El bullying a un joven alcanzó al padre; lo defendió de agresión de sus compañeros y lo denunciaron

El bullying es un problema que cientos de niños, adolescentes y jóvenes viven día a día, tal es el caso de Oscar Otón Solano Islas, de tan solo 15 años de edad, quien vive en la colonia Revolución en esta capital.

Oscar ha sido víctima del acoso por parte de una pandilla encabezada por su vecino, desde que tenía 11 años y sus padres han recurrido a diversas entidades e instituciones en busca de algo que frene la agresión no sólo física sino psicológica, sin tener éxito alguno.

Claudio Solano Martínez, padre del menor, comentó que se dieron cuenta que algo pasaba con su hijo cuando un vecino que le lleva un par de años, intentó someterlo para integrarse a su pandilla.

Sin embargo, Oscar se negó y a partir de entonces ha sido víctima de burlas, acoso, persecuciones, insultos, golpes e incluso lo tachan de homosexual.

Comentó que acudieron a levantar una denuncia en contra del menor que abusa de su hijo, en la séptima sala del Tribunal Superior de Justicia del Estado y, pese a que contaban con un peritaje previo en el que estudios clínicos prueban los daños psicológicos que tiene Oscar, les cambiaron el caso y ahora el señor Claudio debe acudir cada mes a firmar un acta compromiso de "no agresión” hacia su vecino menor.

“Una vez fui con mi hijo a la escuela y estábamos sentados en la escalera y ellos eran 12 chamacos, encabezados por Yissad, que nos rondaban. Me di cuenta que cuando mi hijo fue al baño, todos corrieron a encerrarlo y yo les dije que no lo hicieran. El chamaco dijo que yo le pegué una patada y ahora yo tengo que ir a firmar mes a mes, pero a él nadie lo castiga por lo que hace”.

Señaló que han dado parte a las autoridades pero parece que a nadie le importa porque no hacen nada. Oscar fue sacado por sus padres de la escuela y las autoridades educativas no hicieron nada, pese a estar informadas.

“Aunque lo sacamos el chamaco Yissad, llevaba todos los días a sus amigos a que atacaran a mi hijo afuera de la casa, lo insultaban, le escribían palabras, cosas así de groserías, siempre diciéndole miedoso y maricón”.

Sus padres temen por su vida, ya que incluso los profesores de la secundaria 21 de Marzo, donde acude Oscar actualmente, muestran indiferencia ante el problema.

“Que la presidenta del DIF estatal, Karime Macías de Duarte nos ayude para atender a nuestro hijo, tenemos miedo de que vaya a agarrar una salida que no sea. Ayer se fue y no ha regresado aún. Queremos que nos ayuden con las terapias, o si hay algún centro donde mi hijo pueda ir para atenderse y salir de esto. Queremos saber dónde y cómo hacerle porque queremos que se salve, por eso decidimos pedirle ayuda a los reporteros para ver si así alguien nos ayuda”.