El premio Prodiezmo fue pagado; quisieron sorprender con un homónimo: Arquidiócesis de Xalapa

Ante la polémica suscitada en torno a la Colecta 19ª del Sorteo Prodiezmo 2011-2012, el padre Anselmo Rivera Rincón, ecónomo diocesano encargado del evento, informó que a la fecha todos los ganadores se han presentado para reclamar sus premios.

Esto debido al correo electrónico del señor Carlos Cabañas Ronzón, publicado en este medio el día 24 de mayo con el siguiente link: http://www.alcalorpolitico.com/informacion/nota.php?idnota=93471 , donde dice que en la "Colecta Sorteo Pro-diezmo", realizado en las instalaciones del Seminario Menor de la Ciudad de Xalapa, “el sábado 18 de febrero de 2012, resultaron “ganadores” con el número de talón 087779 a nombre del señor Pedro Álvarez, vecino de la localidad de La Laguna, sobre la carretera a Pacho Viejo del municipio de Coatepec Veracruz, con un premio de 20 mil pesos en moneda nacional, misma cantidad que al día de hoy, a pesar de estar plenamente identificados, no les han otorgado”.

En entrevista, el padre Rivera, mostró la documentación que entregó el señor Pedro Álvarez Olmedo, para comprobar legalmente su identidad así como el boleto ganador.

Explicó que pese a que en el talón refiere que tiene domicilio en Ahueyahualco, Altotonga y tiene credencial con domicilio en Perote, comprobó ante notario que efectivamente es la misma persona.

De acuerdo a las declaraciones del ecónomo de la Arquidiócesis, el señor Pedro Álvarez le compró el boleto premiado número 087779 a su suegra, quien vive en Altotonga, municipio donde se distribuyeron los boletos del 087001 al 089000. De ahí que haya acudido al notario para certificar su identidad.

"Cuando no tienen el boleto, lo cotejamos con el talón, si el nombre que nos dan coincide con el talón, ya los mandamos al Ministerio Público para que ahí certifiquen que se trata de esa persona. Llevamos control de todos los talonarios que se dan en las parroquias y el número corresponde a la Parroquia de Santa María Magdalena, Altotonga".

Mencionó que la confusión tal vez se debió a que hay una persona con el mismo nombre; no obstante, el ganador ya tiene el premio. De hecho el sorteo y el monto total del premio ya quedaron finiquitados.

"El sorteo está avalado por la Secretaría de Gobernación, tenemos que llevar toda la documentación completa para que ellos nos den el finiquito, con ello ya se puede empezar a organizar el siguiente sorteo. Todos estos detalles ellos lo revisan minuciosamente en Gobernación".

Indicó que tal vez quienes reclaman el premio también compraron boletos, y como el nombre coincide pensaron que era premiado; no obstante, a las oficinas no ha llegado ninguna queja o reclamo de algún premio, dado que ya todos se repartieron.

El ecónomo resaltó que cuando ha habido casos en que las personas pierden los boletos, deben acudir al Ministerio Público o ante un notario y con la certificación que les otorgan pueden reclamarlo. De ahí la recomendación que siempre hacen a las personas para que cuiden su boleto.

Precisó que es un proceso muy riguroso debido a toda la documentación que deben presentar. En la parroquia de Santa María Magdalena, Altotonga, se vendieron 80 talonarios y el número ganador está dentro de ellos.

Afirmó que los premios se entregaron el 24 de febrero de 2012, y la documentación se envió a la SEGOB. Sin embargo, ellos tienen copia de quien recibió el premio, de su Identificación Oficial, de la carta notarial que avala su identidad; así como del boleto premiado que coincide con el talón debidamente firmado por el interventor de SEGOB que estuvo el día del sorteo.

“Hemos sido muy cuidadosos al entregar los premios de que sea a las personas que se lo sacaron. Me da tristeza también porque se habla de personas mayores, diciendo que nosotros nos estamos aprovechando. Cuando sale una persona necesitada ganadora, hasta más gusto nos da entregarles los premios. De hecho así pasa, tenemos gente premiada de la Sierra, Temimilcoy

Tenochtitlán, y nos da gusto entregarla a las personas más pobres que nos compran los boletos”.

Narró el caso de un señor que compró un boleto y falleció antes del sorteo donde se sacó una pantalla. Como sus deudos eran sus hijos, la Arquidiócesis tuvo que devolver el premio a la SEGOB. Sin embargo, les compraron una pantalla igual y la dieron a los familiares que lo reclamaban.

“Gracias a Dios no hay nada que ocultar, aquí están los documentos y también el que da la SEGOB de cuando se cierra el proceso. Una de las normas de Gobernación es que tres días después del sorteo, publiquemos los resultados en los diarios de mayor circulación”.

Finalmente, el padre comentó que antes publicaban el nombre de la persona con la dirección, hasta que la propia SEGOB, les dijo que no es conveniente debido a la inseguridad.

“Al poner sólo el nombre, igual pudo prestarse a confusión decía Pedro Álvarez y no decía de dónde. No somos malosos, a nosotros nos conviene entregar todos los premios”, concluyó.