PROYECCIONES internacionales indican al menos tres cosas: 1) la cantidad de agua en la tierra es constante, no ha disminuido, 2) la contaminación abarca todos los cuerpos de agua: ríos, lagunas y océanos, así como, el agua de lluvia de todo el planeta, ya cae contaminada y 3) la demanda de agua es cada vez mayor por el explosivo crecimiento de los centros urbanos

Para México pronostican que este 2023 será de sequía severa por falta de lluvias y poco se puede hacer para remediarlo pero, si Veracruz tiene aún ríos que vierten sus caudales al Golfo de México, es indispensable y urgente evitar la continua contaminación a que son sometidos por dos grandes y graves causas: las descargas urbanas de aguas negras y las descargas industriales que les arrojan todo tipo de solventes y materiales venenosos

Veracruz, como dueño de estas aguas, debe definir una política concreta y agresiva para impedir más contaminación y, aprovechar al máximo ese recurso, cada vez más demandado y cuya escasez trastorna la vida de las familias

Al propio tiempo, concientizar a la gente de que los ríos no son drenajes, para que no arrojen animales muertos, llantas, plásticos y todo tipo de basura