos PRI y PAN, porque fueron ediles de ambos partidos los que lo aprobaron.”
Con estas ayudaditas del alcalde Estandía, el candidato del partido tricolor a ocupar la silla municipal de Boca del Río debe estar sintiendo Pazos en la azotea.
CARRILLO
Interesante el llamado del secretario Académico de la Universidad Veracruzana, Porfirio Carrillo Castilla, a los aspirantes a la Rectoría de la UV para que se lleve a cabo un proceso ejemplar, porque “los espacios universitarios están llenos de esperanza” con más de 85 mil personas que lo mismo estudian que trabajan o investigan.
Carrillo, académico serio y comprometido –uno de los primeros, si no es que el primero que ha promovido fehacientemente la divulgación científica, entre otros muchos logros–, dijo hace unos días que en la UV no se debe dar cabida a la irresponsabilidad y se tiene que vigilar que el proceso de elección del nuevo Rector sea ejemplo de madurez, de propuestas y de respeto a los universitarios.
“No le faltemos el respeto a la comunidad universitaria, porque la comunidad sabe quiénes son sus líderes, la comunidad sabe quién ha trabajado con ella”, expresó.
El secretario Académico también dijo esta boca es mía, porque tiene su corazón y sus aspiraciones legítimas, pero pidió a sus compañeros aspirantes “a esperar los tiempos de la convocatoria y construir un proyecto en el cual todos los universitarios se vean reflejados para que lo impulsen y lo trabajen”.
“No creo sinceramente que se trate de construir solamente un proyecto con aspiraciones rectorales, se trata de sumar a la comunidad a que construya el proyecto”, puntualizó.