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Sección: V?a Correo Electr?nico

Espacio Ciudadano

El maestro ante la Reforma Educativa

Jorge E. Lara de la Fraga 26/12/2012

alcalorpolitico.com

El gobierno tiene que controlar a los medios televisivos, a efecto de que no sigan
destruyendo lo que edifican el hogar y la escuela.

La comunidad mexicana y particularmente la niñez y la juventud de nuestro país requieren docentes críticos y comprometidos con su labor formativa, demandan seres que no se dobleguen ante los obstáculos que encuentren a su paso, a elementos que caminen con seguridad señalando fallas y omisiones en el campo educativo, a individuos creativos que utilicen el aula como un ámbito de conducción inteligente de pensamientos, sentimientos y acciones proyectados a educandos analíticos y seguros. Para nada se desea que este nuevo siglo y milenio permita la conformación de maestros adocenados, carentes de emoción social e ignorantes de la lucha reivindicatoria del pueblo mexicano. Resulta impostergable atender la situación del magisterio, para transitar del corporativismo, el clientelismo, la subordinación pasiva ante los dirigentes; a la formación académica consistente, a un poder magisterial anclado en el saber y en el hacer pedagógico, proactivo, surgido desde el salón de clases y en compromiso permanente con los educandos a su cargo.

Con mucha ligereza se habla de elevar la calidad en la educación, pero no se define con precisión qué es tal cosa o cómo queremos conformar a las nuevas generaciones. En ese tenor es necesario indicarles a las autoridades respectivas y a los docentes que educar con calidad es, entre otras cosas, que el educando lea comprensivamente, sepa expresarse de manera racional por la vía oral y por la escrita, posea las destrezas para aprender por sí mismo, maneje la herramienta matemática con enfoque práctico, actúe con directriz inquisitiva sobre los fenómenos naturales, controle su coordinación motriz, desarrolle habilidades manuales y se ubique en el tiempo y en el espacio. Con encauzadores de avanzada abrigo esperanzas de mejoría en el campo educacional.
Vislumbro con emoción la posibilidad de que en el futuro inmediato se reproduzcan las aulas dinámicas, los museos interactivos y los espacios de recreación científica en las escuelas básicas, a fin de que los febriles niños y jóvenes se asomen al mundo de manera protagónica. No hay algo más emocionante para los infantes y adolescentes que entender o buscar respuestas a lo que acontece en su perimundo y ahí debe estar presente el guía eficaz para que a través de la observación, del registro de hechos, de la experimentación, del contraste de vivencias y del análisis de los sucesos, arriben los educandos a sus incipientes conclusiones.

Por otra parte, el educador idóneo tiene como imperativo ineludible estar bien informado de los sucesos actuales, a través de la prensa, de la red electrónica, de la radio o de la televisión, sin que tales datos proporcionados por los medios citados sean asimilados por él de manera automática, sino que con responsabilidad amerita contrastar tales informaciones y opiniones para asumir sus particulares puntos de vista sobre cuestiones relevantes e interesar a sus alumnos para que ellos también alcancen sus propias conclusiones. Lo ideal es que ese nuevo magisterio permita y promueva el avance en la construcción de una democracia educativa para la toma de decisiones; que esa democracia sea transparente, corresponsable, independiente y sustentada con la intervención voluntaria de los padres de familia, maestros, académicos, ciudadanos, organismos de avanzada y de estructuras civiles autónomas.

Se trata, a fin de cuentas, de tomar decisiones estratégicas urgentes en defensa de los intereses de la Nación y de su inserción digna y responsable en el mundo global y en las sociedades del conocimiento. México no puede seguir por el mismo precipicio deformativo y mucho menos continuar transitando bajo los designios de camarillas sindicales corruptas que sólo buscan más poder político y abultadas ganancias económicas.