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Sección: V?a Correo Electr?nico

Disponer de un transporte público eficiente y limpio, básico para mejorar la vialidad

- El de Xalapa es insolente, indolente, ineficiente, lento, caótico, sucio, ruidoso, contaminante y caro

- No habría recursos para cambiar la vialidad y aunque hubiera, se haría obsoleta

Xalapa, Ver. 07/01/2011

alcalorpolitico.com

Señor Director:

Sobre el correo que escribe Juan Pérez: Antes de la ocurrencia del hoy no circula, agrego algunos puntos que escribí hace unos meses pero que no publiqué:

Primero. Nuevas obras viales: es innegable que son necesarias y urgentes, que molestan a la ciudadanía pero que son de construcción inaplazable. Hay que planearlas muy bien y con largos períodos de vida útil.

Tres peros: uno: que no habrá presupuesto ni tiempo que alcance para realizar todos los pasos a desnivel, tréboles, viaductos, libramientos, ejes viales, etc., que se requieren para abatir el rezago y para anticiparse a la demanda.

Dos: que aunque existiera tal exorbitante disponibilidad de dinero la saturación vehicular las mandaría rápidamente al cajón de lo inservible; y

Tres: que teniendo la ciudad tantas carencias en otras áreas, sería la mayor injusticia destinar tal cantidad del presupuesto a las vías de concreto en detrimento de otras necesidades urbanas: al vuelo pienso en agua potable y drenaje (incluyendo reforestación de las zonas de recarga acuífera), rescate y conservación de parques, jardines y áreas verdes, incorporación urbana de colonias marginales, recuperación del centro histórico, saneamiento de cuerpos de agua (incluyendo al hermoso Dique), etc.

Segundo. Estacionamiento: Hay que quitar a todos los vehículos del arroyo de circulación, sobre todo de las principales avenidas. Urgen medidas que alienten al establecimiento de ese noble negocio que son los estacionamientos públicos. Idear mecanismos para comprar terrenos baldíos o incluso casas, tirarlas y poner estacionamientos, muchos, en Murillo Vidal, Ávila Camacho, 20 de Noviembre, Úrsulo Galván, Américas, etc, etc., y hacer estrictamente efectiva la prohibición de estacionarse en esas calles.

Tercero. Transporte urbano, refiriéndome a los camiones: me atrevería a decir que no hay una sola ciudad en el mundo que pueda resolver los problemas de vialidad sin un adecuado sistema de transporte urbano colectivo. En Xalapa tenemos uno deplorable: insolente, indolente, ineficiente, lento, caótico, sucio, ruidoso, contaminante y caro. No puedo agregarle más calificativos negativos porque no se me ocurren. Nadie en su sano juicio que tenga un vehículo particular lo dejaría para perder horas en el servicio colectivo (de ahí que piense en la absurda invitación de utilizar más a este último). He sido usuario del urbano de Xalapa y compadezco a las personas cuyo único medio de transporte es este: pérdida de tiempo, incomodidad, música estridente, casi siempre chunchaca que sale de bocinas festonadas con foquitos de colores: el Vítor pipipipipí en su camión.

Modificar el plan de concesiones, evitar duplicación de rutas, establecer carriles exclusivos para los camiones (y aquí sí invertir mucho dinero), cambiar las unidades a menos ruidosas y humosas, capacitar a los conductores. La política debe ser tener menos unidades pero mucho más eficientes. Mejorar el transporte colectivo es una condición sin la cual no prosperará ningún plan de vialidad en Xalapa. Creo, con pesar, que hay demasiados intereses involucrados en este ámbito y que las autoridades difícilmente querrán meterle mano y ordenarlo.

Cuarto. Automovilistas: este es el más difícil porque apela a un asunto con diferente apreciación personal: el sentido común. Indispensable: atención en la conducción y cortesía al manejar. Aplicar el uno por uno en todos los cruceros que lo permitan, no estacionarse en doble fila, no platicar a medio arroyo, respeto a la señalización, etc.

Resumiría que el punto central de la política vial debe ser alentar el uso del transporte colectivo en detrimento del uso del automóvil particular.

Jorge Flores Lomán