Discriminación y negligencia en el Hospital de Playa Vicente; exigen intervengan autoridades

Los ciudadanos de Playa Vicente y sus comunidades se encuentran sumamente indignadas debido a los constantes atropellos, abusos y arbitrariedades que se comenten en el Hospital de esta localidad por lo que exigen la intervención de las autoridades municipales.

Son constantes las quejas que hay del hospital de Playa Vicente por el pésimo servicio que se da a los ciudadanos y sobre todo a la población indígena e incluso por la negligencia médica que se comete se han registrado muertes de pacientes.

Uno de los casos es el de la joven Betzai Santos Chiñas, de 22 años de edad, originaria de la comunidad de Juan Enríquez, quien asegura haber perdido a su recién nacido debido a la ineficiente atención que recibió por parte de los médicos Olga Gallegos, Ángela Pérez y Reyna Jarqui.

La afectada dijo que su hija falleció por muerte cerebral, a consecuencia de que durante el parto le fue mal suministrado el medicamento; así como la tardía intervención quirúrgica, ya que a pesar de los dolores intensos que padecía, los médicos retrasaron todo, hasta llegar el punto de negarse atenderla y canalizarla a otro hospital de Veracruz.

Debido a la distancia entre Playa Vicente y Veracruz, los familiares decidieron que fuera atendida en una clínica particular en el mismo municipio, sin embargo fue demasiado tarde, debido a la fuerza que realizó la paciente su matriz quedó muy débil, con riesgo de no poder procrear nuevamente, el médico que finalmente la atendió le dijo que si hubiera llegado una hora más tarde, las dos habrían fallecido.

Actualmente está como director del hospital el doctor Samuel Rivera López, pero parece no importarle lo que ahí sucede, pues no ha hecho nada por resolver esta problemática a pesar de las quejas que se generan diariamente, por lo que el secretario de Salud, Pablo Anaya debería de intervenir para evitar los casos de negligencia.

A pesar de las denuncias puestas en su contra, los afectados aseguran que directivos de esta institución se encuentran protegidos por actores políticos que nada han hecho por remediar esta lamentable y muy preocupante situación que es un caso similar al que se tiene en el municipio de Espinal en el Hospital de la comunidad de Entabladero en la zona norte del Estado.

Los ciudadanos incluso denuncian que este problema se presenta desde hace muchos años atrás, donde también se ha politizado la salud, ya que con fines políticos han cubierto con propaganda política todo su exterior, los inconformes aseguran que el hospital está lleno de caciques que se creen dueños de las instalaciones sin embargo se carece de médicos, anestesiólogos, cirujanos, equipo y medicamentos.

El abuso es cometido sobre todo contra indígenas, ya que, como es sabido, gran parte de la población de Playa Vicente la conforman personas pertenecientes a distintas etnias, como la Mazateca, Mixe, Chinanteca, Mixteca, Zapoteca y Náhuatl y que para el personal resulta molesto, ya que no entienden la lengua de estos.
Y para comodidad del personal de este hospital es más fácil canalizar a los enfermos a los hospitales del municipio vecino de Isla, Cosamaloapan y/o al Hospital Regional de Veracruz, a pesar de que cuentan con su ambulancia ellos no realizan traslados porque dicen carecer de personal y cuando los hacen los choferes solicitan viáticos a los pacientes, además de que sólo laboran en horarios durante el día y para colmo no hay médicos ni enfermeros que acompañen en la ambulancia en caso de trasladen a pacientes graves.

En la Jurisdicción Sanitaria de Cosamaloapan ya se cuenta con una lista innumerable de quejas, entre las que destacan la de señora Heidi Santana Solano, quien el pasado 29 de Marzo acudió al Hospital por un problema de colitis crónica; allí la trabajadora Social Lady Luz Uscanga le negó una “referencia” para realizarse estudios en la ciudad de Xalapa; la paciente afirma que fue tratada con prepotencia por la trabajadora social, por lo que tuvo que asistir hasta la Jurisdicción Sanitaria para que le facilitaran el documento que necesitaba para que le practicaran estudios, los cuales arrojaron como resultado que requería una operación de urgencia, pues le habían detectado una piedra vesicular.

Heidi Santana dijo que en otra ocasión llevó al hospital de emergencia a su hija y tampoco atendieron, pues una vez que mostró su número de Seguro Popular le solicitaron 80 pesos por la consulta, los cuales no pagaron y prefirió acudir a un médico particular.

Otro caso es el la señora Fabiola Sánchez Solano, quien también solicitó una hoja de referencia al hospital por una descompensación terrible de salud, dice que se encontraba con las plaquetas bajas, glucosa alta y presión alta, pero la trabajadora social y el doctor Bartolomé Lázaro García no quisieron dar la referencia argumentando que él era el doctor más competente y el mejor del pueblo; haciendo hincapié que nadie tenía su preparación advirtiéndole que si se quedaba en el hospital se comprometía a atenderla siempre y cuando le pagaran sus honorarios, ya que en esos días él estaría de vacaciones.

La señora Fabiola Sánchez expresó que se dirigió al DIF Municipal para que le otorgaran ese pase y que al ser atendida le afirmaron que de no haber llegado a tiempo pudo haber muerto de un paro cardiaco o derrame cerebral.

Un caso más es el de la señora Teódulo Vargas Toledo, de la comunidad Nueva Era, dice que cuando estaba embarazada acudió al hospital para dar a luz esperando toda la noche y al día siguiente sin darle ninguna explicación le dijeron que no la podían atender ahí por lo que la mandarían al hospital de Ciudad Isla; sin embargo le dijeron que tenía que pagar $1, 000pesos para ser trasladada, su esposo acudió al Ayuntamiento para pedir apoyo y fue entonces cuando la señora fue trasladada a Isla en una ambulancia.

De igual forma la señora Lucina García Martínez, de 51 años de edad, acudió al hospital por dolor en sus mamas y hasta el momento no le han dado ninguna valoración por parte de la ginecóloga y no tiene fecha para volver a ser atendida.

En el caso de la niña Citlaly Castro Carrillo, de 7 años es de la comunidad Nueva Era, ingresó al hospital por fractura de su mano al caer de un caballo, a pesar de los dolores que sufría la tuvieron esperando más de una hora, al final no la atendieron y los padres tuvieron que llevársela a un médico particular.

Y la lista no termina, ya que estando embarazada la joven Paula Ojeda de la comunidad El Mirador sufrió una fuerte hemorragia y en el hospital no la aceptaron y la canalizaron al DIF para que la trasladaran a Ciudad Isla y así como estos casos hay muchos más, sobre todo entre las etnias indígenas que no se saben defender, por lo que piden se frenen estas atrocidades o de lo contrario realizarán movilizaciones.