El batallón 63 de Infantería, perteneciente a la 26a zona militar, se encuentra capacitado y listo para actuar ante cualquier contingencia por desastre en caso de activarse el "PLAN DN-III-E".
Y es que es objetivo del Ejército el proteger siempre a la población en todo momento.
Para ello, está conformada una célula de acción. Se compone de una Sección de Fusileros, una de Cocina Comunitaria, un puesto de Socorro y el Centro Coordinador de Comunicaciones, para hacer en total 70 efectivos que actuarían de primera instancia.
A dicho batallón le corresponde actuar en Xalapa, Emiliano Zapata, Coatepec y demás municipios conurbados con la capital del estado.
"Es la unidad base para llegar en primera instancia al área afectada, una vez que llegamos establecemos las coordinaciones, se lleva a cabo la evaluación de daños".
Nosotros como Batallón pertenecemos a una zona militar, esa zona tiene a su mando varios batallones, si la emergencia rebasa nuestra capacidad como Batallón y esta pequeña célula no podemos responder a la emergencia se eleva a la zona, manda a traer batallones y cada unidad mandará sus células", explicó Vladimir Mendoza Martínez, Capitán segundo de infantería.
Con la Cocina Comunitaria, esta célula podría atender a un grupo de 300 personas, pero podría aumentar a mil siempre y cuando se abastezcan los insumos.
Integrantes de este Batallón ofrecieron una exposición de cómo actúa este Plan en caso de desastres a representantes de diversos medios de comunicación.
Explicaron cómo están organizados y las funciones que desempeña cada uno, las fases de operación del Plan; asimismo, ofrecieron un recorrido a la prensa por las instalaciones del lugar.
Y es que en el Batallón una de las funciones que realizan durante todo el año es la referente a la reforestación, principalmente de zonas como el Cofre de Perote, Pico de Orizaba y en coordinación con la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR).
En realidad, los militares son quienes realizan el trabajo pesado, en la demostración explicaron cómo es que están organizados para realizar esta labor de manera rápida y eficiente.
El origen del PLAN DN-III- E
Este plan se originó luego de que en mayo de 1966, un desbordamiento del río Pánuco provocó grandes daños en los estados de Veracruz y Tamaulipas, fue ahí donde el Gobierno de la República giró instrucciones para que la Secretaría de la Defensa Nacional elaborara y aplicara un plan a fin de garantizar la oportuna asistencia a las poblaciones afectadas.
Ahí surgió el Plan de Auxilio a la Población Civil recibiendo la denominación: "PLAN DN-III-E" y aunque con cambios en su nombre desde entonces se ha decidido continuar llamándole "PLAN DN-III-E".
Este Plan se ha aplicado en diversos desastres como el sismo de 1985 en la ciudad de México, el huracán "Pauline" en las costas de Oaxaca y Guerrero en 1997. Inundaciones en Chiapas de 1998, sismo en Oaxaca en 1999, Huracán "Kenna" en Nayarit y Jalisco en el 2002, entre muchos otros más, el más reciente, los desastres ocasionados por lluvias e inundaciones en varios municipios de la entidad veracruzana en el 2010; además también se ha extendido a otros países cuando se ha requerido.
Para prevenir
Es necesario mantener actualizados los atlas militares de riesgos; los generales, jefes, oficiales y tropa del Ejército y fuerza aérea mexicanos se mantendrán adiestrados en la administración integral de zonas de desastre.
En las unidades de dependencias del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos se mantendrán organizadas fuerzas de reacción disponibles para acudir de inmediato a la zona de desastre.
Asimismo, se debe establecer enlace permanente con las diversas instancias que conforman el Sistema Nacional de Protección Civil.
El auxilio
Al ocurrir un desastre los mandos territoriales afectados organizan un “Centro Coordinador de Operaciones del PLAN DN-III-E”; éstos emplearán de inmediato sus fuerzas de reacción y tropas disponibles.
En coordinación con las autoridades civiles se procederá a realizar la evaluación inicial de daños para delimitar la zona de desastre; se iniciará la búsqueda, rescate y evacuación de la población hacia áreas seguras y es aquí donde actúan los albergues.
Se establecerán las cocinas comunitarias, centros de acopio bases de operaciones de helicópteros y se materializará la distribución de víveres; si la demanda rebasa la capacidad, el Estado mayor de la Defensa Nacional solicitará refuerzos y la Fuerza de Apoyo para Casos de Desastre (FACD).