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Sección: V?a Correo Electr?nico

La ciencia desde el Macuilt?petl

Educación superior y conformismo social

Manuel Mart?nez Morales 23/05/2013

alcalorpolitico.com

La crítica a los mitos de la historia de bronce dio paso a la historia de mierda.
Ninguna es inocente. Pero si la primera cantaba a la patria,
el historiador oficial de Televisa rescribe la segunda.
José Steinsleger



En el nombre del invisible y omnipresente dios de la globalización y del mercado, las instituciones mutan para adaptarse a “los nuevos tiempos”: tiempos de culto a la realidad virtual, a la historia de mierda escrita por Televisa, ofreciendo en sacrificio los cuerpos y espíritus de millones de seres.

En México, ante la inminente crisis del proyecto de dominación de la extrema derecha, se aceleran las medidas para entregar al país, con todo y sus habitantes, a los designios del voraz imperio del dólar. Para que esto sea posible, es necesario someter o aniquilar las conciencias, matar el espíritu, cancelar el pensamiento crítico, instaurando a como de lugar el pensamiento único: las formas ideológicas del conformismo social.

“El conformismo social –afirma Marcos Roitman– es un tipo de comportamiento cuyo rasgo más característico es la adopción de conductas inhibitorias de la conciencia en el proceso de construcción de la realidad. Se presenta como un rechazo hacia cualquier tipo de actitud que conlleve enfrentamiento o contradicción con el poder legalmente constituido. Su articulación social está determinada por la creación de valores y símbolos que tienden a justificar dicha inhibición a favor de un mejor proceso de adaptación al sistema-entorno al que se pertenece.” (“El pensamiento sistémico: los orígenes del social conformismo. Siglo XXI”, 2003)



La educación pública, con todo y las grotescas reformas de que ha sido objeto en las últimas décadas, es fruto de una revolución social y, en tal virtud, la forma y contenidos de los programas educativos se orientan –u orientaban– por principios libertarios, enfocados hacia la consecución de la democracia y la justicia social. Esta orientación de la educación ha sido un estorbo para los intereses de las clases dominantes, por lo que éstas, en cuanto aglutinaron fuerzas y se reagruparon, han hecho lo necesario para rediseñar los objetivos de la educación pública en México. La culminación de este proceso ha sido la (contra) reforma educativa impuesta por Enrique Peña Nieto.

Las escuelas públicas han sido, en distintos momentos, centros progresistas de crítica y resistencia ante el poder, por lo que, en la etapa presente de reconstitución del esquema de dominación mundial, son un obstáculo para la imposición generalizada del social-conformismo.

En los últimos años se ha trabajado minuciosa y concienzudamente en la transformación del aparato educativo. Bajo la denominación de nuevo modelo educativo, Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF) o de paradigma alternativo, en las universidades públicas se busca suprimir la formación de profesionistas, científicos y artistas con espíritu crítico, que ejerzan el pensamiento reflexivo y que basen su trabajo profesional en normas éticas derivadas del compromiso social. Por el contrario, bajo la consigna de que se deben desarrollar competencias y habilidades (en lugar de conocimiento, solidaridad y conciencia) se modifican a toda velocidad los planes y programas de estudio, así como los elementos de la práctica docente, la investigación científica y la creación artística, teniendo como fin último formar, como producto de los procesos educativos, operadores eficientes que resulten, a la vez, promotores y difusores eficaces del conformismo social.



El conformismo social intenta acompañarse de justificaciones teóricas y filosóficas -en verdad chatarra intelectual- que se expresan en una versión “a modo” de la teoría de los sistemas y en la jerga del posmodernismo, caracterizada por una mezcolanza de términos científicos empleados fuera de contexto -caos, azar, complejidad, información, inteligencia, etcétera- y cuya carencia de sentido ha sido mostrada en los trabajos de Sokal y otros. (Alan Sokal: “Imposturas Intelectuales”; Paidós, 1999)

Lo que realmente proponen los nuevos modelos educativos es el cierre del pensamiento, la clausura de la conciencia, pretendiendo sustituir el mundo del hombre, real y concreto, por un mundo cerrado también y sin otro futuro que el replay incesante de un presente cosificado, en el cual el hombre se ve reducido a la condición de un operador robotizado, intentándose con ello cancelar el espacio de la praxis social transformadora.



Nos aguarda un difícil tiempo de reflexión y acción, de teoría y praxis, de confrontación con el social-conformismo, y de elaboración y puesta en práctica de propuestas educativas fincadas en la recuperación de la conciencia y la solidaridad.

Por eso ante la próxima designación de Rector para la Universidad Veracruzana, la Junta de Gobierno enfrenta una gran responsabilidad: o bien opta por apoyar la continuidad de un proyecto educativo y de gestión académica –con quince años de antigüedad– que propicia el social-conformismo y ya mostró su agotamiento, o se decide por designar a quien garantice un necesario cambio renovador en la Universidad.



Reflexionar para comprender lo que se ve y lo que no se ve.