De fachadas y balcones floridos

Las motivaciones para cambiar, mejorar o embellecer el frente de nuestra casa pueden ser diversas: Halagar nuestra vista, agradar a la familia o llegar bienhumarados al hogar. Confeccionar a nuestra casa un “vestido” bonito, limpio, decoroso, acorde a nuestro modo de ser, habla de nosotros. La calle donde se encuentra el arriate que hoy visitamos no está pavimentada todavía y el matrimonio formado por Don Daniel y Eva no esperó a que se hiciera, se abocaron a construir su propia banqueta y su arriate. Muy agradable y armónica esta fachada del rumbo del Circuito Quetzal en la Colonia Santa Bárbara de la Reserva Territorial.

Alegres flores de belén en llamativos colores decoran el arriate cercado con tablitas de madera: “Me gusta que tenga plantas” dice nuestro anfitrión porque la belleza se encuentra en lo sencillo y en lo natural. El orden y la limpieza son ya un principio de armonía.

Don Daniel es también “Vecino Vigilante” como lo podemos apreciar en el cartelito que se divisa en la puerta de su casa. Esto nos habla de una actitud social: la participación en quehaceres de la comunidad siempre comienzan en casa. De allí parte la solidaridad vecinal, la ayuda mutua, la disposición a contribuir con tareas a las que convoca la autoridad en beneficio de la buena convivencia y lo que es más, la comunidad que se conforma entre vecinos. Por esta razón no es de sorprender amabilidad y entusiasmo de la pareja por participar en nuestro Primer Concurso.

De la Reserva Territorial tuvimos diez participaciones, la mayoría de espacios públicos como arriates, banquetas y el jardín de una escuela, lo que manifiesta la vocación de procurarse el bienestar entre sí.

Don Francisco vecino de la calle Xolótl de la misma colonia, atiende el área anexa a un Jardín de Niños por dos principales razones: le gustan las flores y le gusta que los niños estén cerca de las flores. ¿Cree usted que necesitamos alguna razón más para entender lo que mueve a ciertas personas a hacer lo que hacen?

Creo que una fuerza centrípeta puede hacer que desde colonias y fraccionamientos periféricos de Xalapa avance hacia el centro histórico esta forma de hacer y participar, como lo demuestran Don Francisco, Don Daniel, las señoras Isidora y María de Jesús por mencionar a algunos de nuestros participantes. Ellos no esperan que dependencia alguna comience la obra o les obsequien materiales. Ellos lo hacen y observan que otros los siguen. Dijo la Señora Isidora a cuya vivienda se llega por la calle Ébano: “Cuando llegué a vivir aquí y comencé a poner mis macetas en banqueta y paredes, mis vecinas comenzaron a imitarme”. A ella esto le produce una gran satisfacción pues sabe que, sin pretenderlo, pone el ejemplo.

El concurso nos dejó muchas enseñanzas, ahora sabemos que necesitamos motivar más a los vecinos del centro de la ciudad que ha provocado la inspiración de poetas, historiadores, visitantes y otros honorables, haciendo alusión a su clima, vegetación y variada flora. Comentarios en [email protected]