Crimen de la reforma educativa, asumir que la crisis es culpa de los maestros

Uno de los errores fundamentales de la reforma educativa, independientemente del retroceso que su instrumentación ha representado para la educación nacional, fue el no haber iniciado con un diagnóstico completo de la educación y asumir en cambio que la educación enfrenta una crisis y que ello se debía exclusivamente a la ineptitud e irresponsabilidad de los maestros, lo cual puede catalogarse como un crimen contra uno de los sectores de la sociedad que históricamente había entregado todo por servir a la nación, expresó Enrique Calderón, comentarista del libro "El fraude de la reforma educativa, reflexión crítica", de Manuel Bartlett y Luis Benavides.

En el Complejo Omega, sede de la XXIV edición de la Feria Internacional del Libro Universitario, señaló que la reforma educativa fue diseñada por un organismo extranjero para su posición en nuestro país, la cual ha sido instrumentada por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.

"Presenta de manera engañosa con un proyecto surgido del consenso nacional conformando lo que puede calificarse como un acto de traición a la patria por parte del mismo presidente", señaló.



Dijo que para quienes conforman el sector académico mantienen una posición crítica y el Libro contiene una serie de elementos valiosos para la fundamentación de sus artículos y conferencias, facilitando la difusión de este "siniestro" engaño cometido en contra el pueblo de México.

El Libro es para quienes están interesados en entender la citada reforma y que mantienen diferentes dudas sobre las discusiones de los discursos de los funcionarios públicos, así como de la televisión y de otros medios de comunicación.

La obra contiene de manera clara elementos y explicaciones de los daños, riesgos y peligros reales que dicha reforma significa y de cómo ésta fue avalada por los miembros del Congreso que, como representantes del pueblo no salvaron su compromiso esencial de representar la voluntad popular ciudadana.



El texto constituye una crítica seria del proyecto gubernamental conocido como reforma educativa.

El primer tema tratado se refiere al objetivo central de privatizar la educación por parte del presidente Peña Nieto, siguiendo las instrucciones de la OCDE, a partir de una estrategia probada en Chile, desde el gobierno de Pinochet, émulo de aquel traidor llamado Victoriano Huerta, asesino de Francisco I. Madero.

En segundo lugar, la reforma es la respuesta de Enrique Peña Nieto ante las presiones para lograr el reconocimiento de su cuestionado triunfo electoral, fue la concepción de un plan que hiciera parecer ese ordenamiento como una respuesta a las demandas sociales del país para realizar dicho cambio, conformando un gran engaño a la nación, el llamado Pacto por México.



Fue así como en sus primeros días de gobierno, el presidente Peña presentó la reforma educativa como un producto de consenso social, como si el proyecto hubiese tenido la consideración de las instituciones, de las escuelas normales, de las universidades pedagógicas, de los maestros y de la sociedad en general.

Fue ahí donde consideró que uno de los errores fundamentales de la reforma educativa, independientemente del retroceso que su instrumentación ha representado para la educación nacional, fue el no haber iniciado con un diagnóstico completo de la educación.