Derrame de crudo en ducto de PEMEX en Oaxaca avanza sobre el río Coatzacoalcos

En las próximas horas, las corrientes del río Uxpanana comenzarían a arrastrar los remanentes de un derrame de crudo generado en el ducto Nuevo Teapa- Salina Cruz, perteneciente a Petróleos Mexicanos (PEMEX), que alcanzó el nacimiento del río Coatzacoalcos, en el vecino estado de Oaxaca.

En su paso por esa entidad, el evento ha provocado una gran contaminación en la zona del Istmo de Tehuantepec, en inmediaciones de Nuevo Progreso, Matías Romero, que ha llegado hasta el río Coatzacoalcos.

De acuerdo a la información recabada, se pudo saber que el petróleo crudo empezó a escaparse durante la mañana del miércoles pasado en las cercanías de Arroyo Colmillo, pero por una tardía atención del personal de PEMEX se vertieron miles de litros del hidrocarburo hasta llegar al río Sarabia, que nutre al Coatzacoalcos.

PEMEX ha mantenido de manera hermética esta fuga pero se calcula que fueron varios barriles de petróleo, ya que la mancha de aceite ya se puede observar a simple vista en el rio Sarabia, tributario del Coatzacoalcos.

Los campesinos señalaron que el petróleo crudo ha avanzado unos 30 kilómetros sobre aguas del río Coatzacoalcos en dirección hacia el Golfo de México, ya que se no se establecieron los perímetros de control con las cintas oleofílicas en zonas alternas a la fuga.

El petróleo crudo contaminó tierras de cultivo de los ejidos Nuevo Progreso, Estación Sarabia, Boca del Monte y Otilio Montaño, todos establecidos cerca del río Saravia.

PEMEX no ha informado de manera oficial el incidente y el personal de PEMEX Ductos, estableció las barreras a dos kilómetros del punto del derrame y se espera que lleguen las empresas remediadoras.

En Oaxaca, provocó una gran mortandad de peces, anfibios y demás fauna en la ribera del río Sarabia y se espera que ocurra lo mismo en este Estado.

Descartan que la fuga haya sido controlada porque miles de litros de petróleo crudo siguen avanzando sobre los cuerpos de agua, pues PEMEX instaló barreras de contención y cordones oleofílicos a dos kilómetros del punto del derrame.