Con tala ilegal, tres familias acaban con bosques de La Perla, acusan

Como grave calificaron habitantes de comunidades de La Perla, enclavadas en las faldas del volcán Pico de Orizaba, la deforestación del bosque, a manos de presuntamente tres familias que en las últimas tres décadas ubicaron al municipio en el primer lugar en tala clandestina a nivel Estado.

Ciudadanos de las comunidades conocidas como Paso León, Xometla, Tuzantla y La Cienega, señalaron que es a los 3 mil metros sobre el nivel del mar donde más daño ha causado el impacto de los “talamontes”, porque se han perdido especies endémicas tanto de flora como de fauna.

El cambio de uso de suelo para la siembra o el pastoreo solo ha generado erosión, que se refleja en la falta de captación de agua de lluvia y como resultado un sobrecalentamiento y que los mantos dejen de filtrar el agua hacia ríos y nacimientos en la zona baja, coinciden Filiberto “N”, Benjamín “N” y Horacio “N”, dedicados a la conservación de bosques.



“Aquí lo único que se pide es no manejar nombres, los que hacen este daño ya saben quiÉnes nos oponemos y aun así nada les importa. La mayoría de los campesinos tenemos parcelas, pero es poco comparado con todas las hectáreas que estos hombres han deforestado”, precisaron.



Aseguran que la gente tiene miedo a los “talamontes” porque la misma autoridad federal no les pudo hacer nada. Pidieron que intervenga la CONAFOR y la PROFEPA, porque están acabando con los bosques y las especies y la autoridad federal no hacen nada.





Asociaciones civiles han organizado eventos deportivos de altura, para que la gente atestigüe el daño que se le está haciendo a los ecosistemas y valore la importancia de mantener los bosques. De igual forma, el presidente del Consejo Intermunicipal de Ambientalistas, CIMA, Graciano Illescas Téllez, ha denunciado que cada año el Parque Nacional pierde decenas de hectáreas de bosque por éste fenómeno.

La coincidencia es que la autoridad federal tiene conocimiento porque se han hecho los reportes correspondientes de 15 años a la fecha y la ultima acción que implementó al ingresar al Ejército Mexicano, si bien resarció el daño, si aminoró el impacto de la tala.

Añadieron los campesinos que si a la autoridad federal y estatal le interesa el tema de la preservación de los ecosistemas, deberá actuar a la brevedad e impedir que se siga afectando gravemente a todos los que dependen de la generación de agua.