Durante el sexenio de Javier Duarte de Ochoa y con la gestión del Secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, prevaleció una "criminalización" contra los policías, denunció el integrante del Movimiento Nacional por la Seguridad y la Procuración de Justicia, Héctor Riveros Hernández.
En entrevista desde céntrico café, aseguró que en los últimos dos años de Duarte de Ochoa, se dieron de baja a más de 2 mil elementos, y contra éstos inició proceso ante la Fiscalía General del Estado.
Pese a lo anterior, a los policías no se les pudo comprobar los vínculos con bandas criminales, y por lo tanto recuperaron la libertad.
"Los policías han sido criminalizados, han sido procesados, y le puedo asegurar con hechos que en el tiempo del nefasto y procesado (Arturo) Bermúdez Zurita, criminalizó a muchos, los metió a proceso por supuestas ligas con la delincuencia y todos salieron libres por falta de elementos para procesar porque no hubo pruebas", denunció.
Con lo anterior, narró que Bermúdez Zurita, hoy vinculado a proceso por delitos contra el servicio público, presionó a la tropa policial para más renuncias de elementos y garantizar la inclusión de incondicionales en las filas de la Policía Estatal.
A esto criticó que por años la policía logró infiltrarse en las bandas delincuenciales para combatir al crimen, más durante el Gobierno duartista las bandas permearon a la policía estatal, en contubernio con altos mandos.
Criticó la falta de consistencia de los exámenes de control y confianza y que éstos no garanticen al final seleccionar a los mejores elementos. Punto similar es la prueba del polígrafo, la cual afirmó Riveros que no es confiable ni razón suficiente para dar de baja a un elemento.
"En el polígrafo los obligan a decir que son culpables, que están coludidos con la delincuencia porque no es un examen, es un interrogatorio, casi como si estuviéramos en el tiempo de la Inquisición, y no sabemos si quienes lo practican ya pasaron esos exámenes o cuál es su perfil", denunció.
Admitió que algunos expolicías sí ingresan a las filas del crimen pero porque pierden su trabajo y deben apoyar la manutención de su familia.
En otros casos, los despedidos deben emplearse en actividades relacionadas con la construcción o como conductores de transporte público.
Por lo anterior, planteó la necesidad de restaurar la figura de la policía municipal a modo de garantizar la proximidad social.
"Se deben constituir esas policías con gente del mismo lugar, donde la gente los conozca, y la misma policía conozca a los ciudadanos para que se lleve a cabo la proximidad social", finalizó.