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Sección: Estado de Veracruz

El perdón no exime de la aplicación de la justicia: Obispo de Orizaba

- Eduardo Cervantes celebró misa de cuerpo presente de un hombre que fue asesinado, hermano de sacerdote

- Pidió a los familiares del difunto dejar “la carga” del resentimiento para que puedan tener paz

Lissette Hernández Orizaba, Ver. 11/09/2019

alcalorpolitico.com


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El obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, pidió a la familia de uno de los sacerdotes que presta su servicio y cumple su ministerio en la Catedral, cuyo hermano fue asesinado, que perdonen a quienes privaron de la vida a este varón, pero dejó en claro que el perdón no exime de la justicia.

Durante la misa de cuerpo presente efectuada en la Catedral San Miguel Arcángel de Orizaba, el prelado se dirigió hacia la familia del occiso, a quienes dijo:

“Dios los libre de la amargura, del resentimiento, de esa carga; y que desde la relación con la fe este amor y fe se haga experiencia de perdón para tener la paz. Un perdón que no exime de la justicia, que no es nada más perdonar y ya, sino que se pide que quien ha hecho el daño que lo pague y que quienes están a cargo de la organización del Estado, de la sociedad y de las leyes, la apliquen”.



Agregó que se vive una situación en la que la sociedad no puede evocar las buenas voluntades y acusar a los demás con sus papás y sus mamás.

Resaltó que las autoridades se comprometieron en su momento hacer cumplir la ley, lo cual dijo no se tiene tan claro en la actualidad. “Que Dios los ilumine para que en la aplicación justa de las leyes podamos vivir en tranquilidad, paz y armonía, pero que en el centro de todo esté Jesús con su paz, misericordia y su perdón”.

Pidió no ser ajenos a todos aquellos que mueren por la violencia, por el absurdo de quitar la vida al prójimo, pues ese actuar no es ni humano ni cristiano.



El Obispo, al concluir la celebración, invitó a todos los presentes hacer una oración por aquellos que privan de la vida a sus semejantes. Y es que dijo que la muerte y la violencia no tienen la última palabra.