El reportero de
Presente Veracruz, Ricardo Villanueva Ake, acusó complicidad por parte del comandante de la Policía Municipal de Poza Rica, Ezequiel González Juárez, con la delincuencia organizada en el “levantón” del que fue víctima el 3 de abril.
En el noticiero de Ciro Gómez Leyva por
Radiofórmula, bajo la moderación de Manuel Peregrino, Villanueva Aké refirió que el jefe policiaco le advirtió en febrero pasado que delincuentes querían “levantar” a un periodista.
“Ese hecho fue en la colonia Ricardo Flores Magón de Poza Rica, yo me encontraba circulando en compañía de un compañero policiaco que cubre nota roja. Ahí nos encontramos al comisario Ezequiel González. Él nos hizo la seña que nos paráramos, nos saludó, platicamos un poquito de trabajo, y de ahí dijo: Pónganse abusados porque quieren ‘levantar’ a un periodista, van a ‘levantar’ a un periodista en estos días”.
Villanueva Ake respondió que ellos se limitan a dar información del día, a lo que el Comandante le advirtió por una “tableada”.
“Evítense una tableada, para qué ser tableados, yo me trasladé a la oficina y le avisé a la CEAPP” y enfatizó que las autoridades deben investigar al jefe policiaco de Poza Rica.
El reportero refirió que un día después de haber sido “levantado”, sus captores le obligaron a memorizar una “confesión” que después diría en un video que circuló en redes sociales.
“Me golpeaban, tenía como reflectores en mi frente y me decían qué decir y que no decir, ellos me decían que los cerrara (los ojos) y con amenazas”.
Añadió que leyó la “confesión” en un teléfono y cada que se equivocaba, volvía a memorizar el texto que se daría a conocer en la grabación, y que tardó 4 horas en que el video quedara listo.
“Me decían: si quieres salvar tu vida, si quieres vivir me vas a tener que grabar esto, de lo contrario eres hombre muerto. Yo accedía por mi vida”.
Unas horas después de haber terminado el video, sus captores le liberaron en un punto del municipio de Tihuatlán.
“En ningún momento dejé de escuchar las armas, de sentir las armas, en mi cabeza, la espalda, diferentes partes de mi cuerpo sentía armas largas, se escuchaba que todos portaban armas de grueso calibre”, concluyó.