A pesar de las recomendaciones del Gobierno Federal y de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), de no vender material explosivo como cohetes, palomas o cohetones, comerciantes exponen estos productos a plena luz del día, convirtiendo este zoco en un polvorín.
Este mercado que se ubica en pleno centro, en avenida 3, calle 1 y 5 y a los costados del zoco, se observan decenas de vendedores ambulantes apostados en las banquetas y se apoderaron de estas calles, evitando el estacionamiento de vehículos.
El problema es que el presidente municipal, Ambrosio Borbonio, por temporada -dijeron los comerciantes- los dejó poner una lona y agarrar la banqueta y la calle.
Aseguraron que la gente puede pasar, “aunque con cuidado para no estropear la mercancía, para eso le pagamos un extra a comercio”, dijo una vendedora de peluches.
En contraparte, los regidores como Anatolio Clavijo Luna, encargado de Comercio o el síndico único del Ayuntamiento; Alejandro Arzola Fernández, no han podido hacer nada al respecto, a pesar del sinnúmero de oficios que han recibido.
“En varias ocasiones se han recibido oficios en Comercio y Sindicatura donde las dependencias piden el retiro de ambulantes, los cuales son rechazados, no así los que piden extenderse a las calles, a ellos se les cobran cantidades extras y con eso pueden laborar”, dijo una fuente del Ayuntamiento.
De esta forma es como laboran dentro del municipio de Cuitláhuac y es que mientras que los comerciantes ocupan calles y avenidas sin el control necesario y otros más expenden material explosivo con permisos pagados en la regiduría, los funcionarios gozan de sus sueldos y se dedican a presentarse en los eventos para tomarse la foto, sin control alguno.