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Sección: Via Correo Electr?nico

Mutatis mutandis

Deuda pública: el niño y el Gobernador

Rafael Arias Hern?ndez 10/10/2012

alcalorpolitico.com

El cambio ya empezó y apenas nos damos cuenta. De muchas formas nos resistimos a aceptar lo que es evidente en todas partes.

Ciegos, sordos e insensibles muchos en el gobierno continúan con “el no pasa nada”, “el vamos bien” y “el más de lo mismo”. Ni ellos se lo creen.

Ahí, en cada hogar en cada familia, el futuro observa, escucha y pregunta; y también se prepara para actuar, para tomar parte de la lucha cotidiana. Muchos ya lo hacen, más y más lo harán. Imposible detener y ocultar el derecho a la vida y a decidir cómo vivirla.

Para muchos, para demasiados, es inaceptable un presente inundado de pobreza y marginación creciente, de delincuencia e impunidad evidente, de malos y peores gobiernos; y lo que más grave, de justicia negada, ninguneada, simulada, comprada y vendida. Justicia ausente.

Jóvenes y niños (el auténtico futuro), aprenden y saben que tienen el derecho y el tiempo a su favor para decidir y, desde luego, para no aceptar lo que no les parece, oprime y limita, así como para rechazar lo que está mal y es injusto.

Ante los inaceptables silencios, los repetidos subterfugios y engaños, y las interminables evasivas.

Ante las desfavorables y reiteradas respuestas, la evidencia de situaciones más adversas y difíciles, plagadas de desigualdades, impunidades e injusticias; de manipulaciones, condicionamientos, sacrificios y falta de oportunidades; de limitaciones, inequidades, restricciones y abusos.

Ante todo esto y más. El derecho a un presente y un futuro propios no se detiene, porque representa la vida misma.

Ahora fue un niño el que enfrentó a un gobernador. De no atenderse y revertirse la tendencia, pronto serán millones. Ningún gobernante estará a salvo, recordarles que son servidores públicos es una obligación.

Imparable, de muchas formas la realidad se hace presente. Lo antes escondido, oculto e inaccesible se revela para conocerse y difundirse ampliamente.

Es más, viejos, desacreditados e inaceptados discursos, con sus boletines oficiales y sus planas, spots o reportajes pagados, no pueden sostenerse y seguirse repitiendo, porque carecen de credibilidad y confianza; son tan inútiles y patéticos, como caros y vergonzosos. Más bien causan desconcierto y enojo, o lastima y risa. Engañan y se engañan.

SI NO ES DEUDA NO LA PAGUEN, ASI DE SIMPLE.
A lo largo y lo ancho del país los cuestionamientos se repiten y extienden. El ejercicio de las libertades pone en aprietos y exhibe a todo servidor público.
Tarde o temprano, millones pasarán a la inconformidad y el reclamo, a la autentica rendición de cuentas y la fiscalización verdadera, la determinación de responsabilidades y la sanción de los culpables.

Después de lentitudes injustificables, ahí vienen más leyes como la de contabilidad gubernamental. Incluso se habla de un gran esfuerzo anticorrupción. Veremos dijo un ciego. A ver como se muerde la cola el perro. Insistir es el verbo, reclamar el derecho.

Vienen más leyes. Falta que las apliquen y afecten la creciente delincuencia gubernamental.

En todas partes las preguntas se repiten.

Si hay finanzas sanas, entonces por qué se endeudan municipios, estados y el país mismo.

Si la ley impone la condición de inversiones productivas, ¿en dónde están?
¿Y las obligadas obras públicas anunciadas?

Las conclusiones también se multiplican y adelantan.

La lección esta a la vista, quien quiera aprender que aprenda.

Temas como deuda gubernamental y servicios públicos, delincuencia y corrupción gubernamental, desempleo y pobreza, tarde o temprano se hacen públicos y notorios, por más que se controle a medios tradicionales y a sus comunicadores, muchos de ellos más que dispuestos a colaborar de acuerdo a la tarifa de encubrimiento, complicidad o distorsión correspondiente.

Por más que se intente ocultar, distorsionar o minimizar, la realidad escapa a las prisiones de la censura y el control mediático.

Junto a los pocos medios y comunicadores con compromiso social, toda una nueva oleada permanente de información e interacción local y global imparable, casi instantánea, afecta y transforma el comportamiento social, para hacer presente esa inocultable realidad. La mentira y el engaño tardan más en decirse que en descubrirse.

El medio se convierte en el fin, o mejor dicho, en el final de los emisores, cuyo descrédito y desconfianza son evidentes. Ni ellos se creen lo que difunden.
Esto, muchos políticos, gobernantes, funcionarios y servidores públicos, no lo entienden ni lo van, ni lo quieren, ni les conviene entender y aceptar.

El cambio es inaceptable para muchos dinosaurios de la política, de todos los partidos e ideologías; y también para sus sucesores generacionales, los bebesaurios, que resultan ser más ineficaces, voraces y rapaces.

EL ENCUENTRO
La fotografía difundida en twitter no puede ser más elocuente, el hecho más significativo y la lección (sobre todo a quienes gobiernan) más oportuna.

Las señales de alerta se multiplican. El encuentro puede darse en cualquier momento.

El niño frente al gobernador, lo increpa ante el desmedido endeudamiento del gobierno estatal y lo reta desde su inocente actitud; desconcertado, el hombre en el poder, sólo frente a la realidad, tiene un pequeño instante de inteligencia y detiene a quienes lo escoltan, a sus guardaespaldas, para que no agredan al niño frente a cámaras, grabadoras, reporteros y testigos. Trata de atenderlo, de dialogar y hasta de atraerlo, extendiéndole la mano, pero el gesto del niño es más que elocuente, lo dice todo.

Control informático, bloqueo mediático y autocensura entran en acción y los medios locales no publican, minimizan o tergiversan el hecho. Pero la realidad se impone otra vez, como va siendo costumbre, los nuevos medios, redes y twitter difunden la ahora famosa fotografía y texto de lo sucedido.

Imparable, el singular hecho trasciende y se sabe, por la voz infantil que representa al futuro, del creciente reclamo por el injustificable y descomunal endeudamiento público que el gobernador y su antecesor, tratan inútilmente de ocultar, aunque si se esfuerzan notoriamente por pagar con puntualidad, aún acosta de las limitaciones y sacrificios crecientes de la población que ve reducidos la indispensable oferta de servicios públicos y la valiosa obra pública.

Miguel Ángel Castillo, “la foto de un niño que no querían que vieras”, en el Corte de Caja (051012), del Blog de Yahoo Noticias:

“El evento fue difundido, quizás no de manera amplia, pero de alguna forma la gente se enteró. En una secundaria de Coahuila, durante una de esas entregas de lentes gratuitos que sirven para que el gobierno en turno pueda lucirse como magnánimo y bondadoso, un niño, casi un joven, pero niño aún, increpó al mandatario local por la deuda de 37 mil millones de pesos que contrajo la administración anterior, casualmente, llevada por su hermano…Tuvieron que ser la redes sociales las que destaparan al niño, de nombre Miguel Ángel, con una foto tomada en ese momento. La única conocida hasta ahora donde pude apreciarse la escena descrita y en donde gestos y poses congeladas hablan por sí solos…”

En la foto se comprueba que el niño no le da la mano al gobernador.
La censura bloqueo a miles en el estado; pero millones en el planeta, la vieron en internet. Los encuentros continuarán, las causas son muchas.