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Columnas y artículos de opinión
En Caliente
NEXTEL; la peor empresa
Benjamín Garcimarrero
14 de mayo de 2014
alcalorpolitico.com
Resulta que por razones de trabajo, tuve que contratar un sistema de radio-telefonía que tenía en oferta la empresa NEXTEL.
 
Tuve varios equipos en servicio hasta que me cambiaron de chamba y consecuentemente me resultaron inútiles los aparatos.
 
Fui en persona, por exigencia de la pinchurrienta negociación, que desde luego borraron de un plumazo la existencia del “poder” o “Contrato de mandato”, y me costó un ovoide y la mitad del otro, primero: que entendieran lo que yo quería; tal parece que su especialidad es poner personas retrasadas mentales a atender al público, el caso es que llegó el momento que me desesperé y los mandé a Chihuahua a un baile.
 

Se me ocurrió repartirle los equipos a mis nietos cuando menos para estar en contacto apretando un botón.
 
Así los aguanté hasta que se venció el contrato leonino y forzoso de 18 meses en que me había comprometido.
 
Fui de nuevo a la central de esta ciudad y me receté otro viacrucis, con la promesa de que en un mes debía volver para finiquitar el caso.
 

Puntualito al mes me apersoné de nuevo en la oficina de NEXTEL y según yo, después de pagar un supuesto “excedente”, los dieron de baja.
 
Pero hete aquí, que empezaron a llamar por el teléfono de línea a mi domicilio, exigiendo un pago y amenazando con pasarme por el buró de crédito además de iniciar un procedimiento judicial en mi contra.
 
Lo deduzco así, porque en la grabación telefónica que ponen, no dicen de quien es el teléfono o a nombre de quien está la supuesta deuda. Consecuentemente se trata de una extorsión, de una amenaza y de un acoso sistemático que habla de una tremenda desorganización de NEXTEL, de mala administración, del animus chingandi que los impulsa y mueve, de la falta de seriedad de la empresa y de la falta de mater et magistra de los directivos.
 

Lo único bueno que tienen es una chamacona guapísima, que no le pide nada a miss universo; grandota, siete cuartas, briosa, peinada impecablemente cola de caballo y que hace temblar hasta el piso cuando camina. Ha de ser muda porque no habla con nadie, pero no le hace, si no habla, mejor.
 
Para las personas normales, acordes con el sistema, cuando se tiene una acción legal para reclamar un derecho, se hace una demanda y se lleva al juzgado en turno y no se le amenaza telefónicamente, soy de la idea de que “Perro que ladra no muerde”.
 
Como alguna vez estudié para picapleitos, nomás quiero que se arranquen, y así veremos de que cuero salen más correas.
 

Este hostigamiento ya casi terrorismo telefónico que hacen empresas como NEXTEL, Bancos, tiendas como Liverpool y cuantimás, tiene su defensa mediante Profeco o Condusef, quienes han implementado un sistema de bloqueo de las llamadas. Ahí mismo informan o a través de internet.
 
Le aseguro que usted, querido lector, tiene un amigo en estas condiciones al que molestan a la hora más inoportuna, a veces en la madrugada, a la hora de la siesta o cuando está uno apeando guayabas; horas sagradas en que atentan contra la privacidad y el sosiego.
 
¡Ah!, Dish y Telcel, se tapan con la misma cobija; a todos ellos les es aplicable la medida de las instituciones protectoras del consumidor y de los usuarios de la banca; y no se olvide del refrán: “Pa’ los toros del Jaral, los caballos de allá mesmo”.