Ir a Menú

Ir a Contenido

Sección: Estado de Veracruz

“¡Déjame morir!”: Juez retirado teme por vida de su esposa, IPE no paga jubilaciones

- La esposa de Nicolás Hernández le pidió que la dejara morir; ya gastaron sus ahorros en hemodiálisis

- Desde hace al menos un año, el Instituto de Pensiones de Veracruz no cumple a trabajadores recién retirados

- Laurentino Sosa trabajó 40 años en el Poder Judicial; ya tuvo que endeudarse y empeñar para sobrevivir

José Topete Xalapa, Ver. 13/06/2018

alcalorpolitico.com

Luego de gastar sus ahorros en la salud de su mujer y de no haber recibido desde 2017 la jubilación que por Ley le corresponde, a punto del llanto, Nicolás Hernández Contreras lamentó que su esposa le dijera: “¡déjame morir!”. Se resiste a la propuesta de su pareja y le insisteen que “vamos a seguir luchando”.

Por tal motivo acudió este miércoles ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) a interponer una queja por la omisión del director del Instituto de Pensiones del Estado (IPE), Hilario Barcelata Chávez.

Explicó que el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, a través del IPE, sigue atrasando el trámite de su jubilación, misma que comenzó desde agosto de 2017.



“Me retiré como Juez de Primera Instancia en el Distrito Judicial de Coatepec, pasé a manos del IPE para tramitar mi pensión (…), pero desde el año pasado no he recibido respuesta de las autoridades. He dado vueltas y vueltas desde agosto, sin recibir el acuerdo correspondiente y ya me advirtieron que una vez que tenga el trámite todavía tengo que esperar 7 meses más para que me den el primer pago”, relató.

Expuso que desde que se retiró de sus labores perdió sus derechos ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y su situación se agravó, ya que su esposa cayó enferma justo cuando él dejó de laborar en el Tribunal.

“Mi problema es que después de que me separé del Tribunal mi esposa se puso muy grave al punto de tener que hospitalizarla y ahora la están hemodializando cada tercer día; me cobran mil 350 pesos por cada atención. Mi esposa me ha dicho que no la siga atendiendo y yo le digo que voy a seguir luchando, me dice: '¡déjame morir!', pero ¿cómo va a ser eso posible? Yo le digo que vamos a seguir luchando”.



Criticó que desde que presentó sus papeles para retirarse no ha recibido ni un peso del retroactivo ni de su pensión; apuntando que no pertenece a ningún sindicato o asociación y se acaba de sumar a la Coalición de Pensionistas Independientes del Estado de Veracruz (COPIPEV).

Confesó que los ahorros que reunió ya se le están agotando, pero su preocupación “es llegar al abismo” y cuando se le acabe el dinero pensar qué es lo que va a pasar; “mi preocupación es por la salud de mi esposa Isabel”.

Se quedaron sin seguro



Laurentino Sosa Capistrán, quien también se retiró por invitación del Poder Judicial el año pasado, expuso que desde noviembre pasado el IPE no ha cumplido con el trámite de su jubilación ni con el pago de su pensión.

“Yo presenté mis documentos ante el IPE desde julio, antes de causar baja. También estoy en similar situación, pues mi esposa tiene un problema de salud”, comentó con reserva y explicó que al retirarse perdió el derecho de acudir al IMSS; de ahí que tuvieron que afiliarse al Seguro Popular.

“Al causar baja automáticamente se nos suspende el servicio del Seguro Social; de igual forma he estado utilizando los ahorros para ir solventando esos gastos médicos, pero llegará el momento en que se agoten y el IPE seguirá sin pagar”.



Reconoció estar “al final de la cuesta”, pues además de servicios médicos tiene que cubrir los pagos básicos como la luz, gas y agua, que siguen subiendo de precio; lo que las autoridades del IPE no toman en cuenta.

Aseveró que por el momento sigue en trámite del acuerdo que da pie a su jubilación, por el que ya ha esperado meses; así como el retroactivo, que es el dinero que le corresponde por Ley mientras se cumple con el trámite.

“No nos dan una fecha, hay un compañero que esperó 2 años para que le dieran el retroactivo (…); esta prestación debería cubrir el tiempo que estamos sin recibir la pensión, pero mientras esto ocurre ya hemos tenido que solicitar préstamos y recurrir a los empeños, tras 40 años de servicio”.