Dificultades generan estrés y éste, a su vez, violencia en humanos: José Sanmartín

Las condiciones de la vida diaria generan estrés y éste a su vez condiciones de agresividad que se transforman en violencia, explicó José Sanmartín Esplugues, catedrático de lógica y filosofía de la ciencia, quien fundó y fue Director del Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia en España, en 1997-2009.

En entrevista para alcalorpolitico.com, comentó que en la actualidad estamos muy estresados y este estrés lo produce una hormona llamada cortisol, la cual está en grandes cantidades en nuestro organismo.

Cuando hay muchos estímulos que desencadenan su secreción y hay altos niveles de ésta en la sangre, se afectan determinadas estructuras cerebrales como el hipocampo y la amígdala, íntimamente ligadas al control de la agresividad.



“Estamos generando las condiciones adecuadas para que haya gente ya no agresiva, sino violenta, porque llega un instante en que vuelcan su ira y rabia contenida y hasta miedo de lo que les sucede en el otro, dañándolo”, indicó.

Los estímulos para secretar grandes cantidades de esta hormona pueden ser muchos, por ejemplo los del tipo económico, situaciones laborales o el desempleo, la competitividad y otros factores que van en muchas ocasiones en contra de lo que debería ser básico en la interrelación humana, que van en contra de la vida familiar, atención a los hijos, etcétera.

Mujeres con derechos humanos pisoteados



Y hablando de la agresividad y violencia, el Investigador se refirió a la violencia contra las mujeres, en donde todavía hoy en día los hombres están siendo educados en esquemas dentro de los cuales las mujeres son de su propiedad.

"No hay un respeto a los derechos humanos de la mujer y cuando la mujer decide romper, el potencial agresor lo es porque considera que está siendo desposeído de una propiedad en la mayor parte de las ocasiones.

Yo lo he escuchado directamente de la boca de los agresores de género, no una sino cientos de veces (…) -me quería dejar-, dicen, como si fuera algo propio”.



Sanmartín Esplugues señaló que lo que deben entender los hombres es que las mujeres tienen los mismos derechos que ellos y si quieren dejarlos son libres de hacerlo y los hombres tienen que aguantarse.

Además, admitió, hay mujeres y, no pocas, que transmiten estereotipos machistas; “eso es horrible, son estereotipos sexistas que sesgan ya la percepción de la realidad y si desde pequeñito está siendo educado en esos estereotipos obviamente conforme vayas entrando en fases adultas comenzarás a educar tus conductas a los estereotipos en que has sido criado”.

Enfatizó que a la mujer hay que verla como lo que es, un ser humano con los mismos derechos que otro ser humano que se llama hombre y mientras no exista una igualdad de derechos no habrá una igualdad de percepción.



“Mientas tanto lo que hay que hacer es aplicarles la ley con toda la dureza posible”, acotó.

Sobre el bullying

El Investigador definió el acoso escolar como una forma de "tortura"; lo que sufre el niño es una violencia de tipo periódica y sistemática, una violencia altamente amedrentadora o intimidante, además de que se produce en un marco de abuso de poder extraordinario.



Indicó que normalmente el acosador no acosa solo, sino que tiene cómplices y el ir a la escuela para el niño que es objeto de acoso, es como ir a un lugar donde va a ser torturado, por eso hay niños que tienen ideas suicidas y otros que las llevan a la práctica.

El bullying o acoso escolar, ocurre por muchas razones, hay de tipo psicológico, en el tipo de crianza del agresor influye, no solamente porque sus padres sean autoritarios, sino porque son padres hiperprotectores.

“Vivimos en una cultura en la que desgraciadamente los conflictos que son normales se resuelven en la pantalla que es lo que los niños están viendo a través de manera disfuncional a través de violencia. Al final, si vives en una sociedad así modelas la conducta de los niños y adolescentes en lo que no deberíamos que es prácticas de tipo violento”, puntualizó.