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Sección: Estado de Veracruz

Desmenuza Catedrático de la UV obra de Alicia Giménez, durante el “Martes de lectores y lecturas”

- La novela nace de una investigación de la Guerra Civil y el surgimiento de un grupo revolucionario

- El reto de la lectura es mirar de otra forma al entorno como a la sociedad: Ricardo Azamar

?ngeles Godoy Morales Xalapa, Ver. 09/04/2013

alcalorpolitico.com

"Tenemos a una masa que lee de la misma manera, todo mundo lee pero nadie vive. Tendríamos que aprender a mirar al interior para poder captar lo que hemos perdido", señaló Ricardo Azamar, profesor de la Facultad de Letras Españolas de la Universidad Veracruzana.

Durante el “Martes de lectores y lecturas” del Programa Universitario de Formación de Lectores de la UV, Azamar abordó el libro "Donde nadie te encuentre” de Alicia Giménez Bartlett: Leyendo textos, leyendo cuerpos.

Ante un nutrido grupo de asistentes, refirió que el reto es mirar de otras maneras tanto al entorno como a la sociedad.

Señaló que la novela surge de una investigación del final de la Guerra Civil y en su trama existe la presencia de un grupo revolucionario denominado "maquis". El personaje principal cuyo sexo se desconoce, queda como el último sobreviviente ya que los "maquis" son vencidos por la guardia civil así como por el exilio.



Teresa Pia Meseguer es su nombre y luego de dos años de no hablar, narra el proceso desde que tiene conciencia donde nadie supo determinar su sexo. Ante esta imposibilidad, su madre la hace mujer para que no haga el servicio militar ni desnudarse ante otras personas.

Durante el relato La Pastora, como también se le conoce, es un cuerpo vacío en el sentido metafórico y literario.

"Ella vive en las montañas, no tiene nada. Es un animal, una bestia, un vacío que vive en las montañas que le ayudan a sobrevivir. Es alguien a quien la voz de otros la llaman con muchos nombres ofensivos, pero ninguno es suyo".



Azamar explicó que de ahí, deriva el que la lectura tradicional sólo enseña a leer una cuestión dicotómica. Por eso hay que ver lo que hay en el cuerpo, qué oculta, qué revela, para así, poder identificar sus signos.

"La gente siempre quiere saber -qué tenemos entre las piernas-, es un leif motiv constante en la lectura, lo que siempre le preguntan a Teresot, no necesitamos ser monstruos para que nadie se preocupe por nosotros".

Refirió que una constante humana es el morbo, de ahí la molestia que siempre le hacen a Teresot. Ella estaba recluida ante la interrogante de la gente.



"El personaje está fragmentado, sabemos de él por lo que se narra y por ello hay que aprender a leer de otra forma, ya que eso que se mira ya no es. Hay que mirar más allá de las líneas", concluyó.