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Sección: Estado de Veracruz

El digno arte callejero y la lucha por la vida

Jorge Salazar García 18/01/2021

alcalorpolitico.com


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Las autoridades les llaman “personas en situación de calle”, los conductores les dicen payasos, traga fuegos, franeleros, malabaristas, vendedores ambulantes, limpiaparabrisas, vagabundos o limosneros.

Con el eufemismo inicial y los calificativos posteriores, ambos se refieren a los niños, jóvenes y adultos apostados en los cruceros y esquinas de la ciudad buscando ganarse el sustento diario ante la indiferencia social. Sus edades comprenden el rango de los 5 a 28 años, generalmente.

Sobre ellos recae el estereotipo de “antisociales”, por el hecho de existir algunos que se drogan o han cometido otros delitos. Tal clasificación, sin embargo, es errónea y tan ligera como la afirmación de que la mayoría de los taxistas son cafres o que todos los políticos son corruptos. Son más quienes realizan sus actividades apegándose a la ley, tratando con respeto a los automovilista y pasajeros con quienes tienen contacto.



Del lado de la economía, la mafia del poder los considera improductivos, parásitos que debería ser expulsados de las calles porque “dan mala imagen a la ciudad” y son un lastre para el desarrollo. Los grandes empresarios y sus aliados políticos culpabilizan a estas víctimas del mercado de su pobreza y marginación.

Sobre esto, es muy ilustrativo el diálogo sostenido en la película de Luis Estrada “Un Mundo Maravilloso” (2006; 34`20``) [1]entre un funcionario neoliberal y su esposa acerca del vagabundo llamado Juan Pérez (Damián Alcázar), cuyo intento de suicidio reportado en la prensa es leído en los jardines de su enorme residencia.



Esposa –Oye, Pedro, dime la verdad. ¿No te da lástima ver cómo vive este hombre?

Pedro – ¿¡Lástimaaa!? ¡Me dio asco¡

Esposa –No te deberías expresar así. ¿Tú te crees que este señor es pobre porque quiere?



Pedro –¡Por supuesto que sí!

Esposa –¡No digas tonterías! ¿Pero cómo me puedes decir una cosa así?

Pedro – A ver… ¿Quieres que te lo explique? En un estudio que hizo la secretaría (de economía), a la pregunta de por qué cree que usted es pobre, el 40% dijo que por voluntad de Dios; el 30, porque así es la vida; el 20, por mala suerte; sólo el 10 % nos echo la culpa a nosotros, (sistema).



Esposa –No te creo nada.

Pedro –¿Quieres que hagamos la prueba? ¡Mary! ¡Mary!, venga (llama a la sirvienta).

Sirvienta – ¿Sí, señor ?



Esposo – Mira, Mary. Te queremos hacer una pregunta; pero me vas a contesta la verdad, ¿eh? ¿Por qué crees que tú y tu familia son pobres?

Esposa –Mary… no es necesario que contestes –El esposo insiste: Mary, Mary ,no… con toda confianza.

Mary – La verdad señor, hace unos años creí que era la voluntad de Dios; luego pensé que era mala suerte; pero ahora estoy bien segura que es culpa de este Gobierno y ¡de todos los otros hijos de la chingada que estuvieron antes que usted!



Contrariamente a lo que piensan las élites del dinero, el resentimiento contra ellos no anida en el corazón de sus víctimas. La mayoría de las personas arrojadas a las calles por las políticas de despojo y saqueo sostenidas durante 40 años desempeñan sus actividades para sobrevivir con un sentido de dignidad admirable. Eso fue constatado en los malabaristas y payasos que fueron entrevistados en los cruceros de Xalapa para elaborar este artículo.

Omar Castillo Salazar es un joven de 27 años, originario del Estado de Puebla, donde radican su madre (empleada doméstica) y sus dos hermanos. Estudió hasta la preparatoria y piensa continuar en cuanto las clases vuelvan a ser presenciales. Desde hace 5 años realiza malabares en monociclo o a pie mientras el semáforo esta en rojo. La banda lo bautizó como “El negros”.

¿Por qué te dedicas a esto?



- Empecé hacerlo por una necesidad de poder llevarme algo a la bolsa y después porque me gustó este ambiente cirquero.

¿Cómo te trata la gente?

-Hay gente muy amable; 50%, 50%. Te dan buena propina, comida en buen estado; incluso ropa. Al contrario, hay quienes te suben el cristal o no respetan el cruce peatonal y te avientan un poco el carro. Nosotros les regalamos algo al público. Si quiere cooperar,

esta bien; y si no, igual, un aplauso una sonrisa.

¿Cuanto ganas en un día bueno y uno malo?

-En un día bueno, trabajando de 9 a 17 horas, máximo 250 pesos. En uno malo, hasta 30 o 50 pesos.



¿Qué piensas de tu situación económica?

-Pues a veces no tenemos todo lo que queremos en la vida. Pues hay que lucharle y buscarle. Siento que si no tuviéramos esa pauta de buscar de salir adelante; de tener una motivación todos los días, yo sentiría que no tendría un gusto la vida, un sabor. Tenemos que trabajar para llevarnos algo, ya sea para un guardadito y algo para el día.

¿Los hostiga la policía?



- Sí. Aquí en Xalapa la verdad no he tenido problemas con la policía. Lo que me saca de onda es que llegan y nos piden una revisión; te bolsean y eso no está muy bien. Incluso me han revisado hasta tres veces en un día por el simple hecho de cómo nos vestimos.



Hablando de porcentajes, ¿en los crucero cuántos sí le entran a la droga?

-Del 1 al 10, como un 4 por ciento. Te platico algo leve. Si nosotros los malabaristas viniéramos drogados no podríamos hacer los malabares. Necesitamos estar al 100 por ciento de la concentración. El malabar es muy extenso; son numerología, tiempos. Tenemos que estar a lo que estamos. Si estamos borrachos o drogados hasta nos pueden “pasar a traer”.

¿Qué le pedirías a la gente?



-Me gustaría que la gente fuera mas abierta al arte callejero. Que no porque estemos en la calle nos mire como si fuéramos unos vándalos. Que valoren un poco más el arte callejero,.Eso pediría.

Aunque este fenómeno del autoempleo es bastante complejo de explicar, lo único claro, al menos en nuestro país, es que se origina en la injusta distribución de la riqueza y de oportunidades impuesto por un modelo que privilegia y protege a quienes más poseen.

Con la permanencia de los neoliberales en el poder es inevitable el incremento de la pobreza que se refleja también en los cruceros viales. En 2018 eran legiones abandonadas a su suerte. Después del primer año de la 4T, hubo una leve disminución, pero lamentablemente hoy parece volver a resurgir ese fenómeno, al menos en Xalapa. ¿Por qué?



Continuará …