Ir a Menú

Ir a Contenido

Sección: Estado de Veracruz

El campo mexicano, controlado por Maseca y Bimbo; dónde está el interés nacional: Witker

- Critica que gobernantes omitan beneficios para la colectividad y favorezcan intereses de grupos nacionales y extranjeros

- El jurista de Derecho Internacional participó con la ponencia “Globalización e Interés Nacional”

?ngeles Gonz?lez Ceballos Xalapa, Ver. 13/06/2013

alcalorpolitico.com


Click para ver fotos
Frente al proceso globalizador los gobernantes de este país incurren en distintas dispraxis por desinformación, ignorancia o presiones de grupo y velan más por el interés privado que por el interés nacional y por lo tanto los monopolios Maseca, Gruma, Cargill y Bimbo tienen controlado el campo mexicano, señaló el investigador de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Jorge Alberto Witker Velázquez.

El reconocido jurista de Derecho Internacional explicó -durante su ponencia “Globalización e Interés Nacional”- luego de recibir el reconocimiento al Mérito Científico por parte de la Universidad Veracruzana, que las dispraxis son aquellos comportamientos gubernamentales que en distintos sectores se realizan omitiendo beneficios o ventajas de interés público a cambio de favorecer intereses privados de grupos nacionales o extranjeros.

Por ejemplo, los programas de subsidio a la comercialización de productos agropecuarios como ASERCA que depende de la SAGARPA.

“En concreto (ASERCA) entrega subsidios a las empresas que tienen a su cargo la importación y exportación única de granos: Maseca, Gruma, Cargill y Bimbo. Se nos dijo que con el Tratado de Libre Comercio con América del Norte se acababa el paternalismo agrícola, que desaparecía CONASUPO que se desprestigió por mucha corrupción, pero que venía el libre el mercado y la economía de mercado al campo. Lamentablemente no ha sido así porque sucede que el campo hoy día está controlado por cuatro monopolios, de los alimentos de este país”, señaló.

Por ello, aseguró que sería interesante preguntar, ahora que México está en una cruzada contra el hambre, qué va a pasar con esos monopolios cuando se quiere al mismo tiempo luchar por una economía de mercado “y estos grandes monopolios no se tocan”.

“Esta es una dispraxis de nuestra política y ahí se ve el interés nacional. O estamos con la producción nacional o se está con los intereses privados”, preguntó.

Aseveró que para los economistas la globalidad han desarrollado tres mitos: sólo el libre comercio detona el crecimiento económico. Sí, la globalidad para el comercio exterior se refleja básicamente en la cantidad de lo que se importa y exporta.

En ese sentido, México exhibe que el 64 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) está compuesto por importaciones y exportaciones, lo cual resulta “espectacular”, pues es la octava o novena potencia exportadora.

Sin embargo, ello ha traído un efecto social lamentable en el sentido de que las tasas de crecimiento en el mismo periodo que se ha incorporado ese 64 por ciento del comercio exterior al Producto Interno Bruto, la tasa de crecimiento anual desde los años 80 a hoy es del 2 por ciento en promedio.

Ello exhibe la gran contradicción. Cómo sólo confiando en el libre comercio se da un efecto social de tal envergadura.

Apuntó que hay un modelo alternativo que los dan los BRICS, que son países como Brasil, Rusia, India, China, que no han confiado totalmente en el libre comercio en sus políticas públicas, sino que han adoptado una posición mixta entre reforzar su mercado interno, apoyar a sus empresarios nacionales y no salirse del proceso globalizador.

Lo que ha dado como resultado que dichos países en el mismo periodo que se reporta de crecimiento de apenas 2 por ciento de México, éstos han crecido del 5 al 9 por ciento; han bajado la pobreza como el caso de Brasil.

El segundo mito de la globalidad es que sólo la economía de mercado es el gran esquema a desarrollar a toda costa. Sí, la economía de mercado ha demostrado eficacia en muchos países, productividad, crecimiento, pero el problema es que los economistas visualizan un modelo único de economía de mercado, “ese ha sido el mayor defecto”.

Afirmó que no se puede comparar con otras economías de mercado como Suecia, Estados Unidos, Japón o la India. No, cada país debe construir su propia economía de mercado de acuerdo a su historia.

Otro de los mitos que los economistas manejan es el libre mercado y la libre competencia. En América Latina que ha sido correcta la política de privatizar muchas empresas públicas que estaban ineficientemente funcionando; sin embargo, el vacío que deja el Estado que se retira, ha sido llenado por empresas no nacionales, sino por extranjeras para transformarse en empresas monopólicas y oligopólicas, entiéndase en este punto, lo que está pasando con México.

De suerte que la práctica de abrir las puertas a los monopolios internacionales, a la libre competencia no se ha podido completar.

El ejemplo más claro es en laboratorios farmacéuticos, comercializadoras de alimentos, empresas jugueteras, entre otros, que han venido a cubrir lo que ayer estaba en empresarios privados, pero del país.

“Dónde está el interés nacional, qué concepto tenemos de interés nacional. Buscamos crecer con equidad en democracia, fortaleciendo la identidad nacional, integrando en vez de desintegrar las cadenas productivas, empresariales, sectores, sociales de un país… cómo entonces puede hacerse presente el interés nacional”, preguntó nuevamente.

Sin embargo, aseveró que frente a esto hay dos obstáculos para defender el interés nacional: los que crean los propios gobiernos al insertarse en los mercados globales y dos, los organismos multilaterales que imponen a los países en desarrollo.