El Pico de Orizaba, un regalo de la naturaleza para la entidad veracruzana

El volcán Pico de Orizaba, una maravilla que admirar, llena de historias, de belleza, de paz, de tranquilidad, a la par de un gran reto que conquistar para aquellos que deciden escalar.

El recorrido y encuentro con el volcán Pico de Orizaba, inició en Pluviosilla, con dirección a la carretera a Ciudad Serdán, entrando por la desviación hacia la congregación de Magueyes, la cual lleva al municipio de Atzizintla que es parte del estado de Puebla; éste tiene un gran territorio colindante con Orizaba, Veracruz.

Las flores, las nubes, el pasto, la gente, la tranquilidad del municipio, fueron la característica del viaje al coloso. Indispensable fue hacer dos paradas, para que el cuerpo se “aclimate” pues la diferencia en la altura es considerable; de 1 mil 180 metros en Orizaba a 4 mil 100 metros en el volcán.

Historias sobre esta hermosa creación del Ser Supremo son diversas, pero muchas están relacionadas con las personas de distintas nacionalidades que deciden visitarlo.

Los colores de su vegetación, el azul de las nubes que parece mezclarse con las flores, así como el blanco de la nieve que lo cubre lo hacen inigualable. La ausencia del ruido propio de la ciudad, el canto de las aves y la voz del viento en medio de la Naturaleza, también lo hace maravilloso.

Durante esta aventura, el guía Ricardo Rodríguez Demenegui, quien desde hace muchos años lo ha escalado, fue una pieza muy importante, pues cada consejo, cada dato sobre el volcán, permitió conocer más esta joya que la madre natura ha proporcionado a los seres humanos de la región de Veracruz y Puebla.

Rodríguez Demenegui aseguró que dentro de los logros que se han tenido en los últimos años, es que la gente comience a preferir la zona de Veracruz para poder subir, y es que el 46 por ciento del cono volcánico está por ese lado “lo que no había era la difusión de los servicios”, señaló.

Otra ventaja que se tiene es que por el lado de Veracruz, es 80 por ciento más económico subir que por Puebla.

Ahora bien, se deben diferenciar entre turista y el alpinista. El primero llega a conocer la zona pero regresa el mismo día y el segundo el que va con el propósito de conquistar la montaña, de hecho durante todo el año hay grupos de extranjeros que llegan a probar sus capacidades físico-técnicas en el Pico de Orizaba, sobre todo los europeos ya que su montaña más alta tiene 4 mil 423 metros.

Explicó Demenegui que los de 4 mil metros pertenecen a los Alpes, los 5 mil metros algunas montañas de México y de América del Sur, los 7 mil a partir del Aconcagua en Argentina y los 8 mil los Himalayas “sólo hay 14 montañas que rebasan los 8 mil metros de altura”.

Las escaladas pueden ser en el Pico de Orizaba; ascensionismo sobre nieve, escalada de nieve, en roca, roca y nieve, por medio de sus rutas que son 64. Pero lo más recomendable es que se tome la cara sur, cuando es de primera vez, pues ésta es la menos técnica.

Los albergues

De albergues se sabe que fueron creados por “El grupo de los cien” que eran hombres que decidieron cooperar con cien pesos al año, pero sobre todo su trabajo se centraba en armar los refugios de alta montaña.

Los alpinistas hicieron viajes para el traslado del material y después se hacía una reunión de montañistas para armar las piezas.

Pero a pesar de los esfuerzos que se efectuaban personas “amantes de lo ajeno” destruyeron los avances del proyecto. Ejemplo claro lo que sucedió en su momento con “La base polar cebra” que fue el albergue más alto que tuvo el Pico de Orizaba a 5 mil 100 metros; terminado de construir con láminas de aluminio, fueron hurtadas a los pocos días.

Sin embargo, la idea de que se haga un albergue turístico, el cual deberá reunir ciertas condiciones técnicas, pues como en todo cuerpo humano la condición física llega a cierto nivel y requiere de un sitio para descansar, siguen en pie.

Lo paradójico del trabajo de estos hombres que lucharon porque existieran los albergues, es que uno ellos, de nombre Fausto González Gomar, murió en una zona del volcán donde para ese entonces no había refugio, pero que a su memoria se logró edificar uno “el siendo constructor de estos sitios por no contar con albergue falleció”, acentuó Rodríguez.

En este momento hay tres construcciones de este tipo: “Fausto González Gomar” y Piedra Grande, que son de concreto; el primero forrado con madera, literas, tapancos a dos niveles y comedor; en el lado norte hay otro pequeño de nombre “José Llaca”, éste, de lámina.

Piedra Grande tiene capacidad para 60 personas, y cuenta con tres niveles de literas; el “José Llaca” para ocho pero se puede duplicar según las necesidades y el González Gomar para 40 pero también según las condiciones puede llegar albergar más del doble.

La cueva del muerto

A 4 mil 100 metros de altura, se ubica “La cueva del muerto” sitio que fue llamado así luego de que se conoce que durante la batalla de Puebla en 1862, un
promedio de 12 soldados huyeron y se refugiaron en tal cueva, pero al caer una helada característica de esta zona, murieron.

Primero se le llamó: “La cueva del muerto francés” para después sólo quedar como “La cueva del muerto”, es un sitio cautivador, muy frío y sobre todo un lugar que también se debe visitar cuando se acude al volcán Pico de Orizaba.

Este volcán lleno de vida, de luz, de fuerza, de paz, es un sitio de la zona centro de Veracruz, que todo turista debe visitar, pues su belleza con ninguno otro se compara.