icono menu responsive
Columnas y artículos de opinión
La nueva Ley de Partidos Políticos
Eduardo de la Torre Jaramillo
7 de junio de 2014
alcalorpolitico.com
En pocas ocasiones puedo afirmar que una Ley civiliza la convivencia política, y en este caso nos encontramos con una nueva legislación en materia de partidos políticos en México, dicho sea de paso, una ley que existe en otros países; en el caso mexicano es pertinente recordar que Don Manuel Gómez Morín lo escribió y reflexionó en los años cuarenta que para modernizar el sistema político mexicano era necesario contar con una ley de partidos políticos. Propuesta que se cumplió después de setenta años; por eso puedo afirmar que en mucho esta ley se debe a la historia de Acción Nacional y su impulso para democratizar al viejo “Ogro filantrópico”.
 
Es una ley que contribuye a elevar la calidad de la democracia, porque los propios partidos eran los que se resistían a ubicarlos en la categoría de “modernos”, con las nuevas reglas del juego jurídico aquellos paulatinamente dejaran de ser partidos políticos feudales; ya que dicha ley prohíbe el corporativismo, es así como tendremos que ver el autodesmantelamiento del PRI o su metamorfosis en un nuevo partido político, esto lo observaremos en los próximos años, si se resiste a su propia implosión política o se llega a transformar en un partido político moderno, tal y como lo establece este nuevo ordenamiento jurídico.
 
El nuevo Instituto Nacional Electoral (INE) podrá organizar las elecciones internas de cualquier partido político, ello a petición de los propios partidos políticos con cargo a sus prerrogativas; asimismo, podrán organizar las elecciones locales en un estado, ya que tendrá la facultad de atracción, y esto ayuda para que los gobiernos de los estados no se metan en la vida interna de los partidos políticos, como sucedió el año pasado en Veracruz, Quintana Roo, Coahuila, entre los estados más atrasados políticamente, allí los gobiernos intervinieron para destruir las coaliciones electorales locales, inclusive convirtieron a los partidos de oposición en los nuevos satélites políticos del PRI en el plano local.
 

Otro de los aciertos de esta ley es con el tema de la sobrerrepresentación en las Cámaras de Diputados Locales, que se ubica en el 8%, tal y como lo establecía el ámbito nacional, ejemplos de que la sobrerrepresentación estaba en el 16%, nuevamente se encontraban Veracruz y Coahuila, por cierto los únicos estados que tienen gobiernos municipales de 4 años, coincidentemente reitero son los estados más retrogradas en materia política; aquí en Veracruz, en el Congreso Local observamos que el PVEM y el Panal, son partidos políticos que al menos el primero había perdido su registro como partido político en el año 2010 en las elecciones locales, y cuando se revisan los resultados electorales federales de 2012 ambos institutos políticos perdieron el registro en Veracruz, y eso fue posible, primero por un convenio de coalición que les regaló el registro sin clarificar en que distritos y en que municipios se fueron en alianza electoral, es decir desde el origen falsearon su “representación política”, y esto se lo debemos al IEV y sus consejeros priistas que únicamente hacían genuflexiones al gobierno del estado; aniquilando la nunca ejercida autonomía de dicho órgano electoral.  
 
Dentro de la nueva vigilancia que habrá sobre los partidos políticos, ahora la harán la SHCP, el IFAI y el propio INE; quienes realizarán una fiscalización minuciosa de los partidos como entidades de interés público y como receptores de recursos públicos, es así como los partidos políticos van a estar obligados a publicar toda su información, desde cuánto ganan los presidentes, los convenios de arrendamiento, los contratos de bienes y servicios, inclusive tendrán que darle su lista de proveedores al INE.
 
Continuando con la línea de interpretación anterior, en la próxima elección los partidos políticos tendrán que alcanzar el 3% de la votación para permanecer en la vida pública, esto ayudará en mucho a terminar con las franquicias electorales como el PVEM, el Panal, el PT y MC, que con el paso del tiempo se convirtieron en partidos políticos familiares; es así como la ciudadanía tendrá nuevamente la oportunidad de premiar o castigar a este tipo de partidos políticos que le son disfuncionales a la democracia.
 

En el caso del INE, éste es un órgano bicéfalo, ya que permanecerán en el ámbito local dichos institutos, ahora llamados Organismos Públicos Locales, que si bien estarán más acotados, en esta nueva reforma político-electoral, era preferible que desaparecieran y que el INE organizará las elecciones federales y locales.
 
Finalmente, el grave problema que detecto en este nuevo ordenamiento jurídico es en cuanto al financiamiento, ahora se copió el modelo norteamericano sobre el financiamiento, y en la ley se eliminó que el financiamiento público será el que prevalezca sobre todos los demás; por ejemplo, se tomarán como referencia los topes de campaña de la elección 2012, que fueron de 382 millones de pesos, en la elección presidencial; para abundar en esto cito el artículo 56 de la multicitada ley: “El financiamiento privado se ajustará a los siguientes límites anuales: a) Para el caso de las aportaciones de militantes, el dos por ciento del financiamiento público otorgado a la totalidad de los partidos políticos para el sostenimiento de sus actividades ordinarias y precampañas en el año de que se trate; b) Para el caso de las aportaciones de candidatos, así como de simpatizantes durante los procesos electorales, el diez por ciento del tope de gasto para la elección presidencial inmediata anterior, para ser utilizadas en las campañas de sus candidatos”. Lo que significa que un militante podrá aportar 70 millones de pesos; el candidato y algún simpatizante 32.8 millones de pesos, en caso de que tengan al menos 4 militantes y simpatizantes que aporten a la campaña, en automático rebasan el tope de campaña, es así como se podrá renunciar al financiamiento privado, tal y como pasa en Estados Unidos. Si el espíritu de la reforma electoral de 2007 fue atacar la mercantilización de la política, con esta reforma en materia de financiamiento privado, accedemos a la privatización de la política.