El cáncer de pulmón no sólo se desarrolla en fumadores; de 100 enfermos, 30 no fumaron

La esperanza de vida para los pacientes con cáncer pulmonar es no mayor a los diez meses, aunque existen casos en que los enfermos logran mayor tiempo.

De cada 100 pacientes con este mal, un promedio de 30 no tiene la enfermedad relacionada con el tabaquismo, indicó el oncólogo del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Orizaba, David Gómez Rangel.

Estos pacientes son jóvenes, lo que contrasta con lo que se decía hasta hace algunos años, que era característica de los ancianos, “por ahora hemos tenido casos de personas de 28 años, de 32 años, de 40 años”.



Explicó que aunque no fuman si están expuestos al humo de leña, padecieron tuberculosis o conviven con personas que sí fuman, destacó el médico que el 30 por ciento de los enfermos con tumor de pulmón, también conocido como cáncer de pulmón, nunca en su vida habían fumado.

Detalló que al menos él ha tenido pacientes en tratamiento muy jóvenes, como el caso de una jovencita de 28 años, que falleció el año pasado y no alcanzó a sobrevivir al menos 12 meses luego de que se lo detectaron.

Como otros tipos de cáncer, apuntó, mientras se detecte a tiempo puede ser curable, pero si ya está avanzado, la esperanza de vida es de diez meses. Los tratamientos son con quimioterapia, radioterapia y otros fármacos complementarios, que lo único que hacen es que disminuya el tamaño del tumor.



Le detectaron el mal hace un año, pero sigue en la batalla.

Para Ángela María Delfín Corro, la clave para lograr superar este mal está en seguir el tratamiento y las consultas, así como conservar la fe.

Contrario a lo que se pudiera pensar, Ángela nunca ha fumado, no ha tenido cerca de ella a personas fumadoras y tampoco cocina con leña, pero aún así desarrolló un tumor en uno de sus pulmones, el cual por cierto no es operable.



"Me tocó a mí y pues ni modo”, comenta resignada.

En este momento ella va por su segunda etapa de quimioterapias, ya que la primera de diez ya concluyó hace algún tiempo, pero aseguró que no dejará el tratamiento, a pesar de que en algún momento sí pensó en abandonar la lucha.

Lo que la ha mantenido en pie es poder ver a sus hijos crecer y que hagan su propia familia, “ahora veo diferente la vida, pido a Dios que los pueda ver ser unos jóvenes aprovechadores y que los vea casarse; es lo que más quiero y el doctor dijo que voy bien”.