El Palacio vulnerable

Las autoridades municipales de Pajapan y sus comunidades, quienes son hombres de bien hasta prueba en contrario (muy pocas mujeres), llegaron al mediodía del martes a la entrada principal del Palacio de Gobierno en Xalapa y, como no los dejaban pasar, forcejearon con los “guardias” y se fueron sobre ellos, derribando a algunos y se dirigieron al despacho del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, decididos a hablar con él.

No lo encontraron pero ahí se quedaron, a comer y dormir en el piso, por lo que durante la noche, otros funcionarios tuvieron que atender sus demandas y firmar acuerdos de las obras que necesitan.

Pero no se trata de la agenda municipal, que debe ser atendida sino que hoy nos referimos a la supuesta “vigilancia y protección” del Palacio, con equipos de gente entrenada que deberían impedir intromisiones, “tomas” o agresiones pero, ciudadanos pacíficos enojados, sin más armas que su desesperación, mostraron que esa vigilancia no sirve y se descubrió que la seguridad del inmueble es muy vulnerable.