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Sección: V?a Correo Electr?nico

Descubrió el nombre de inspectora municipal, quien retiró a ambulantes en Xalapa

Presenció que al parecer, era selectiva para retirar a unos sí y otros no

02/01/2013

alcalorpolitico.com

Redacción de alcalorpolitico.com:

Si es posible publicar lo siguiente en su prestigiado medio, mucho agradeceré el favor que presten para el conocimiento de los siguientes hechos.

Alrededor de las 11:30 horas del 31 de diciembre acudí a la zona de La Rotonda para realizar diversas compras para la cena de fin de año. Observé que se encontraban varios inspectores del Ayuntamiento retirando comerciantes de la vía pública, pero lo hacían de manera irregular (como es su costumbre).

Noté que una inspectora estaba junto a un joven que vendía diversas verduras en una carretilla y a los pocos segundos éste le entregó a ella una bolsa con un poco de la mercancía que vendía. Al ver eso no pude sino sonreírme de forma sarcástica; la inspectora me vio y al notar que tenía mi teléfono celular en la mano, le comentó a uno de sus compañeros que le estaba sacando fotografías.

Me molesté porque ello no era cierto, así que le reclamé y le pregunté si le constaba. Al obtener de ella una negativa burlesca, le llamé en voz alta “mentirosa”; ella se volvió y me amenazó con llamar a la policía si le volvía a decir de esa forma. La llamé mentirosa nuevamente y ella ya no me hizo caso. Con el fin de presentar la queja correspondiente me coloqué frente a ella con la intención de ver su identificación, misma que volteó y tapó con los papeles que cargaba.

Al exigirle saber su nombre me respondió que no tenía por qué dármelo y caminó hacia otra cuadra; la seguí para insistir en saber su nombre, tras lo cual se regresó con sus compañeros y se quejó con uno de ellos porque yo la estaba “acosando”.

Uno de quienes le acompañaban me dijo que ya me calmara y me fuera, porque en caso contrario tendrían que llamar a Seguridad Pública.

Seguí con mis compras un buen rato por ese rumbo y me mantuve atento a la actuación de los inspectores. Antes de irme noté que la inspectora se mantenía junto al joven de la carretilla; decidí retirarme y buscar su nombre en el sitio electrónico del Ayuntamiento, donde finalmente lo encontré: se trata de la inspectora Iris Lázaro González.

Tras lo anterior deseo hacer las siguientes consideraciones. En primer lugar, menciono que la actuación de los inspectores fue irregular porque se limitaban a llegar y ordenar a los vendedores a que se levantaran o se movieran y la inspectora a que hago referencia tomaba fotografías de todo. Sin embargo, en ningún momento mostraron el oficio de comisión que les facultara actuar de esa manera –lo que observé y después confirmé al hablar con unos de los vendedores que estaban allí–, por lo que su proceder violentó los derechos constitucionales de los comerciantes que fueron molestados (artículo 16 constitucional).

En segundo lugar, llamar “mentirosa” a una persona no es ni delito ni falta administrativa, porque no es un insulto, simplemente un calificativo que señala cierta característica, por lo cual no se justificaba la amenaza de requerir a la policía. Además, si en verdad hubiera sido motivo para ello, lo habrían hecho realmente y no sólo hubiera quedado en un dicho intimidatorio. Por lo demás, ella tenía el deber de proporcionarme su nombre porque se trataba de un servidor público en funciones; el hecho de afirmar de mí algo que no le constaba y de amenazarme sin querer proporcionar su nombre, no sólo la hace mentirosa, sino además cobarde. A ello hay que agregar el que ella tiene que explicar por qué recibió mercancía de uno de los comerciantes a quienes se supone debía retirar y sólo hay dos opciones: una, corrupción, es decir, no molestarlo a cambio de algo; y dos, simplemente adquirir un producto que ella quería, lo que entonces indica que realizó una transacción con un vendedor irregular. Cualquiera de las dos opciones le valdría un tercer calificativo: ineptitud para el trabajo que desempeña.

Finalmente, no sólo se trata de sancionar a una inspectora por lo que expongo respecto a mí, sino también a sancionar la mala actuación de los inspectores por no sustentar el acto de molestia contra los comerciantes con el mandamiento escrito por autoridad competente que les faculte en su actuación y además a corregir esa situación para que en futuro se conduzcan como se debe. No puede combatirse la ilegalidad al amparo de otra ilegalidad, ésta aún más grave porque se violentan los derechos constitucionales de los gobernados, lo que deja al Ayuntamiento en una posición de incongruencia.

Ojalá de oficio la autoridad determine la nulidad de los actos administrativos que se deriven de lo sucedido ese día y no se proceda contra los comerciantes a quienes se tomó fotografías, en lugar de esperar a que los interesados se inconformen, pues estos vendedores no tienen conocimiento de lo que legalmente les socorre. Si realmente esta administración está “del lado de la gente” y tiene un compromiso que va más allá de las palabras, las irregularidades de estos inspectores serán sancionadas y no se repetirán en el futuro. En caso contrario, seguiremos gobernados con la ineficacia que hasta ahora hemos observado.

Atentamente

Javier Torres