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Columnas y artículos de opinión
Al Pie de la Letra
El Tío Gamboín
Raymundo Jiménez
24 de junio de 2013
alcalorpolitico.com
En Tlacotalpan el PAN parecía tener un buen candidato a la presidencia municipal, pero en los últimos días la candidatura del general retirado Homero Gamboa Martínez ha comenzado a caer en la preferencia del electorado de la llamada Perla del Papaloapan.
 
Molesto porque sabe que las tendencias electorales no le favorecen, el ex director general de Tránsito y Transporte del estado ha dejado de privilegiar en su campaña ramplona las propuestas de gobierno para enfocar sus ataques a quien el sexenio pasado fue su jefe en el gobierno estatal: Fidel Herrera Beltrán.
 
Últimamente, en la cabecera municipal y las principales congregaciones de Tlacotalpan circulan vehículos con equipos de sonido lanzando consignas en contra del ex gobernador y exigiéndole que saque las manos del proceso electoral, como si Herrera Beltrán no fuera un ciudadano y activista del PRI con todos sus derechos a salvo.
 

Además, el ex mandatario nativo de Nopaltepec está muy ligado política y afectivamente a toda esa región cuenqueña del Papaloapan, cuyo distrito electoral representó de 1991 a 1994 como diputado al Congreso de la Unión. Posteriormente, como senador y gobernador, siempre apoyó y asistió a Tlacotalpan a la tradicional fiesta de La Candelaria, en la cual se le vio por última vez el 2 de febrero de 2011, al lado del ex presidente Carlos Salinas de Gortari y del gobernador Javier Duarte de Ochoa.
 
Los tlacotalpeños, además, recuerdan con gratitud al ex gobernador Herrera por las labores de rescate y protección civil que desplegó su administración en las históricas inundaciones provocadas por el huracán Karl en septiembre de 2010.
 
La desesperación y frustración parece haber hecho que el general Gamboa esté perdiendo los estribos, lo cual estaría repercutiendo en la confianza y credibilidad del electorado tlacotalpeño que, decepcionado, comienza a ver que el candidato del PAN no es el recio militar ecuánime, de temple y probadamente honesto al que se le pueda confiar la gobernabilidad del municipio y la administración del ayuntamiento.
 

En Tlacotalpan, como en Boca del Río y otros municipios donde los candidatos yunistas del PAN quieren ganar la elección con campañas de odio y rencor, difícilmente los electores van a votar por un candidato que llegará muy confrontado con los gobiernos priistas del estado y de la Federación.
 
Además, la ciudadanía de ese bello municipio ribereño ya no se deja embaucar tan fácilmente por falsos mesías que, en el ocaso de sus vidas, de repente descubrieron que los gobiernos a los que sirvieron eran deshonestos y que los partidos en los que militaron no eran democráticos.
 
Y es que a finales de abril, cuando la coalición “Veracruz para adelante” decidió postular a la presidencia municipal de Tlacotalpan al ex alcalde Gustavo Gutiérrez, mucho más joven que él, Gamboa Martínez despotricó en contra del dirigente estatal del PRI, Erick Lagos Hernández, al cual acusó de antidemocrático por no haber respetado las bases de la convocatoria priista.
 

“Esto es una constante en todos los municipios. No tengo nada contra la juventud, pero no me explico que hagan a un lado la experiencia que uno tiene”, declaró sumamente molesto el general retirado, quien reiteró que era lastimoso ver cómo la dirigencia estatal y el mismo comité nacional de su partido habían hecho a un lado los perfiles con experiencia y actitud para ganar en las urnas.
 
Con ese pretexto, Gamboa dio a conocer su renuncia al partido tricolor en el que dijo haber militado durante 37 años. Pero el general neopanista no fue muy honesto –una dudosa virtud de la que tanto le gusta presumir públicamente–, ya que tenía previsto su Plan B: ser postulado por Acción Nacional, pues coincidentemente Tlacotalpan era uno de los municipios que las dirigencias nacional y estatal del partido blanquiazul tenían reservados para asignar directamente las candidaturas, lo mismo que Gamboa había criticado y dijo haber motivado su salida del PRI.
 
Su imposición fue repudiada de inmediato por los panistas simpatizantes de Matías Gómez Dolores, quien hasta el 20 de abril era el único militante que se había inscrito como precandidato de Acción Nacional al vencerse la segunda convocatoria para el registro, sin que otro aspirante a la alcaldía de Tlacotalpan acudiera al CEN del PAN.
 

“Por el momento estamos esperando y confiamos que el Comité no aceptará esa arbitrariedad, pues se iría en contra de la voluntad del panismo tlacotalpeño, así que nos mantendremos respetuosos hasta que nos informen lo que sucede”, declaró Gómez Dolores, quien enfatizó que tanto él como todos los integrantes de su planilla eran miembros del PAN desde hace muchos años, mientras que de Gamboa Martínez dijo que era un priista decepcionado que llegaría a dividir a los panistas.
 
“Es muy importante que se mantenga la unidad y si se hace una imposición de esta magnitud se ocasionará la división del partido”, advirtió.
 
Por eso es que la renuncia de Gamboa al Revolucionario Institucional ya estaba fríamente calculada, pues la hizo pública cuando según él todavía estaba en tiempo y forma para registrar su candidatura en Acción Nacional. “Hoy mismo acudiremos a inscribirnos al PAN y estamos seguros que daremos buenos resultados”, anunció a finales de abril, tras remarcar que su interés por ser alcalde no era por ganar dinero ya que su pensión es buena, sino que su intención es llevar las riendas de la administración municipal para hacer un buen trabajo por su localidad.
 

Sin embargo, el año pasado el general neopanista recibió un fuerte golpe en sus finanzas familiares, pues delincuentes asaltaron su residencia del Fraccionamiento Jardines de Virginia, de Boca del Río, llevándose la caja fuerte con documentos, un lote de armas registradas ante la SEDENA, una buena cantidad de dinero, alhajas y un automóvil de lujo BMW. Los hechos quedaron consignados en la averiguación previa 851/2012 presentada en la Agencia Primera del Ministerio Público en el municipio boqueño, a cargo de la licenciada Obdulia Vidal.
 
La Policía Naval emprendió un intenso operativo para dar con los responsables, pero dos horas después sólo pudieron localizar la caja fuerte tirada en un terreno baldío de la comunidad de San José Novillero.
 
Hasta hace un par de semanas, Gamboa creía ir en caballo de hacienda hacia la elección del 7 de julio, pero en los últimos días su candidatura comenzó a caer en las preferencias electorales. Sin embargo, en vez de hacer un examen autocrítico sobre lo que puede estar fallando en su campaña, el general ha optado por atribuirle su desplome al ex gobernador Herrera Beltrán, con el cual la última vez que se sentó a departir amigablemente con él fue el sábado 7 de marzo de 2009 en un restaurante de la avenida Murillo Vidal, de Xalapa, donde luego de haber brindado con una copa de vino tinto La Piedra por el cumpleaños de ambos, días después fue cesado como director general de Tránsito y Transporte del estado, cargo al que había llegado por recomendación del general Sergio Ayón Rodríguez, ex comandante de la VI Región Militar que abarca los estados de Veracruz, Tlaxcala y Puebla, y quien cuatro años antes se había incorporado a la Policía Federal Preventiva.
 

A Gamboa lo sustituyó el general brigadier retirado Enrique Cano Cardiel, quien se desempeñaba como director del Centro de Comunicación, Control, Comando y Cómputo (C4) en el estado de Puebla, un militar muy cercano al general Mario Ayón Rodríguez, secretario de Seguridad Pública y hermano del padrino político de Gamboa.
 
El neopanista nunca fue de las confianzas de Herrera Beltrán, pues antes de llegar a la Dirección de Tránsito se anduvo candidateando en 2004 para la Secretaría de Seguridad Pública estatal, cargo que el cuenqueño ya tenía comprometido con el entonces secretario foxista de la Defensa Nacional, Gerardo Clemente R. Vega García, quien recomendó al general Rigoberto Rivera Hernández.
 
Ahora, en Tlacotalpan, el popular “Tío Fide” se ha vuelto a encontrar con el “Tío Gamboín” pero como candidato del PAN. Y ya no cobijado con el padrinazgo de la familia de los militares Ayón Rodríguez sino bajo la tutela del enemigo que más odia al ex gobernador priista: Miguel Ángel Yunes Linares, cuya prioridad es salvar obviamente la elección de su junior en Boca del Río que se le está complicando también.