Unos 100 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, en auxilio de la Titular de la Agencia Segunda del Ministerio Público, desalojaron durante el amanecer de este viernes a los invasores de los terrenos propiedad del Instituto de Pensiones del Estado.
Al filo de las 05:00 horas un centenar de elementos de la Secretaría de Seguridad pública en apoyo al Ministerio Público, arribaron al predio “Perseverancia” que abarca unas 300 hectáreas, ubicado entre los municipios de Xalapa y Emiliano Zapata, propiedad del Instituto de Pensiones del Estado, para desalojar a los invasores.
En el desalojo estuvo presente en representación del Instituto de Pensiones del Estado con apoyo del departamento Jurídico, el profesor Adán Córdoba Morales.
Las 300 hectáreas estaban invadidas por 800 familias, quienes en menos de 20 días, lotificaron derribando árboles, matas de café y se apropiaron de un pedazo de terreno.
Los invasores en su mayoría mujeres, no se identifican con alguna organización ni tampoco dan el nombre de sus líderes, pero estos ya están plenamente identificados por las autoridades quienes les iniciaron una investigación ministerial.
La invasión fue denunciada por el departamento jurídico del IPE, ante la Agencia Segunda del Ministerio Público, y esta fiscalía solicitó el apoyo de la fuerza de Seguridad Publica para desalojar a los invasores.
Al llegar este viernes, los elementos de Seguridad Publica encontraron a aproximadamente 100 familias de las 800 que están registradas, al cuidado del predio, listos para enfrentarse con la policía, Afortunadamente solo hubo algunos golpes y jalones y mentadas de madres contra los policías.
Finalmente los invasores accedieron y los uniformados con apoyo de gente contratada por el IPE, comenzaron a destruir las chozas en su mayoría vacías, algunas fueron incendiadas.
Por otra parte la policías informó que fue un desalojo pacifico, no hubo detenidos ni, lesionados.
Un grupo de mujeres reprobó el uso de la fuerza pública y afirmaron que fueron salvajemente golpeadas, pero al pedirles que mostraran las lesiones, ellas evadían la pregunta.
Otros invasores mencionaron que estaban consientes de qué estaban cometiendo un delito, pero la necesidad de hacerse de un terreno, los orilló cometer esta invasión, pero mejor recogían sus osas y se retiraban.