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Sección: Estado de Veracruz

Desaparición de parteras contribuyó a violencia obstétrica en México: Catedrática

- Colegios de medicina alópata creados por varones inició su deslegitimización

- Xiomara Ceballos plantea analizar diferentes perspectivas para volver a humanizar el parto

Tania Guzmán Tequila, Ver. 06/02/2021

alcalorpolitico.com

La violencia obstétrica en México es una realidad y constituye un problema de salud pública que se debe analizar desde varias perspectivas para modificar la atención que se brinda a la mujer en el embarazo, parto y puerperio, señaló Dalia Xiomara Ceballos Romero, catedrática de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI).

La licenciada en filosofía, sociología y maestra en género explicó que históricamente el parto estuvo en poder de las mujeres, pero con la creación de los colegios de medicina alópata creados por varones se inició la deslegitimización y persecución de las parteras.

Agregó que, a partir de ahí, la concepción del parte comenzó a considerarse una enfermedad.



Indicó que mientras las parteras atienden el parto de forma vertical con un trato digno, respetuoso, con sensibilidad al contexto y la cultura, además de que son gente de la comunidad y para la mujer le representa un menor costo económico, desde el siglo XVII los médicos atienden los partos en posición horizontal supina, con uso de fórceps y otros elementos que utilizan para la exploración y asistencia obstétrica.

Esas prácticas, abundó, prevalecen en las instituciones de salud hoy en día, lo mismo que las cesáreas, incluso cuando no son necesarias y a veces hasta en contra de los deseos de las madres, lo que tiene el fin de reducir los tiempos de atención hospitalaria y a veces hasta interés económico.

Durante el parte, abundó, se da violencia por el maltrato a la parturienta, burlas, regaños y discriminación, incluso quitándoles elementos de protección que usan algunas mujeres, como amuletos, y que están relacionados con sus creencias o cosmovisión.



Agregó que se debe entender que hay diferentes perspectivas de concebir el embarazo, el parto y el puerperio y todo esto debe analizarse para buscar una atención humanizada del parto, para que éste esté libre de violencia obstétrica como un asunto de derechos humanos.