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Sección: Estado de Veracruz

Las palabras de la ley

El proceso electoral [I]

Salvador Martínez y Martínez Xalapa, Ver. 08/09/2020

alcalorpolitico.com

A la memoria de Javier Valdespino y José Luis Gaitán, de la Vieja guardia.

Las memorias, informes o testimonios son frágiles frente a comentarios caracterizados por su crudeza, recogemos el de José Francisco Báez Corona, publicado apenas en 2017:

“El artículo en comento [el 41 de la Constitución Política de México] define los poderes de la unión y la forma de renovarlos, como el propio numeral enuncia: ‘mediante elecciones libres, auténticas y periódicas’. Se considera un triunfo de la revolución, ...Sin embargo, el triunfo es relativo, porque la transición de titulares en los poderes, durante más de 70 años, fue disfrazada por un partido hegemónico que acaparó y secuestró la soberanía nacional, abusando de los privilegios del sistema, pervirtiendo la figura de las elecciones, convirtiéndolas en ‘auténticas’ estafas.” (Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Comentada: Universidad de Xalapa).



El valor del comentario radica en poner en evidencia la brecha entre los datos valorados de la razón (ideales de justicia) expresados por la Constitución Política de México, en este caso en su artículo 41, párrafo segundo, y la realidad de las circunstancias históricas.

A quienes nos tocó vivir la época de las transiciones democráticas en el mundo y la transición inconclusa de México, magistralmente descrita por José Woldenberg en su libro La construcción de la democracia, no podemos sino seguir aquel consejo de Rudyard Kipling: Si puedes hacer una pila con todos tus triunfos / Y arriesgarlo todo de una vez en un golpe de azar, / Y perder, y volver a comenzar desde el principio / Y no dejar escapar nunca una palabra sobre tu pérdida; … Serás hombre, hijo mío. Para redimensionar el consejo de la sagacidad expresado por el poeta, vale decir que, hoy, no se busca ser “hombre” sino ser humano, mujer u hombre.

Dentro de este humanismo nuevo, y al amparo de la amistad cívica, un grupo de mujeres y hombres de diferentes entidades federativas del país, todos alguna vez integrantes en instituciones electorales y todos con diversos criterios, nos reunimos, hace años, a pensar la democracia en México para volver a comenzar desde el principio. Y continuamos con dichas reflexiones hasta la fecha, gracias a los medios electrónicos.



“La vieja guardia”, como se bautizó aquel grupo en WhatsApp, nos ha dado pie para el comentario de hoy. El propósito que persigue es el esclarecimiento sobre el proceso electoral. La pregunta que formulamos es: ¿La realización de las elecciones para la renovación de los poderes Legislativo y Ejecutivo son cada vez menos libres y menos auténticas? Sería una gran mentira aseverar que todo tiempo pasado fue mejor, pero, en el tiempo presente, tampoco se pueden ignorar los hechos del pasado.

En diversas ocasiones, dentro de sesiones de trabajo de la vieja guardia, se discutió sobre la necesidad de dejar una herencia o legado de experiencias electorales escritas en un libro para futuros consejeros electorales. María de los Ángeles Fromow Rangel, titular de la Fiscalía Especializada en Materia de Delitos Electorales en los años de aquella lejana primera reunión, fue quien estuvo más cerca de responder a la necesidad expuesta, en la Revista FEPADE DIFUNDE, Núm. 7, agosto 2005 (PGR).

Sin restarle mérito alguno a la publicación de la FEPADE, no era así como los consejeros electorales lo habían pensado. De todos modos, conviene pasar revista al contenido de aquella publicación:



Avilés Marín, Ariel. El proceso electoral en Yucatán, 16 de mayo.

González Aguilar, Enrique. Elecciones 2004 en Aguascalientes, 4 de julio.

Santacruz Fabela, Julio Cesar. El proceso electoral ordinario de Chihuahua, 4 de julio.



Gaitán Manuel Alejandro. Memoria del proceso electoral en Durango 2004, 4 de julio.

Valerio Quintero, Francisco. Proceso Electoral de 2004 en Zacatecas, 4 de julio.

Echeverría Morales, José Luis. El proceso electoral ordinario 2004 en el Estado de Oaxaca, 1 de agosto.



Martínez y Martínez, Salvador. Proceso electoral 2004. Al hilo de los días en Veracruz, 5 de septiembre.

Etienne Pérez del Río, Enrique Carlos. El proceso electoral ordinario de Tamaulipas, 3 de octubre.

Molina Utrilla, Artemio. Los resultados del proceso electoral 2004 en Chiapas, preámbulo de lo que podría ser la contienda electoral en su historia: 2006.



Ocampo Alcantar, Rigoberto. Sinaloa, el proceso electoral local 2004: un esfuerzo de consolidación institucional, 14 de noviembre.

Ortiz Xilotl, Jesús. El proceso electoral de Tlaxcala en 2004, 14 de noviembre.

El hecho es que la opinión publicada tiene la percepción de que las elecciones para la renovación de los poderes Legislativo y Ejecutivo se realizan mediante elecciones cada vez menos libres y menos auténticas, tanto en el ambiente federal como en el local. Coincide en que aún se conserva la periodicidad de las mismas.



Iniciemos con una cuestión terminológica. No existe la renovación de los poderes Legislativo y Ejecutivo, sino la renovación de los órganos que ejercen tales poderes. Luego de esta aclaración, pasemos al problema del contexto, esto es, a los “por qué” divulgados por Fernando Savater en su libro Política para Amador:

“¿por qué los miembros de cada sociedad, que son muchos obedecen a uno (llámesele rey, tirano, dictador, presidente o jefe de cualquier clase)? ¿Por qué aguantan sus órdenes, en lugar de mandarle a paseo o tirarle por la ventana si se pone demasiado pesado?”

Ningún jefe –asevera Savater- es tan fuerte, físicamente hablando, como el conjunto de sus súbditos, ni siquiera como cuatro o cinco súbditos, echados pa’lante.



“Entonces... ¿por qué se respeta y obedece, aunque sea un demente peligroso como Calígula o un incompetente cómo tantos que hubo, hay y habrá entre quienes mandan a los demás? ¿Es por miedo a sus guardias? Entonces... ¿por qué le obedecen sus guardias? ¿Por la paga? Pero si lo que quieren es dinero ¿por qué no le quitan todo lo que tiene y acabamos de una vez? Y ¿por qué cuando se liquida a Calígula o a cualquier pobre incompetente como Luis XVI sólo es para buscar enseguida otro mandamás no muy distinto?”.

Carecemos de una página en blanco sobre la cual escribir la historia nueva, nuestra historia. Pero, la aseveración principal es que, al día de hoy, el proceso electoral constituye la garantía mínima para el libre ejercicio y la autenticidad de las elecciones.

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