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Sección: Estado de Veracruz

Las palabras de la ley

El fenómeno político en campo jurídico

Salvador Martínez y Martínez Xalapa, Ver. 18/11/2020

alcalorpolitico.com

Dedicado a los Profesores, héroes de la Educación

En esta ocasión planteamos el tema con la trascripción de un derecho fundamental contenido en el artículo 3, fracción V, en su frase primera: “Toda persona tiene derecho a gozar de los beneficios del desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica.”

Aun cuando con un enfoque diferente, dos investigadores de la Universidad Veracruzana se aproximan al tema. Nos referimos a José Francisco Báez Corona y Octavio Ruiz Méndez, quienes en la revista Universos Jurídicos del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la citada Casa de Estudios, publican un artículo titulado “Educación virtual y su marco regulatorio en México ante la emergencia sanitaria por COVID-19".



Ellos, en el resumen de resultados parciales de una investigación formal, nos dicen: “En el presente artículo, se analiza si el marco normativo del sistema jurídico mexicano se encuentra actualizado para proteger el derecho a la educación de calidad cuando ésta se imparte en modalidad virtual, ..." Nosotros, en cambio, sin el rigor metodológico de los especialistas, sólo pretendemos abordar un aspecto del derecho a la educación.

Sin ambages, siguiendo la dialéctica de normas, hechos y valores de Miguel Reale, solamente queremos decir algunas pocas palabas sobre el problema del contexto social y otras cuantas sobre las dificultades del aprendizaje con las nuevas tecnologías.

El problema del contexto social se puede sintetizar en una expresión que leímos por vez primera en una publicación del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Revolución Tecnológica, Estado y Derecho (1993). Se trata de una obra en cuatro tomos, coordinada por Marcos Kaplan.



El desarrollo maravilloso de la ciencia y la asombrosa innovación tecnológica de nuestro tiempo aparece en los países que ejercen el poder central: países de primer mundo o desarrollados:

Como ocurrió con la Revolución comercial (siglo XVI) o la Revolución industrial (siglo XIX) en las cuales los países marginados simplemente fueron ajustados por los estados que ejercen el poder mundial, también en este siglo XXI, los países al margen del poder central –entre los cuales se encuentra México- estaban sufriendo un proceso de sujeción a la Revolución tecnológica lento o alentado. ¡En nuestra perspectiva de realidad marginal del poder no corría prisa para ingresar a la cultura mediática!

En el año 2020, aparece la pandemia COVID–19. Y, al decir esto, hay que recordar que una pandemia es la afectación de una enfermedad infecciosa de los humanos a lo largo de un área geográficamente extensa. Atendiendo a su etimología debería cubrir el mundo entero y afectar a todos. Si bien la Revolución comercial y la Revolución industrial cobraron muchas vidas en los estados marginados. La Revolución tecnológica -al parecer por efectos de la pandemia- está cobrando víctimas en el mundo entero.



Puesto que entre las medidas sanitarias que en nuestro país se difundieron, estuvieron y están estas dos: #Quedate en casa y su-sana-distancia; y, entonces se suprimieron las clases presenciales en las escuelas con el afán de “domar la pandemia” (expresión que puso en boga el discurso oficial) y comenzó la carrera desbocada por implementar la educación virtual o educación a distancia. Así, aunque no únicamente (No olvidemos “Home office”), inició la prisa por ajustar a todos a la Revolución tecnológica.

No se trataba de medios de aprendizaje hibrido o convergente, como algunos nos quisieron hacer creer, sino de borrar de un plumazo los medios de aprendizaje tradicional (cara a cara) e imponer los medios electrónicos como medios de aprendizaje (o a distancia), únicamente.

La sujeción a la Revolución tecnológica puso a la vista de todos, la principal manifestación del problema del contexto social. Es decir, dicha Revolución quedó como plano de fondo y la figura principal hoy es la configuración social de nuestro país y, en general, de los países al margen del poder central.



En apretada síntesis, un conocedor del tema informa que al ver la configuración social en México de arriba hacia abajo se distinguen los señores, los clérigos (profesionistas y maestros), comerciantes, industriales, banqueros, obreros, paracaidistas y campesinos. Y agrega a los indígenas como los más pobres entre los pobres.

Se destacan nueve estamentos sociales, pero, para los efectos de nuestro tema, la manifestación principal del problema histórico social es: aquellos que se encuentran en la pobreza o en la pobreza extrema (“Los de abajo”), que son la inmensa mayoría, no tienen acceso a los beneficios del desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica. Así el derecho se hizo nugatorio, pues no es un concepto histórico, sino el privilegio de unos cuantos. Es decir, tenemos una deuda con ellos.

La impresión que se recibe es que, ante los hechos, existe una minoría destructiva, que quiere romper todo con la ilusión de que aparezca algo nuevo; una mayoría de sujetos indiferentes ante lo que está sucediendo, es decir, dejan a los niños y a los jóvenes a su suerte; y, afortunadamente, una minoría constructiva que labora con sus hijos –codo a codo- a tratar de aprender algo juntos y en el hogar resurge la educación tradicional: cara a cara.



De este modo, la política se introduce por las vías del problema del contexto social que no es propio de una cultura sumergida en la barbarie, pero sí poco civilizada. El texto constitucional trascrito ofrece mucha materia para pensar y deseamos comentar es la lección desprendida.

Aquellos que saben enseñan que la técnica del pasado era una técnica exclusivamente empírica. Nos aseguran que la técnica actual, por el contrario, es de riguroso carácter científico, es decir, se nutre en la ciencia pura: he aquí -nos dicen- su diferencia específica y, al mismo tiempo, el porqué de su indiscutible superioridad y de su progreso fabuloso.

“¿No se ve ya el peligro que todo esto entraña en una edad burguesa como la nuestra, que no parece tener ojos sino para lo puramente utilitario, que ha hecho de lo ‘práctico’ su máxima preocupación y del ‘confort’ su supremo mandamiento? ... que si de repente murieran diez o doce determinadas personas es casi seguro que la maravilla de la física actual se perdería para siempre en la Humanidad.” (Guillermo Nicolás).



El hecho es que el pasado viernes 13 de noviembre “asistimos” a la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana, invitados por la Maestra Rossana Escobar Martínez, para participar en una sesión de trabajo (o sesión de clases) dentro de su curso de Teoría Política (Primer semestre de la carrera de leyes).

“Llegamos” a la reunión por la vía de la plataforma tecnológica Zoom, pero, a sabiendas de que todos estábamos situados en la plataforma temporal hodierna. Es decir, compartíamos con los jóvenes alumnos problemas semejantes. No fue sorpresa, pero sí inesperado que la discusión del tema estuvo encaminada hacia la política como una disciplina intelectual.

Se actualizó en nosotros una lejana convicción: los jóvenes de hoy (18-25 años) no son el futuro, sino el presente de México. Pudimos comprender cabalmente el papel heroico que están jugando los Profesores en la educación.



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