El nuevo Gobierno Federal necesitará de valores y para su buen desempeño: Obispo de Córdoba

Ante el incremento en los índices de pobreza en el país y la entidad, el próximo Gobierno Federal y el resto del sexenio deberán priorizar en el combate a esta problemática, estimó el obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Patiño Leal al plantear que el resto del sexenio se trabaje en la seguridad, el empleo, la familia y la promoción de los valores, como pilares fundamentales del gobierno.

Y es que a dos años de la administración estatal del mandatario Javier Duarte de Ochoa, Monseñor consideró oportuna la evaluación constante de los programas y acciones del gobierno, para continuar haciendo lo que ha dado resultados, y rectificar lo que sea necesario.

Tras reconocer el esfuerzo por lograr la seguridad en la entidad, aseguró que para lo que sigue del sexenio se podrían establecer los 4 pilares que en conjunto aportaría en el combate a la delincuencia, la pobreza y una mejor convivencia en la sociedad.

Explicó que la seguridad atraer a nuevas empresas, que generan más oportunidades de empleo y por ende una mejor actividad económica, ayudando en el combate a la pobreza, y brindando una mejor oportunidad y calidad de vida para la familia, donde se deben reforzar los valores para una sana convivencia social.

“Creo que podríamos decir que para lo que sigue del sexenio del gobernador ojalá hubiera 4 pilares, sería la seguridad y la paz, la segunda seria el empleo, que eso tiene relación con la economía, tercero sería la familia, y el 4 sería la promoción de los valores en la sociedad, cada uno de los pilares si se logrará conjuntar unos apoyan a otros, obteniendo un mejor panorama”, expresó.

Por otro lado, en el marco de “El Buen Fin” y la clausura de la 4ta Feria de la Economía Solidaría, el Obispo señaló el lado positivo de esta campaña del sector comercial es que se fomente el movimiento del mercado, y ello beneficie a comerciantes y consumidores.

No obstante, destacó la importancia de que la sociedad priorice sobre la compra de los productos de primera necesidad, u otros de los que se promueve “el consumo por el simple consumo”, sin que estos sean productos o bienes de verdadera importancia, pero ello “ya depende de la sensatez de los padres de familia”, concluyó.