Debido a la mala planeación resulta imposible el silencio absoluto durante veda electoral

“Son ejercicios de Reforma constitucional electoral que finalmente no se observa en su diseño e implementación un todo para abarcar las etapas, épocas o cronología sobre el cual se desarrolla un proceso electoral sobre todo ahora de carácter federal”, señaló Fabio Casarín León, director de la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana (UV), respecto a la “veda electoral”.

Casarín comentó que la “obscuridad de la ley” es la consecuencia de una reforma electoral “Incompleta”.

“Les aseguro que jamás previó lo que se tenía que hacer en este periodo denominado de intercampañas, me parece que es desafortunado porque el proceso electoral arrancó el año pasado y se basa en periodos en los cuales los candidatos, les resulta prácticamente imposible que se abstengan de hacer proselitismo”.

El especialista en derecho indicó que prueba de esta mala planeación es la propaganda política que invade las ciudades, pese a las disposiciones de los órganos de no permitirlas y hacer silencio absoluto para promover el voto.

“El desorden que hay, la presencia de propaganda, los llamados que piden el voto, las declaraciones que promueven a tal o cual candidato son producto de que no se previó del todo, y que sólo se atendió aquello que le interesaba a la clase política en turno”.

De tal forma que por ello, llamó a realizar una reforma electoral que defina claramente las bases necesarias para crear un sistema estable y permanente para querealmente los ciudadanos elijan a sus gobernantes.

“Una reforma electoral, que defina las bases para dar paso a un sistema estable y permanente mediante el cual el ciudadano pueda elegir a sus propias autoridades y no estemos a la par de lo que salió mal en una elección inmediata sea motivo de una discusión, como lo que pasó en las intercampañas”.

Afirmó que las promociones tecnológicas son imparables y que hay un vacío importante que debe atacar el legislador.

“No sólo por decir qué salió mal en la contienda que viene, sino establecer bases de un sistema electoral con miras a su estabilidad, permanencia y eficacia sobre todo, para combatir los cánceres que han impregnado nuestra sociedad como el abstencionismo, los procesos electorales inducidos, y ahora, la infiltración del dinero de la delincuencia en el patrocinio de campañas electorales”.

Concluyó diciendo que esto debería perfeccionarse en la norma jurídica y sobre todo, con la voluntad de las autoridades para hacerla cumplir.