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Sección: Estado de Veracruz

Con la ceremonia “Corona de Espinas”, totonacas piden por la protección de los dioses

Abuelos del Consejo Supremo piden por el bienestar de sus seres supremos a través de invocaciones, ofrendas y mandas

Jos? C?rdenas Papantla, Ver. 11/03/2015

alcalorpolitico.com


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Como ya es una tradición, el Consejo Supremo Tradicional Totonaca, en coordinación con el Centro de las Artes Indígenas, realizó la Ceremonia de “Corona de Espinas”, donde se pide por el bienestar, tranquilidad, no violencia, no egoísmo y protección divina de todos.

En la ceremonia se mostró la visión del mundo y sus orígenes a través de la ceremonia ritual “LILAKGAPAXTOKGAN”, que viene a ser un círculo de protección divina, donde los abuelos ofrecen una promesa en su mesa divina, siendo una ofrenda de flores, alimento, incienso y agua bendita, todo en lengua Tutunakú.

Dicho evento fue realizado en las instalaciones del parque temático Takilsukut, previo al festival Cumbre Tajín, en una celebración cargada de simbolismos y concepciones de la religión prehispánica y del cristianismo, siendo una expresión viva de ritos propiciatorios, invocaciones, ofrendas, mandas y despensas con el propósito de bajar la protección, gracia, bondades y bienestar de los dioses, dueños y señores de las cosas con los que los Totonacas conviven en su naturaleza.

De acuerdo con los participantes se desarrolla la mesa divina de la creación (Putláwan) donde se coloca la corona de espinas, que es el acto supremo del poder de Chichiní-sol, ámbito en el que cobra sentido la vida con lo creado, que es su movimiento, transcurso, continuidad y protección.

Posteriormente, se encienden 24 velas y 24 estrellas protectoras, que hacen la unión del cielo con la tierra, los cuatro elementos y los cuatro rumbos horizontales y su eje vertical, formando la unidad “el cosmos”.

Al respecto mencionan que la “Corona de Espinas” fue celebrada por primera vez en 1939, por 12 sacerdotes de la congregación de El Tajín, donde estuvo presente Juan Simbrón Méndez, Jefe Supremo Totonaca, cuando apenas tenía 23 años, pero derivado de los acontecimientos de la segunda guerra mundial que se expandió por todo el mundo; “México resulto angustiado y en El Tajín fue necesaria la celebración de esta ceremonia en el que se hacía una invocación por la paz”.