Comunidad Huasteca muestra la fiesta de Xantolo en Xalapa

La comunidad huasteca radicada en esta Capital recordó cómo se viven las Fiestas de Xantolo, gracias a la visita de sus paisanos, que llegaron este día al Centro Recreativo Xalapeño y disfrutaron de la música, gastronomía y todo lo que envuelve esta celebración mística religiosa.

El ayuntamiento de Xalapa no quiso pasar por desapercibida esta fecha rememorando una de las celebraciones más importantes de la zona de la huasteca veracruzana.

Desde Tempoal llegaron bailadores con elaboradas máscaras de madera, realizadas con madera y materiales de la región, con formas de diablos, catrinas y personajes alusivos a la muerte.



La fiesta de Xantolo representa la conjunción de la sagrada reunión entre los vivos y los antepasados y la oportunidad de “hacer un alto en el camino” para que los que murieron tengan su chance para alcanzarlos.

En esa parte de Veracruz, la fiesta de los muertos se llama Xantolo, explicó Nancy Correa Grande, encargada de la promoción y desarrollo de la Cultura de Xalapa, quien añadió que esta es una palabra usada por los nativos que tiene como origen el término latino de santo o sanctorum, como “los padrecitos” le llamaban a esta celebración antigua que, actualmente en la Huasteca, es la máxima festividad aun sobre la Navidad (principalmente entre las comunidades indígenas).

Xantolo en la tradición es aquello que da identidad, que da sentido de unión, de la participación, de la hospitalidad, del ritual y el ceremonial, de las danzas, de la música, de la gastronomía, del creer en lo que va más allá de lo cotidiano y del vivir. En esta fecha aparece el verdadero sentido de existencia.



Dijo que la realización de este tipo de eventos es para hacer un reconocimiento de la identidad y diversidad que hay en esta capital y una de ellas es la comunidad huasteca que tiene gran presencia.

Recordó que en la zona huasteca, no solo de Veracruz, el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, se hace una velación con rezos y alabanzas y se inciensan las imágenes y el altar, continuando la convivencia toda la noche.

Ahí las comunidades indígenas de la región acompañan con algunas piezas que se tocan para la Danza de la Malinche.



El 2 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos, en las comunidades de los totonaca, teenek y nahuas, se acostumbra llevar las ofrendas a los panteones, adornando las tumbas con flores.

Existe la creencia de que las ánimas de los difuntos permanecen todo el mes de noviembre entre los deudos, por ello el día último se renueva toda la ofrenda y se adorna el Pulich (o altar) con frutas y flores para despedir “a los que ya no están”.

Acotó que lo interesante es que en este tipo de fiestas se reencuentran familias y amigos para disfrutar de la fiesta en la que cada región, aporta elementos propios a su Xantolo, pero siempre teniendo rasgos en común.