La pandemia COVID-19 y los señalamientos de pederastia han afectado a la Iglesia Católica, así lo reconoció el Nuncio Apostólico en México, Franco Coppola, en su visita a la Capital del Estado por la celebración de los 100 años de la llegada de San Rafael Guízar y Valencia a Veracruz.
Durante conferencia de prensa, donde también reconoció el trabajo de los medios de comunicación que han colaborado para llevar la información a los feligreses, explicó que ha sido difícil permanecer unidos debido a la pandemia COVID-19.
"No vemos la hora de que pase para poder nuevamente abrazarnos, estar juntos y estar en comunidad".
El representante de la Santa Sede describió que la pederastia ha causado gran daño a la Iglesia y a las víctimas.
"El hecho mismo de que un joven o una joven que confían en la iglesia y que confían en los padres, en lugar de ser ayudados a crecer, a desarrollarse, a conocer al Señor, han sido heridos de esta manera. He tenido la oportunidad de encontrar a algunas personas abusadas y veo cómo no es una herida que sana con facilidad. Es algo que cambia y destruye la vida de una persona".
Además, señaló que no sólo son acusados sacerdotes por casos de abuso infantil, también hay casos en escuelas y al interior de las familias.
"Otro daño ha sido la negación de ese fenómeno por parte de los responsables, que no sé si conociendo o no conociendo la realidad, trataron de encubrir a los responsables en lugar de perseguirlos y juzgarlos. Estas personas que dañan, sufren una patología".
Ante ello, informó que ya se han iniciado procesos en contra de los involucrados y dijo que la Iglesia está trabajando para prevenir la pederastia en ministros de culto, dándole una mejor preparación a los seminaristas.
"La Iglesia está tratando de hacer todo lo que pueda para prevenir esto, entre otras cosas, ofreciendo una preparación mejor a los seminaristas en los seminarios, de manera que los que van a salir de los seminarios no tengan esta enfermedad o mirada enfermiza a los jóvenes", concluyó.