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Columnas y artículos de opinión
En Caliente
Feminidad vulnerable
Benjamín Garcimarrero
24 de junio de 2013
alcalorpolitico.com
La historia que voy a relatar es absolutamente cierta, ocurrió el viernes por la noche de la manera siguiente.
 
Una joven, porque los cuarenta años todavía caben en la juventud, salía de un restaurante ubicado enfrente de la terminal de autobuses conocida como CAXA; en el convivio y sabiendo la protagonista que los canes del alcoholímetro andan rabiosos por estar en la víspera del plenilunio en Capricornio, decidió no probar siquiera un clericót.
 
Es el caso que dentro del propio estacionamiento del restaurante, estaba y funcionando la jauría, perdón, quise decir brigada de los supervisores a pesar que por la lluvias, aire y rachas ventoleras, era una noche de perros. (Sin agraviar sea dicho).
 

Del mismo grupo de comensales, salieron varias parejas formando un convoy, que no fueron molestados a pesar de que algunos de ellos si llevaban un fuerte olor a chicozapote causado por tequilas y cervezas, que juntos se conocen como “palo y pedrada”.
 
A ella, la vieron sola, mujer, vulnerable y conduciendo su propio automóvil, así que a manera de muestreo le indicaron que se detuviera, que pronunciara su nombre completo y que entregara licencia de conducir y llaves del automóvil y además se bajara entre la tormenta para hacerle la prueba del soplido del alcoholímetro, que todos sabemos ahora que la maldecida chimotreta esa, no sirve para nada.
 
Desde luego que la intervenida hizo el intento de argüir en su defensa que era ilegal lo que pretendían, especialmente la entrega de las llaves del auto, pero por fortuna las amigas que venían un auto atrás, se bajaron y conociendo a la interfecta que se injerta de pantera con suma facilidad, se acercó una y le hizo el comentario: - A mí ya me hicieron esto en ocasión anterior, y no pasa nada, vamos a hacer la prueba y todo quedará resuelto.
 

Efectivamente así lo hicieron, el detector no marcó nada y el médico que aplicaba el aparato simplemente le dijo: Ya se puede ir.
 
Le explicaron que la medida era solamente por los operativos de seguridad, claro no mencionaron nada de que a la misma hora y en otros sitios cercanos o lejanos estaban decapitando a varios ciudadanos, tampoco mencionaron que la seguridad para ellos es una forma de agresión y de ocultamiento del rostro, solamente se limitan a cumplir órdenes.
 
El Consejo Estatal de Protección Civil, es una mantada de burócratas posando para la foto, cuando se trata de trabajar en realidad, se hacen ojo de hormiga.
 

El talachero baleado y muerto en el Puerto, se vuelve noticia y entre el juego del crimen y castigo, gana la impunidad.
 
El Estado de derecho es un mito, son palabras para impresionar que en la práctica dependen de un pasamontaña y de una metralleta no identificable.
 
Ya debían haber caído en cuenta que ante la arbitrariedad y la falta de garantías y derechos, la aparición de grupos de autodefensa, no es una arbitrariedad sino una necesidad, porque en tampoco debe haber vacíos de poder, y cuando este se presenta, de llena con la voluntad social.
 

Ahora cabe aquella vieja sentencia campirana: “Ora sí que estábamos mejor cuando estábamos pior”.